Recuerdo de un pasado

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Era una hermosa noche estrellada donde se podía ver a una adolescente correr entre el bosque en busca de algo.

???: ¡Ah! - se quejo - ¿Dónde estás?. Tal vez sea mejor regresar a casa, si padre se da cuenta que no estoy podría enojarse con mamá.

Decidió darse la vuelta algo decepcionada, su hermano la había invitado a ese lugar y a esa hora para mostrarle algo increíble según él, pero no le indico exactamente donde o algo para identificar el lugar.

Hace mucho que él no la tomaba en cuenta, así que cuando le ofreció la invitación no dudo en aceptar, aunque eso significará salir a escondidas de la casa en plena noche.

Escucho un rama romperse por lo que guío su vista a la procedencia del ruido encontrándose a un chico de una estatura similar a la suya.

???: ¿Toya?.

Toya: No, soy el hada de los dientes - dijo sarcástico -. Por supuesto que soy yo Fuyumi. Te tardaste mucho, tuve que venir a buscarte.

Fuyumi: No fue mi culpa, debiste ser más específico con respecto a dónde nos reunimos, me pude haber perdido - se quejo sin notar que su hermano comenzó a caminar alejándose de ella.

Toya: ¿Vas a venir?.

La chica se dio cuenta y corrió para alcanzar al mayor. Después de un rato siguiendo a su hermano en silencio, hablo.

Fuyumi: Entonces ¿Qué encontraste?.

Toya: ¿Ah?.

Fuyumi: Dijiste que me mostrarías algo.

Era eso, debió imaginarlo, después de todo su familia no sabía sobre sus entrenamientos, seguro creyó que al invitarla a la montaña sería para mostrarle algo que encontró y no la gran evolución y control sobre su quirk.

Antes de mostrarlo a su padre quería ver si era lo suficiente impresionante, así que necesitaba el juicio del alguien más. Al principio pensó en Natsu, pero últimamente no le prestaba mucha atención, así que aunque fuera molesta y a su parecer poco inteligente, e inútil, opto por invitar a Fuyumi, sabiendo que ella no lo ignoraría, además, era la más honesta de la casa.

Toya: No encontré nada.

Fuyumi se confundió, antes de poder preguntar al respecto, Toya paso por unos arbustos perdiendolo de vista por lo que lo siguió, llegando a un lugar despejado.

Fuyumi: ¿Qué es este lugar?.

Toya: Mi área de entrenamiento.

Noto la cara de su hermana en una mezcla de confusión y preocupación. Se acercó a ella, tomándola de la mano la guío a una roca algo alta donde la hizo sentarse y se puso frente a ella.

Toya: Ahora mira.

Se quitó la camisa, no quería quemarla, su hermana se tapo los ojos y giro el rostro a otro lado por lo que dio una risita burlona, a pesar de ser la más madura de los hermanos aveces parecía una niña y era muy tímida lo que la hacia ver tierna.

Toya: Necesito que me mires, de lo contrario no podre mostrarte nada - ella regreso la vista algo apenada -. Prepárate para quedar boquiabierta.

Se concentro y encendió llamas en su cuerpo las cuales eran de color azul, después lanzó unas bolas de fuego a los blancos que el mismo había hecho, destruyendolos.

Después de otras demostraciones apago las llamas que le empezaban a quemar.

La cara de su hermana era de asombro puro, lo que le pareció bueno, pero debía comprobar.

Toya: ¿Qué te pareció?.

Fuyumi: sale de su asombro - Eso... Eso fue... ¡¡¡Fue asombroso!!!¡Llamas azules! Y las puedes mantener como si nada, ni padre puede hacer eso - decía con emoción y admiración. Toya sonrió con suficiencia -. Es increíble, deben ser llamas muy poderosas - su expresión cambia por completo -. Deben ser mucho más potentes que las normales, lo cual te puede causar un daño mayor... ¿Toya, estás bien?.

Mi otra mitad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora