☙ Amazonas 21❧

155 19 14
                                    

❧Namjoon había mandado de avanzada a algunos, para que se adelantaran por mucho, preparar todo, para que cuando ellos llegaran a la civilización partieran cuanto antes y así poder llevar a Jungkook a casa y sea tratado médicamente.

Conforme pasaban los días el estado del pequeño arqueólogo no mejoraba, y cada día que pasaba iba perdiendo fuerza, Jin no se apartaba de él, y presionaba al doctor para que hiciera todo lo posible para tenerlo cómodo y no empeorara su estado, pero era de necios no darse cuenta de la realidad y ésta era, que si no avanzaban más rápido, pronto llevarían un cuerpo sin vida en esa camilla.

Y bueno, el Amazonas haciendo su trabajo, manteniendo a la expedición muy ocupada, ya que en el tiempo que habían estado en búsqueda, no correspondía al momento del regreso, parecía otra selva totalmente diferente.

Mientras hacían una parada de descanso, Jin refrescaba la frente de Jungkook con un paño húmedo, y el pequeño arqueólogo logró tener un momento de conciencia, se quejaba, y gruñía por la molestía y el dolor.

― Ji...Jimin, donde está Jimin, Tío Jin, en donde está Jiminie..
― Jungkook, él, Jimin se fue, le explicamos que regresaríamos a casa, y él no vino con nosotros.
― ¡Alto!, ¿Cómo que no viene con nosotros?.

Jungkook intentó levantarse y moverse de la camilla, pero Jin y el doctor lo detuvieron, comenzó a hiperventilar, y se atropelló las quemaduras, volviéndolo a hacer gritar del dolor, y desmayarse inmediatamente.

Jin y Namjoon sintieron un poco de alivio porque Jungkook quedó inconsciente nuevamente, y no exigiera ver al rubio, lo que hizo que Jin pensara un momento en él y deseaba que realmente se encontrara bien en donde quiera que estuviese.

_____________________

Entre la selva, un rubio se movía velozmente, buscando encontrar lo que le había pedido el individuo parecido a Jungkook, llevaba días viajando y adentrándose más en el espeso Amazonas, y es que el pequeño rubio sabía muy bien en donde encontraría una flor como la que le mostro el Kook grande, así, después de pasar un enorme pantano, llegó a la montaña que pretendía escalar, tuvo que cruzar un riachuelo no tan profundo, no pudiendo evitar recordar a Kook, cuando lo metía a la laguna y jugaban en el agua, el pequeño rubio mantenía el ánimo, sabía que con su ayuda y con la flor que le habían indicado, su Kook mejoraría.

Al llegar al borde de la gran pared de aquella gran montaña rocosa, elevó su mirada, pero terminó siendo deslumbrado por el sol, y es que la distancia que tenía que escalar era preocupante, puesto que a pesar de sobrevivir en el Amazonas por todo este tiempo, hay cosas a las que no se había enfrentado del todo, como en este caso escalar una montaña, la ventaja era que es muy hábil de piernas y de brazos, lo malo que la pared que tenía que escalar era recta,  prácticamente vertical, no tenía ninguna pequeña inclinación para que su tarea fuera más fácil.

La verdad es que de primera instancia se desanimó, había aprendido de la peor manera que enfrentarse a situaciones de mucho riesgo, nunca terminaban bien, y por el riesgo que representaba aquella pared rocosa, se había desanimado demasiado, hasta que recordó por quién lo estaba haciendo, mientras pensaba cómo subir o llegar al lugar que él pretendía, sin morir, en otro lado de esa misma selva, había un castaño que había despertado por segunda vez furioso por la situación en la que se encontraba, lo habían atado a la camilla, prácticamente lo habían inmovilizado a pesar de sus heridas y quemaduras para poder llevarlo sin que opusiera resistencia.

― Les exijo que me suelten, no pienso dejar esta selva, sin Jimin ― forcejeaba con las ataduras aun sabiendo que lastimaban mas su piel, provocando que gritara de dolor y se retorciera, pero todos los que iba se hacían de oídos sordos, a los lamentos y súplicas del pequeño arqueólogo.

― Estás delirando Jungkook, es mejor que te calmes o te pondrás peor.
― ¿Qué no entienden?... Jimin, era, es la última conexión que me queda con mi madre, ella jamás lo hubiera abandonado si hubiera podido salvarlo.
― Y a pesar de eso lo hizo, muriendo y dejándolo en la selva y es lo que pretendemos evitar que se repita la misma historia, maldita sea ― contestó Namjoon de la forma más cruel posible.

― Eres un estúpido ya estoy harto de tu comportamiento y de tu maldita prepotencia, hasta donde yo se Jungkook es quien te paga, así que te exijo que si es el único modo en que sabes comunicarte, entonces no lo hagas mas y te quedes con tu maldita boca callada. ― Jin ladraba de forma alterada por cómo le habían contestado a su sobrino, y no es que realmente le afectarán las palabras dichas, sino que le calaba en la conciencia, lo que había hecho con el rubio, siendo verdad las palabras que acababa de decir su sobrino.

Namjoon lo perforó con la mirada y simplemente se alejó de ellos llegando hasta la punta de la fila, regresando al poco tiempo, su compañero Yoongi.

― Me disculpó por lo que hizo Nam, el estado de tu sobrino lo tiene altamente preocupado, y es que no se si no te has dado cuenta, con los días se está poniendo peor, y el tiempo está corriendo en nuestra contra, sé que no se perdonaría volver a perder a alguien estando en su cargo...
― ¿De qué estás hablando? ¿a mi que me importan sus traumas de la vida? eso no le dá el derecho de ser un estúpido con todos, y menos con Jungkook que es quién le paga.
― No seas tan duro, no debería contarte esto, pero quizas te sirva para entenderlo un poco, hace cuatro años en una expedición, perdió a su prometida, estaban escalando y solo él llegó a la cima, y pues aún no lo ha superado.

Jin escuchó en silencio y no hizo más juicios sobre el enorme moreno que estaba en la punta de la fila, el pensaba que todos hemos perdido a alguien en estas alturas del camino, ahí estaba su hermana y madre de su sobrino, por quien se había organizado la búsqueda.

Esa tarde en la que se dispusieron a descansar, Jin desató a su sobrino, le dolió en el alma ver las marcas de las ataduras sobre su piel, supo que eran porque luchó demasiado tiempo para soltarse, entre sus delirios y sus ganas de salir corriendo para buscar a Jimin, a su pequeño rubio salvaje, y es que en realidad no sabía qué era lo que quería hacer solo sabía que no quería alejarse de él; Jin se deshizo de los apósitos y puso ungüento en las quemaduras, para aliviar aunque sea un poco el dolor.

― Tío Jin, dime... dime la verdad, ¿Que ha pasado con Jimin? ― preguntó el castaño, con la voz rota.― Cariño, te dije que él no quiso venir, quizás no confió en nosotros, o quizás...― Mientes, MIENTES, él quería estar conmigo, él quería venir conmigo, y quería... ― ¿Te estás escuchando pequeño? ¿Estás seguro que Jimin era el que quería todo eso? o solo era lo que tu querías?, ¿crees que él estuviera dispuesto a dejar su hogar por ir contigo?, ¿estás seguro de que entendió que no volvería? ― Tío aquí lo quieren matar, él no está seguro aquí ― Jungkook, el pequeño rubiecito ha sobrevivido aquí todo este tiempo ― Pues te juro que en cuanto pueda, yo regresaré por él, así me muera en el intento.

Jin no dijo nada más, le pesaba demasiado en su corazón estarle mintiendo a su sobrino, aunque en parte estaban bien sus cuestionamientos, pues no sabía si Jungkook había pensado realmente en qué haría con un rubio salvaje en la civilización y si el choque cultural sería benéfico para él o si era mejor en definitiva dejarlo en el amazonas, pero conoce lo persistente que es su sobrino que cuando dice que regresará sabe que habla lo suficientemente en serio para hacerlo.













❦

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
☙ Salvaje ❧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora