☙ Salvaje ❧

☙ Amazonas 6❧

☙

...Nos están cazando, el día de hoy nos encontramos con Bam, un cargador de la expedición, me explicó por qué nos están cazando, consideran a Jimin un demonio, por ser rubio, y de piel blanca, milagrosamente Jimin había sobrevivido en la selva todo este tiempo, cuenta que al nacer fue desterrado de su tribu, él y su madre dejaron la tribu por ser diferente a ellos, dijeron que era un demonio que traería perdición a su tribu, la madre de él no sobrevivió, pero por otro lado Jimin se aferró a la vida salvajemente....

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...Estamos escondido en las copas de los árboles, Bam salió por alimento pero nunca regresó, tengo una terrible herida en la pantorrilla, al escapar de la tribu que nos cazaba, resbalé y me abrí la pierna, es una herida de unos quince centímetros, creo que ya se ha infectado....

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...Llevo tres semanas perdida en ésta selva, Jimin no se separa de mí, nos comunicamos mejor y he intentado enseñarle a hablar, aún no sabe emitir sonidos vocales, solo gruñe y hace una especie de aullido, pero creo que pronto podrá hacerlo, he comenzado a sentir los síntomas de la septicemia, si no encuentro ayuda pronto, no podré lograrlo....

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...Sé que estas son mis últimas palabras:

...Solo deseo que mi hijo Jeon Jungkook algún día pueda leer esto: por favor díganle a mi hijo, que siempre lo amé y que sepa que siempre he estado orgullosa de él, se que no parará hasta saber que paso conmigo, díganle que nunca me encontraron, eso le dara un desazón pero mantendrá en el un hilito de esperanza , espero que Jimin pueda mostrarle en donde me encuentro, te amo mi amado Jungkook, lamento el dejarte, sobre Jimin, él tiene alrededor de trece o catorce años, lo quieren matar, espero que aun siga vivo si estan leyendo esto... Jungkook te amo hijo, siempre te acompañaré...

Cuando Jungkook leyó estas últimas palabras, pudo entender que su madre estaba muerta, abrazó el diario con fuerza y se puso a llorar, se hizo bolita sobre el nido y lloró y lloró, después de un largo rato de llorar, sintió como alguien se sentaba muy próximo a él y como una mano dudosa le palmeaba la cabeza, sabía que era Jimin, pero no tuvo intención de moverse, estaba muy roto por el reciente descubrimiento, que aunque en lo más profundo de su corazón ya lo sabía.

La mañana siguiente despertó como siempre, con un ave intentando arrancar su cabello para hacerlo nido, respiró profundamente antes de abrir los ojos y se estiró un poco antes de enderezarse y sentarse sobre el nido, pero un brazo sobre su pecho y un bulto hecho bolita a su costado lo hicieron abrir los ojos de sorpresa y darse cuenta que el pequeño cuerpo del chico rubio estaba casi incrustado en sus costillas, no pudo evitar esbozar una sonrisa, le daba gracia como el pequeño se acurrucó cerca de él, y lo acompañó en su sufrimiento.

Lo movió e intentó despertarlo suavemente, le picaba el hombro con un dedo apenas moviéndolo, sabía que el contacto físico lo exaltaba un poco, por lo que intentó tener el mínimo de contacto.

Jimin despertó asustado por estar a lado de Jungkook lo pateó un par de veces antes de alejarse de él y ponerse de pie, Jungkook se quedó molesto por los golpes.

―¡Tranquilo Chim!, Auch, eso duele...

Se sujetaba las costillas, y hacía gestos de dolor, el chico rubio lo observaba curioso, inmediatamente se acercó a Jungkook para inspeccionar el área que se sobaba con la mano, subiendo sus ropas y exhibiendo su cuerpo, el chico salvaje mostró peculiar interés en el torso del castaño, primero lo recorrió con sus manos torpes y ásperas, enseguida se acercó a las costillas del arqueólogo y lengueteo un par de veces, como si de su cachorro se tratase, Jungkook intentó apartarlo, toda la situación le resultaba bochornosa, pero el rubio, no se detuvo en su acción de querer curar a Jungkook, como lo había visto miles de veces en la naturaleza en las que las madres lamían a sus cachorros.

Jungkook comenzó a carcajearse por el tacto de la lengua sobre su cuerpo, esa reacción pareció encantarle a Chim, pues sin pensarlo se sentó a horcajadas sobre Jungkook y comenzó a usar sus manos para hacerle cosquillas, Jungkook se retorcía debajo de Chim, y no paraba de reír, hasta que lágrimas salieron por sus ojos, y el chico salvaje se detuvo de golpe para contemplar el rostro de Jungkook, y examinar lo que escurría por su ojos, la proximidad de su rostro con el del pequeño arqueólogo era excesiva, el espacio entre ellos era casi nula, el rubio olfateaba las mejillas del castaño curioso, y pasaba de ojo a ojo curioso por las lagrimas; Jungkook se mantenía inmovil, dejando hacer a Jimin lo que quisiera, el rubio seguia a horcajadas sobre Jungkook sus brazos a cada lado de su cabeza y su nariz inspeccionando suavemente su rostro, Jungkook tenia los ojos cerrados, recibiendo el suave tacto del rubio, erizando su piel, y despertando sensaciones en el castaño, que no sabía si debía tener, un sonido de una fuerte explosión se escuchó a lo lejos, que rompió con ese momento, haciendo que Jimin se incorporara, quedando sentado sobre Jungkook, y dirigiera su mirada hacia donde había provenido el sonido, en un rápido movimiento se acercó al rostro de Jungkook nuevamente y con un travieso lenguetazo en los labios de Jungkook se incorporó velozmente y se fue trepando y deslizandose entre las copas de los árboles.

Jungkook se quedó un poco pasmado por lo que había sucedido, fue algo que le sacudió demasiado sus pensamientos y es que si por él fuera le hubiera encantado tener a Jimin encima de él por mucho más tiempo, había algo en el que lo hipnotizaba, esa aura de niño pequeño, pero a la vez ese salvajismo y poder que emanaba de él, y su anatomía sin duda eran un factor que cautivaban sutilmente al arqueólogo; de pronto mientras estaba inmerso en sus pensamientos, se escuchó una segunda exploción, en igual dimensión que la primera, Jungkook se levantó sobre el nido tambaleante, y harto de estar ahí los últimos días, decidió que bajaría, e intentaría encontrar su expedición, solo esperaba no morir en el proceso.

Con todo el coraje y valentía que pudo reunir, se acercó al gigantesco tronco del que pendía el nido, era realmente alto, quizás unos treinta o cuarenta metros, se sujetó fuertemente del tronco para poder asomarse, hacia abajo, y lograr planear cuál sería la mejor ruta para él, en un impulso de valentía o de estupidez se deslizó por el tronco a la siguiente rama que podía alcanzar, se dió cuenta que no fue tan difícil ese primer paso, por lo que siguió, brincando ramas abajo, hasta que llegó a un espacio en el que no había más ramas cerca a las cuales brincar o deslizarse, por lo que la última opción era brincar a una rama del árbol vecino, inesperadamente su fortuna, o habilidad, dió un giro de ciento ochenta grados, la lluvia se hizo presente y eso entorpecía su equilibrio y un poco su visión, ya que el impulso que tomó no fue suficiente para poder sostenerse de la rama del arbol contiguo, por lo que se desplomó entre follajes y ramas, aterrizando en una gran rama después de varios metros de caída, cayó de costado, pudo sentir como se rompió un par de costillas, tenia arañazos y un corte en la mejilla, como pudo intentó subirse a la rama para poder sentarse y descansar; una vez sentado recargado en el tronco elevó la mirada para analizar cuanto era lo que había bajado, quizas unos quince metros entre ramas y su caida de unos cuatro o cinco metros, el agua no cesaba, estaba empapado de pies a cabeza, muy adolorido por los golpes y empezaba a temblar del frío, ahora si realmente se sintió en desventaja, pues ya no estaba en la seguridad del nido, estaba mal herido, con hambre, había dejado toda la fruta arriba, y titiritando de frío, sabía que no podía quedarse en esa rama, que tenía que dirigirse a un luga mas seguro, en ese momento el sabía que era una presa fácil.

Se incorporó con dificultad y resbaló cayendo unos metros más entre ramas y follaje, por fortuna o desgracia, quedó atorada una de sus botas entre ramas, quedando así suspendido de un pie, y colgado de cabeza, inconsciente, quizás con una contusión, y un par de costillas rotas, quizás dando sus últimos respiros.

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