☙ Amazonas 18❧

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☙ Cuando la tarde llegó Jungkook intentó hablar con Jimin, pues quería saber que pensaba y aún tenía miedo que los nativos quisieran volver por Jimin, aunque los de su campamento no distaban mucho de ser iguales que los otros.

― ¿Cómo te sientes Jimin?
―Koo… casa, chimi… koo… casa ―  le rogaba el rubio entre susurros estaba aterrado, ― No podemos irnos aún Chim, es peligroso, puede que aún te sigan buscando… y yo no quiero que te pas....

―Jungkook te habla Namjoon y Yoongi, están en la carpa principal ―  le avisaba su tío que apenas y se asomo a la carpa, interrumpiendo la platica con su rubio.

El castaño salió de la carpa con Jimin siguiéndolo de cerca, el pequeño llevaba puesta una camisa de Jungkook que le quedaba lo suficientemente larga para cubrir su anatomía, Jungkook se acercó temeroso, sentia un mal presentimiento, antes de llegar a la carpa, se podía escuchar una discusión muy acalorada, pero cuando Jungkook entró, se hizo un silencio incómodo, además de estar Namjoon y Yoongi, estaba Jin, el Jefe Balam, y unos cuantos más de la expedición.

―Jungkook ― se dirigió Namjoon al castaño, tomando posesión de la palabra ― Puedes explicarnos ¿quién es él?— Encaraba Namjoon de un modo hosco.

Jungkook carraspeó un poco y después de recorrer todo el lugar con la mirada, intentando observar a todos lo presentes, cuando posó los ojos sobre los de su tío, Jin asintió suavemente intentando darle confianza, así que Jungkook respiró profundamente y comenzó la explicación.

―El es Jimin, mi madre lo rescató, él fue expulsado de su tribu junto con su madre al nacer, por sus diferencias físicas, alegando que es un demonio y que es un mal augurio para las tribus, ha sobrevivido todo este tiempo sólo, cuando mi mamá lo encontró, lo adoptó por decirlo de algún modo, le enseñó a hablar lenguaje de señas, lo básico, él fue quién me rescató y me mantuvo con vida la mayor parte del tiempo, cuando nos encontraste, acababa de rescatar a Jimin de la tribu salvaje que quería sacrificarlo.

―¿Tienes algo más que agregar?
―Si, Jimin viene a donde quiera que yo vaya, y no esta a discusión.

Los ojos del jefe Balam casi se salían de su órbita pues para él era claro que Jimin debía ser sacrificado por ser un demonio, en el instante que Jungkook terminó de hablar se desató la discusión nuevamente, y es que el Jefe, exigía que le fuera entregado el rubio para proceder con sus costumbres y sacrificarlo por el bien del Amazonas ya que es el demonio de la selva, Jungkook pudo intuir que era lo que estaba pasando puesto que mientras alegaba el jefe, manoteaba señalando a Jimin evidenciando sobre lo que hablan.

Sin que nadie se diera cuenta se escabulló de la carpa jalando a Jimin tras de él, sabía que era cuestión de tiempo que quisieran llevarse de nuevo a Jimin por lo que corrió a su tienda y comenzó a empacar bajo la mirada curiosa del rubio, murmuraba y maldecía para sus adentros, pues no sabía muy bien que estaba haciendo, ni cómo deberían ser las cosas cuando Jimin se interpone bruscamente entre sus manos y le dedicó una mirada de incertidumbre haciendo que el castaño pause sus movimientos y se sumerja en la mirada del pequeño rubio frente a él, tomó el rostro de Jimin y unió sus frentes, sabía que Jimin era valiente pero verlo tan desarmado en estos momentos le dolía en el pecho y lo único que se le ocurrió hacer en eses momento fue besar sus labios, y saborearlos con la misma intensidad con la que Jimin se aferraba a los suyos.

En ese momento entró Jin a la tienda interrumpiéndolos sin pudor, con el semblante arrugado y sudor en la frente, la respiración un poco agitada.

―Jungkook no hay tiempo tienes que decirme que es lo que planeas hacer, yo te apoyaré, lo sabes.
―¿Cómo que no hay tiempo, que está sucediendo tío?, Respóndeme!,
—Vienen por Jimin y ni tú y mucho menos yo podemos evitarlo, hemos sido amenazados por la tribu y si nos negamos nos aniquilarán a todos, ¡tienen que irse ya!

Jungkook levantó su mochila con lo poco que pudo recoger y tomó a Jimin de la mano para pasar a lado de Jin y correr a toda carrera pero era demasiado tarde, antes de poder dar un paso más dos hombres de la tribu entraron a la tienda con sus lanzas apuntando con intenciones de tomar a Jimin y llevárselos, pero Jungkook no planeaba ceder ante sus peticiones, Jin logró empujar a uno de los nativos distrayéndolos para que pudieran escapar, el castaño presentía lo que venía por lo que en señas rápidas le habló a Jimin.

―Corre Jimin, corre lejos… te encontraré en dos días.




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