✿ Una expedición de búsqueda y rescate en la espesa selva del Amazonas, que pone a prueba la resistencia y cordura del grupo.
Jungkook, un arqueólogo novato, que por suerte sigue vivo en esa misión, su vida da un giro de 180º luchando por sobrevivi...
❧En la noche, muy de madrugada, un alboroto se escuchó en la planta baja, el primer impulso de Jimin fue levantarse de la cama, pero él era muy obediente con nana, por lo que permaneció ahí unos momentos más intentando escuchar algún sonido más que proviniera de abajo.
El alboroto aún se escuchaba y no soportó mas y salió a hurtadillas de la cama, se encaminó sigilosamente hacia la escalera, y escuchó los ruidos y voces pero nada le quedaba claro que sucedía, por lo que decidió acercarse más, de manera silenciosa y sutil, bajó hasta quedar a unos cuatro o cinco escalones de la planta baja, Conrad sostenía a Jungkook y otra persona del otro lado, no, otra persona no, era ella la chica que había saludado Jungkook el otro día, Shia, cuando había dejado al rubio parado dentro de la oficina sin reaccionar a él, el otro día, Jimin se molestó al verlos al instante, sintió como la sangre se convertía en lava y ardía en su interior, quien se atrevía a tocar a su Koo y sobre todo traerlo en ese estado, recorrió el espacio que estaba entre su chico y él y sin pensarlo empujó a la chica lejos de Jungkook, ni ella ni nadie esperaban esa reacción, Shia cayó al suelo con fuerza dejando salir un fuerte quejido y Jungkook cayó al suelo estrepitosamente, el peso era demasiado para Conrad, por lo que ambos terminaron en el suelo.
-¡Jimin!, ¿pero qué estás haciendo?, ¿qué te sucede? Jungkook ha tenido un accidente, ella lo estaba ayudando.
-Apártate chiquillo -Conrad regañaba muy molesto a Jimin.
Pero Jimin se sintió en peligro como en la selva y resguardó el cuerpo de Jungkook bajo de él y mostraba los dientes y gruñía furioso.
En todo su mal estado Jungkook lo escuchó e intentó moverse para tranquilizar a su rubio; mientras él buscaba a Jimin en medio de la tempestad por bo haberlo podido encontrar dentro de casa, esa noche, fue embestido por un automóvil y resultó muy lesionado, Shia lo vió todo y no dudó en correr a socorrerlo, para llevarlo a su casa, en su estado apenas pudieron llegar.
Estaban todos en el recibidor, Jungkook empapado hasta los huesos, temblando por el frío, muy mal trecho y raspado, Shia contemplaba a Jimin en su furia, su angustia y su desesperación, Conrad a lado de ellos intentando que el rubio le permitiera levantar a Jungkook de nueva cuenta y nana derramando lágrimas por el susto de toda la situación.
-Jimin cariño, vamos déjanos ayudar a Koo, él está herido, tiene dolor pequeño, anda, deja al viejo Conrad y a nosotras ayudarlo.
Pero al ver las intenciones de Shia de acercarse Jimin reaccionó violentamente de nuevo.
-Ghhhhh ! Koo de Chim, Koo mio! No ella! VETE, ELLA VETE.
-Jimin ¿Qué estás haciendo? -Nana no entendía su repentina violencia, si bien los habían visto interactuar y ciertamente eran como una pareja de enamorados ambos chiquillos, aunque les pareciera extraño a los más viejos de la casa, lo comenzaban a aceptar y entender.
Y entonces nana comprendió que Jimin estaba sumamente celoso de aquella chica hermosa que estaba robando la atención de él.
Entre todo el caos Jungkook se giró del suelo para quedar boca arriba con Jimin aún, cuidándolo como una enorme fiera a su cría.
-Jimin, Chim, mmmhhh, ve a la cama ahora, yo estaré bien.
Jimin volteó a ver a Jungkook confundido, ¿porque quería que él se alejara? Si Jimin sentía que estaba cuidando a Jungkook, puesto que aún no sabía qué pasaba.
-Shia. Por favor retírate, él no se moverá, eres una amenaza -Explicaba Jungkook casi en un susurro.
-¿Que yo que? No pienso dejarte Jungkook, estás mal herido, no, no lo haré, el salvaje se tiene que quitar.
-Alto ahí señorita, mi pequeño Jimin no es ningún salvaje y no permitiré que le faltes al respeto en su propia casa, porque sí, éste es su hogar, junto con mi niño Jungkook -regañaba nana muy molesta a Shia y es que había generado un cariño muy especial por su pequeño rubio y que decir de Jungkook que fue como un hijo durante todo el tiempo de la ausencia de su madre.
-¡Isabella qué estás diciendo mujer!, Shia ayudó al niño Jungkook a llegar- debatían Conrad y nana por la situación.
-Ella VETE! - Los interrumpió Jimin, estaba enojado, pero Jungkook aún en el suelo comenzó a jadear y respirar erróneamente, era visible que algo no estaba muy bien.
-Si no te vas, mi niño Jungkook morirá Shia, hazlo por él, te aseguro que él te buscará en cuanto se encuentre bien.
Shia observó a Jungkook y se convenció de salir de la casa, en ese mismo instante Conrad y Jimin pudieron mover a Jungkook a la sala de estar, nana se acercó inmediatamente con gasas y ungüentos para curar los golpes y heridas de Jungkook, arrastraron el sillón en donde estaba el castaño para acercarlo a la gran chimenea y pudiera calentarse un poco.
Conrad y Jimin devistieron al castaño para quitar la ropa empapada, y cubrieron con una cobija para que entrara en calor.
Mientras hacían todo eso Jungkook cayó desmayado, nana y Conrad pudieron atender sus heridas de manera correcta, mientras el rubio observaba atento, y sólo quedaba esperar que el castaño se recuperará.
Jimin se recostó en la alfombra al pie del sillón, observando el fuego de la chimenea, derramando algún par de lágrimas, e intentando entender en su corazón, porque ella estaba con él, porque había vuelto con ella.
Era muy difícil de comprender para el rubio, la cercanía de su Koo con esa chica y porque entre ellos dos las cosas no iban tan bien, todo era un caos en su cabeza...
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