☙ Amazonas 32❧

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❧ La verdad, era que no sabían qué es lo que seguía, se sentía tan bien ese abrazo y el calor de sus cuerpos y las manos aferradas al contrario, Jungkook unió sus frentes, y navegó en esos hermosos ojos azules, ahí se dió cuenta que realmente estaba dispuesto a morir por su rubio, así que en su último impulso de valentía, o pendejez, o impulsividad, besó a Jimin, solo un segundo, lo aventó lejos y con el cuchillo en mano que tenía oculto entre sus ropas, se giró y degolló al nativo que tenía próximo a él, y pretendía llegar hasta el jefe, pero el grito de Jimin lo hizo frenarse y girar a verlo, un nativo le había lastimado una pierna, Namjoon aprovechó el desconcierto y corrió hacia Jungkook para alejarlo del jefe que se acercaba a él con velocidad.

El gran jefe estaba furiosos porque habían matado a uno más de sus guerreros, Jungkook y Nam yacían en el suelo, el jefe se desvió de ellos y se dirigió hacia Jimin, planeaba descargar toda su ira y la venganza de su gente en el pequeño rubio, que estaba aterrorizado por todo, por el terrible dolor en su pierna, por el miedo de que le harían a él y a su Koo, el jefe miró al hombre que tenía sometido a Jimin y le extendió la mano, el nativo entregando inmediatamente un cuchillo, el guerrero inmediatamente levantó a Jimin, lo sostenía por los hombros y estiraba su cuello, jalando el cabello del rubio para que este quedara verdaderamente expuesto al jefe.

-Agarrenlos a todos - rugió el jefe con cólera.

Los nativos se movieron para capturar a todos, y los demás, poco podían hacer, los superaban en número y fueron sometidos fácilmente, el gran nativo levantó su mano con el gran cuchillo en ella y planeaba sacar el corazón de Jimin, pero justo cuando bajaba con gran velocidad un pequeño ser se colgó al cuerpo del rubio como garrapata, haciendo al gran jefe trastabillar y soltar el cuchillo inmediatamente.

-¿COMWOMBO ¿que haces aquí?, sueltate del demonio blanco....
-No padre, él no es un demonio, él es mi amigo, él me salvó de ser devorado por una serpiente, y ahora yo lo salvaré de ser devorado por un gran jefe..

El pequeño Comwombo era el hijo del gran Jefe, y efectivamente era el único que podía hacerlo cambiar de parecer, pero en esta ocasión era diferente, habían perdido a muchos por capturar al demonio y por cobrar su venganza, todos al rededor observaban desconcertados la escena, incluso si propia tribu.

- Sepárenlos, arránquenlo de su cuerpo.

El pequeño chiquillo mordió y pateó a todo el que quería acercarse, y el jefe estaba quedando en ridículo por su hijo, estaba asombrado con la vehemencia con la que Comwombo defendía al demonio, pero no podía desistir de su decisión y tradiciones.

Lo habían buscado por años y ya era más una leyenda que cazar, que una verdad, al decir verdad si estaba sorprendido de la apariencia del demonio, en realidad era verdaderamente normal y sangraba sangre roja igual que ellos, por lo que quizás solo era un crío diferente de ellos.

-¡Traición! Comwombo traicionó a la tribu y al gran jefe, merece la muerte junto con el demonio - gritaba un guerrero de entre los que estaban ahí.

El jefe lo miró por sobre el hombro sin girarse por completo y en un movimiento certero el cuchillo paró en la frente del guerrero desplomadose inmediatamente, dejando a todos boquiabiertos, la verdad le habían afectado las palabras del nativo, ¿matar a su hijo?.

Con la respiración agitada y todas las miradas sobre él, habló el gran jefe.

-Tienen tres lunas para dejar la selva, ni mi gente, ni nadie que responda a mi les hará nada, ya sé ha derramado demasiada sangre por un estúpido crío de cabello color de sol, si a la cuarta luna siguen en mis tierras mataré a todos sea de la raza que sea - dijo esto dirigiéndose furioso a su hijo.

Los nativos comenzaron a soltar a las personas de la expedición, Comwombo seguía sujeto a Jimin y el nativo los soltó, permitiendo que el rubio cayera al suelo lllorando de dolor por la pierna herida.

Los nativos de uno a uno se fueron alejando, volviendo la selva a estar en silencio, el último en irse fue el jefe, estaba esperando por Comwombo pero había sido ignorado completamente, hiriendo su orgullo de jefe y de padre, no lo entendía.

Después de un respiro Jimin habló bajito - Comwo ir, dejar Chim, Comwo ir con Comwo grande.

El chiquillo se aferró más a su cuello y lloró, por que sabía que las cosas así tenían que ser, pero no quería dejar a su amigo, él único que tenía, cuando Comwo se soltó de Jimin y se bajo de él se sentó a su lado, se quitó un colgante del cuello, era el colmillo de un jabalí que había cazado con los chicos de su tribu, como una prueba de valentía.

-No me olvides Chim - y con un gran cariño entregó el objeto entre las manos de Jimin, el pequeño se levantó se limpió las lágrimas con su antebrazo y se dirigió a su padre, que había comenzado a alejarse, esa fue la última vez que Jimin vería al chiquillo y le apretujaba el corazón, vaya, que rápido se hacían lazos en la selva, bastaron unos días para que Comwombo arriesgara su vida por Jimin, al igual que fueron unos cuantos días en los que Jungkook le había entregado su corazón a Jimin, a su rubio de ojos tan claros como el cielo.





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