☙ Seis días después del altercado con Yoongi, Nam y Jin, la expedición se encontraba repartida en dos tiendas de campaña, se llevaron solamente las más grandes que tenían, la lluvia no había cesado y esa era una ventaja para Nam, había mandado a uno de avanzada, pero no había tenido contacto ni señales de vida, por lo que daba por hecho que no lo había logrado, según su brújula y sus puntos en su mapa, faltaban alrededor de doce días aún de viaje, siete si no paraban en lo absoluto.
A las horas, después de un pequeño descanso y hacer un pase de lista rápido, se pudieron dar cuenta que faltaba Charles, que solo había salido a fumar según algunos, Namjoon cruzó miradas con Jin, pues ambos sabían lo que estaba pasando, la tribu aborígen los irían eliminando, y lo hacía uno por uno hasta dejarlos completamente vulnerables.
―Levanten tiendas, nos vamos, no esperamos a nadie ― Indicaba Namjoon con voz firme.
En ese momento Jin empezó a sentir la posibilidad de no lograr salir vivos de aquella selva, quizás habían sido demasiado soberbios, al entrar al Amazonas como grandes exploradores sin temor ni cautela, y quizás ese fue su error, su exceso de confianza, eso era ahora lo que los tenía huyendo a toda velocidad.
Mientras Jin recogía lo poco que traía para meterlo a su mochila se dió cuenta que esta se había caído y se había vaciado todo el contenido en el suelo, poco a poco levantó sus pertenencias, su cepillo de dientes, que en ese momento era lo que menos le importaba, ahora le parecían cosas banales a este punto, hasta que recogió el diario de su hermana, ese que le dió Jungkook una vez que se reunió de nuevo con ellos después de haber caído por esa caverna hace varios días, no pudo evitar ojearlo, y en una de sus páginas encontró un dibujo, unos ojos en una página, y bien pudo reconocer esa mirada, del otro lado del diario estaba el dibujo de un pequeño, muy bien detallado el dibujo, Jin leyó alrededor del dibujo, y un par de hojas más adelante, y recordó a Jimin el día que le mintió para que se fuera y su corazón se estrujo.
―Que estaras haciendo en esos momentos pequeño?, de verdad, de verdad de verdad, deseo que estés bien… pequeño Jimin — susurraba tan bajito para si mismo.
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Mientras tanto en una cueva obscura muy muy lejos de la expedición...
Era la quinta vez que Jimin gritaba y se sobresaltada por lo que tocaba su pie en esa cueva, las palpitaciones de su corazón eran fuertes, estaba asustado, pocas veces había sentido esa sensación, había caminado alrededor de una hora, y se pudo dar cuenta que iba en descenso, sus piernas no habían dejado de temblar desde que sintió por primera vez, algo viscoso pasando por su pie, se sentía aterrado, quería hacerse bolita y llorar, pero no era el mejor lugar posible, él sabía que si dentro había un depredador ya lo había alertado de su presencia, tras tanto grito, definitivamente Jimin no estaba en las mejores condiciones, le dolían los pies por tropezar con piedras y estalagmitas.
Por suerte sintió que el aire se aclaraba y se dió cuenta que había llegado a una especie de poza, el tamaño era algo grande y no había modo de llegar al otro extremo más que atravesando la poza de agua, por lo que podía apreciar el rubio.
Jimin recordó que Jungkook le había enseñado a “nadar” así que sabía que sólo era armarse un poco de valor, intentó tocar el agua con el pie y estaba helada, era una situación que lo exasperaba, llevó las manos a su cabello y lo apretó con furia y gritó fuertemente incluso doblándose hacia delante para intentar sacar toda la frustración, y después de un gruñido se introdujo paso a paso a la poza, caminó suspirando y jadeando, el agua realmente estaba helada.
―Awa … frío… Chimi… frío… no awa…
Balbuceaba Jimin con la voz entrecortada, el agua helada lo había enfriado rápidamente, después de unos minutos le llegaba al pecho y aún estaba todo bajo control, pero dió un paso más y un desnivel en el piso lo hizo hundirse por completo, al principio entró en pánico, y tragó mucha agua y manoteo y pataleo muy desordenadamente, hasta que se acordó lo que Jungkook le había enseñado, pudo salir a flote, y pataleó con más ritmo para mantenerse en la superficie, apenas lo lograba, pero eso era suficiente, después de unos largos minutos de mucho esfuerzo físico, logró llegar al otro lado.
Titiritando se incorporó intentando distinguir el camino, en el espacio de la poza había unos orificios en el techo que permitían entrar un poco de luz, iluminando tenuemente, así es como pudo distinguir por donde caminar.
Después de unos cuantos metros, había dos caminos, Jimin se quedó contemplando unos minutos lo que sus ojos podían percibir, se sentía nervioso y quería moverse de ese lugar cuanto antes, pero cuando se había decidido por un camino, fue tomado del cuello y azotado contra la pared fuertemente, Jimin gritó y se agarró la cabeza, realmente la había dolido el golpe, cuando reaccionó, y se dió cuenta que había alguien más ahí con él, intentó abrir más los ojos, no sabía quién lo había agredido pero eso lo hizo ponerse inmediatamente alerta, de pronto volvieron a tomarlo del brazo y lo azotaron salvajemente al suelo, provocando que perdiera el aire.
Inmediatamente algo se tiró sobre él y comenzó a olfatear su cuello, provocando terror en su cuerpo, de pronto sintió una gran mordida en su hombro, y Jimin gritó fuertemente, desgarrando su garganta, la criatura que estaba sobre él lo tenía muy sometido boca abajo, pero el rubio logró estirar su mano y tomar un gran mechón de la cabeza del ser que le mordía y lo jaló tan fuertemente, que la criatura lo soltó y Jimin pudo levantarse aún sin soltarlo, sintió como unas grandes manos lo tomaron de una pierna y la jalaron, haciéndolo caer de espaldas y golpeando de nuevo su cabeza, la criatura comenzó a arrastrarlo por el camino de la izquierda, Jimin le dió una gran patada en la cara que incluso escuchó el crujido de la nariz al ser rota, la bestia lo soltó entonces.
El rubio se levantó y corrió hacia el otro camino, tropezaba y llevaba las manos hacia al frente intentando encontrar una pared o algo de lo cual guiarse, sabía que la criatura que lo atacó vendría por él, en el camino pasó por unas pozas más pequeñas que burbujeaba y sacaban mucho vapor el ambiente ahí era cálido, la vista de Jimin se había acostumbrado a la oscuridad y podía identificar mejor las cosas a su alrededor.
Le urgía salir de ahí, ya había olvidado por completo la flor e incluso no se había acordado de Jungkook, tenía mucho dolor en su hombro, le dolía la cabeza y sus piesitos a pesar de ser resistentes, ya estaban en mal estado.
Seguía avanzando evitando estalactitas y estalagmitas, pasando por estrechos pasillos o muy bajos en donde incluso tenía que arrastrarse, mientras avanzaba escuchó el gruñido o grito o sonido que produjo aquel ser y sabía que tenía poco tiempo, de pronweto el aire se aclaró, era fresco sabía que se encontraba cerca de una salida, cuando llegó al lugar de dónde se sentía el aire más fresco se escuchaba un fuerte cauce de agua, era un río subterráneo enorme, con una corriente muy salvaje, no había otro camino, nada, Jimin estaba atrapado.
Había caminado todo ese tiempo hacia una muerte segura y entonces de nuevo volvió a acordarse de Jungkook.
― Kook… no Kook… no Chimi
Y lloró, lloró tan desconsoladamente, en su vida no recordaba haber llorado así, como lo estaba haciendo en este momento, estaba tan cansado y adolorido, aterrado y desesperado, si moría no lo volvería a ver jamás y algo muy dentro de su ser le pedía con desesperación regresar a él.
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☙ Salvaje ❧
Fanfiction✿ Una expedición de búsqueda y rescate en la espesa selva del Amazonas, que pone a prueba la resistencia y cordura del grupo. Jungkook, un arqueólogo novato, que por suerte sigue vivo en esa misión, su vida da un giro de 180º luchando por sobrevivi...