Tarde perfecta

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Fuyumi regresaba a su casa después de un largo día. Ya comenzaba a oscurecer y aún no sabía nada de Keigo, lo cual la preocupaba, pues él le había dicho que la llamaría.

Lo más problable era que su padre aún lo estuviera siguiendo, tomando en cuenta que le llamo y no contesto, por lo que estaría sola... De nuevo.

Al llegar vio que las luces estaban encendidas, algo extraño, quería decir que había alguien.

Dejo sus zapatos en el recibidor y entro, escuchando ruidos en la cocina, así que se encamino en esa dirección.

Cuando ya estaba en la puerta de la cocina, vio a una mujer de espaldas que tenía una larga cabellera totalmente blanca.

La mujer volteo notando a su hija, extendió sus brazos y le ofreció una calida sonrisa sintiendo como la de mechas rojas se le abalanzaba.

Fuyumi: ¡Mamá!¿En verdad eres tú?.

Rei: Sí - corresponde el abrazo.

Fuyumi: Creí que llegarías hasta la próxima semana.

Endeavor: Así era, pero hubo un incidente y tuve que traerla ahora.

Fuyumi: ¿Papá?¿Ya te cansaré de perseguir a Keigo?.

Endeavor: No, pero como te comenté, hubo un incidente en el hospital de tu madre y fui por ella.

Fuyumi: Pero ¿Qué pasó?.

Rei: Se inicio un incendio justamente en el piso y sección en que me quedaba, mi habitación quedó destruida y al ya no tener motivos para seguir allí, llamaron a tu padre para que me recogiera. Por suerte no hubo muertes ni heridos de gravedad, pero todo indica que el incendio fue provocado.

Fuyumi: ¡Qué horrible!. Que bueno que estés bien.

Rei: Sí. Ahora dime ¿Quién es ese tal Keigo? - Endeavor gruño.

Fuyumi: Es mi novio.

Rei: Ese chico encantador, guapo, caballeroso, romántico y gracioso del que tanto me has contado.

Endeavor: Más bien molesto e inmaduro.

Fuyumi: Papá - le mira -. Sí, mamá, ese mismo. También es el №2, eso era una sorpresa para la cena que tenía planeada para que conociera a la familia y ustedes a él, pero papá ya lo descubrió y es por eso que lo estaba persiguiendo. Dijo que me llamaría, aún no lo hace, pero supongo que como papá dijo que aún lo estaba siguiendo cuando lo llamaron, debe seguir con vida.

Rei lo ve con mirada acusadora y él solo se encoge de hombros.

Las mujeres preparon la cena y los tres estaban comiendo tranquilamente cuando un teléfono comenzó a sonar.

Era el de Fuyumi, creyó que sería Keigo, al igual que Endeavor, pero la pantalla decia Rumi por lo tanto se calmo y Fuyumi contesto.

Fuyumi: Hola ¿Qué pasa?.

Hawks: Hola, soy yo. Te marco desde aquí porque temo que si lo hago desde mi celular, Endeavor rastree la llamada y me encuentre. No se cuándo lo perdí, pero agradezco a Dios por eso.

Fuyumi: Me alegra que te encuentres bien. ¿Cuando será tu próximo día libre?.

Hawks: No lo sé exactamente ¿Para que querías saberlo?.

Fuyumi: ¿Recuerdas lo que te comenté la otra noche? .

Hawks: ¿El día que te vi semidesnuda? - dice con voz pícara.

Fuyumi: sonrojada - sí.

Hawks: Sí, espera, ¿Acaso ya quieres que sea esa cena?.

Fuyumi: Solo si tines libre el día.

Hawks: En ese caso podría ser el próximo sábado, no falta mucho.

Fuyumi: Me parece bien. Buenas noches.

Hawks: Buenas noches, sueña con los angelitos, o sea, conmigo.

Fuyumi: Jajaja lo haré - cuelga.

Rei: ¿Quién era?.

Fuyumi: Una amiga.

Endeavor: Oye, Fuyumi ¿No has visto mi laptop? No la encuentro desde hace días.

Fuyumi: un poco nerviosa - No, ¿No la dejaste en la oficina?.

Endeavor: Tal vez.

Fuyumi: Si la encuentro, te aviso.

Cuando terminaron de cenar todos se dirigieron a sus respectivas habitaciones.

Por suerte, mientras Fuyumi no estaba, sus padres prepararon una habitación para Rei.

Ya cuando todos dormían, la puerta de la habitación de Fuyumi se abrió y después la del la habitación de a lado.

De un cajón, Fuyumi saco la laptop de su padre, la cuál escondió sabiendo que nadie pensaría en buscar ahí.

Se sentó con las piernas cruzadas y colocó la laptop en ellas para continuar con su investigación.

La última vez que vio la van de esos tipos, memorizo la matrícula y para no molestar o hacer perder el tiempo a su padre, decidió investigar ella misma.

Tomo la laptop sin su permiso y puso la matrícula para rastrear la ubicación del vehículo y dónde es que más tiempo solía estar.

Cómo ella no sabía mucho de eso, no podía acelerar el proceso, así que tardó unos días. En ese tiempo ella estuvo preguntando e investigando sobre esos tipos y la van. Al ver la pantalla, noto que ya tenía lo que necesitaba.

Se sintió triunfante y dio una sonrisa anotando la información en una pequeña libreta, mañana iría a ver ese lugar después del trabajo.

Por alguna razón sintió una presión en el pecho, volteo a ver la fotografía en el altar y dio un suspiro pesado.

Fuyumi: No me mires así Toya, se lo que hago.

No recibió respuesta (es obvio, es una foto).

Fuyumi: No te preocupes, estaré bien, lo juro - ... -. No, no le diré a papá, puedo defenderme sola, tú me enseñaste algo de autodefensa.

Se cruzó de brazos y giro el rostro para no mirar a su hermano.

Escucho como tocaban la puerta y cerro la laptop de golpe.

Se dio cuenta de que no era la puerta de la habitación, sino la del balcón. Confundida fue a abrir, pero no vio a nadie.

Entonces, Hawks se mostró de sorpresa colgando del techo.

Hawks: Hola preciosa.

Fuyumi: ¡Kya!. ¿Keigo?¿Qué te pasa? Me asustaste. Espero no haber despertado a nadie.

Hawks: No lo creo, tu grito pareció el chillido de un raton.

Fuyumi: ¡Oye! - dice fingiendo estar ofendida.

Hawks: Jajaja. Ya, no te enojes.

Fuyumi: ¿Cómo se te ocurre venir directo a la boca del lobo? Si papá te descubre, te matara ¿Lo sabes?.

Hawks: Sí, pero si ya se donde vive mi amor debo visitarla. Además, se supone que a esta hora la gente duerme ¿Qué haces despierta?. Por cierto ¿Por qué no estás en tu habitación?¿Dónde estamos?.

Fuyumi: Esta era la habitación de Toya y yo... Este... Lo vine a visitar. Espera ¿Cómo supiste en qué habitación estaba?.

Hawks: Deberías recordar que jamás me dijiste donde trabajabas y aún asi fui a recogerte y que la otra vez supe cuál era tu habitación sin equivocarme, lo hice gracias a el llavero.

Fuyumi: Lo había olvidado.

Hawks: Ven, vamos a dar un paseo.

La jalo fuera de la habitación para después cargarla, cerrar el balcón y comenzar a volar.

Fuyumi quedó fascinada con la hermosa vista, aunque al principio estaba algo asustada.

Después regresaron y entraron directo a la habitación de la fémina quien invito a el varón a pasar la noche y el gustoso acepto. Fuyumi fue por otro futón y lo coloco pegado al suyo para así, dormir abrazados el uno del otro.

Mi otra mitad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora