☙ Amazonas 12❧

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☙ Las tormentas en el Amazonas siempre eran terrible,  muchas agua,  viento,  fuertes truenos y centellantes relámpagos,  y eso Jimin lo sabía muy bien.

―Shh ya está pequeño, son solo truenos… shh…

―Koo

Jungkook sonrió por lo bonito que sonó su nombre en la vocesita de Jimin, levantó el rostro de Jimin para que le prestara atención.

―Jimin necesitamos cubrirnos de la lluvia. ¿Entiendes?
🤘🫱🫸🤙🫳🫷🤞🤌🫸🤘🫷🫱🫴

―Llu… lluvi

―Exacto Jimin, lluvia, cubrirnos ― el castaño hacia mímica para que el pequeño salvaje pudiera entender mejor lo que quería decirle.

El rubio se levantó temeroso, y no se despegó del castaño, caminaron un poco a través de la selva y encontraron una especie de escalones en un árbol, el pequeño observó a Jungkook y señaló hacia arriba, así que los dos comenzaron a trepar por el tronco del árbol hasta llegar a una especie de casita, choza, refugio, guarida, o clase de algo a lo que Jimin definía como casa, Jungkook pudo suponer fácilmente que era el hogar de Jimin, había pieles, y había unos cuantos frutos colgados de una rama, tenía un dibujo, uno que la madre de Jungkook le había hecho hace tiempo, era más joven y estaba muy deteriorado por el tiempo, el lugar era bajo por lo que solamente se podía entrar agachado o casi arrodillado, Jimin entró y Jungkook se quedó al pie de la diminuta choza, ambos se observaban intentando entender sin palabras las expresiones uno del otro, un fuerte trueno volvió a sonar y eso impulsó a Jimin que se aventara a los brazos de Jungkook temblando.

Después del sobresalto, Jimin jaló a Jungkook dentro de su pequeño lugar; y a los pocos minutos se soltó una lluvia torrencial, tan fuerte que incluso el sonido de la lluvia llegaba a ensordecer un poco, Jungkook se acomodó mejor, y se abrazó a sí mismo el no estaba acostumbrado al clima y comenzaba a tener frío, Jimin por otro lado, estaba sentadito junto a él, temeroso por los truenos, e intentando imitar la pose de Jungkook.

―Koo
―mmmh ? que sucede Jimin? ― Jungkook le contesto con cariño, le empezaba a gustar mucho como pronunciaba el rubio su nombre.

Jimin estiró su mano hasta recoger la lágrima que se había escapado de los ojos del castaño, sí, Jungkook aun estaba llorando por su madre, el rubio se acercó más a él hasta poder recargar su cabeza en el hombro del arqueólogo.

―Es extraño sabes, soy muy malo para relacionarme y supongo que estas en las mismas sircunstancias, y míranos, parecemos una pareja de años cuidando de nosotros mismos… Pero qué cosas estoy diciendo?, ...creo que mejor debería enseñarte a hablar, supongo que es lo que mamá hacía.

Los siguientes días Jungkook se dedicó a enseñarle a hablar al
Jimin, el rubio era muy hábil, y entendía fácilmente lo que el castaño le estaba enseñando, y a cambio, Jimin lo alimentaba y lo llevaba al río y nacimiento de agua, para asearse y beber agua.

Jungkook comenzó a ser más hábil, aunque no tanto, la torpeza era algo que lo caracterizaba y por más que llevara casi un mes viviendo completamente al estilo salvaje, sus habilidades habían mejorado solo un poco.

La convivencia entre ellos se dió de forma muy natural, Jimin disfrutaba pasar tiempo con él y definitivamente le gustaba su cercanía, a pesar de que en un principio no aceptaba el toque del castaño.

Jungkook analizaba todo lo que estaba pasando y la forma en que se sentía, era extraño, por que la interacción o estilo de relación que mantenía con Jimin era muy lejos de catalogarse en lo normal, Jimin era juguetón y atrevido, no tenía pudor con el espacio personal, le encantaba lenguetear a Jungkook quizás como muestra de afecto o cariño, y le encantaba olfatearlo, y algunas veces, cuando solamente contemplaban la lluvia Jimin recargaba su cabeza en el hombro de Jungkook, se tomaban de la mano y entrelazaban sus dedos con cariño.

El castaño por otra parte a pesar de ser intromisiones muy fuertes en su persona lo permitía porque se sentía bien, aceptaba todas las muestras de afecto del rubio, y así  mismo no podía contenerse de regresar las, al acariciar sus mejillas, o dar besos en la coronilla mientras están recostados para dormir, incluso se había atrevido a hacerle cosquillas, aunque la primera vez Jimin le hubiera gruñido furioso por la nueva sensación.

Incluso había olvidado por un rato buscar su expedición y más aún no había pensado para nada en volver a casa.




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