✿ Una expedición de búsqueda y rescate en la espesa selva del Amazonas, que pone a prueba la resistencia y cordura del grupo.
Jungkook, un arqueólogo novato, que por suerte sigue vivo en esa misión, su vida da un giro de 180º luchando por sobrevivi...
❧ El pequeño salvaje se removió de entre los brazos del castaño, se levantó aun un poco torpe e incitó a Jungkook a hacer lo mismo.
El rubio primero se asomó fuera de la cueva, ya era pasado de medio día, regresó y jaloneó a Jungkook del brazo para que lo siguiera, y así fue, el castaño caminando detrás del rubio hacia quién sabe dónde.
Jimin caminó por casi una hora, hasta llegar al pie de un árbol gigantesco, era enorme un tronco grueso quizás de unos dos o tres metros de ancho, con unas enormes y prominentes raíces, hermoso, incluso hasta místico, Jungkook estaba asombrado por la majestuosidad del árbol frente a él, Jimin lo soltó y comenzó a escalar por el árbol, hasta llegar a una grieta en éste, a unos cuantos metros del suelo, Jimin metió la mano en la grieta y sacó algo pequeño, descendió y se acercó a Jungkook, le estiró la mano y dejó caer en la palma de su mano un reloj.
Jungkook exhaló un jadeo, por la sorpresa, era el reloj de su madre, los ojos del arqueólogo se cristalizaron de repente, no pudo contener su llanto, y se desplomó sobre sus rodillas, y se derrumbó más aún, Jimin entendía la tristeza, pues también él había perdido a "mamá"
Después de unos minutos en los que Jungkook lloró y Jimin le golpeaba suavemente la cabeza en un intento de calmarlo, el castaño se levantó y le entregó el reloj a Jimin para que lo regresara a su lugar.
El rubio no entendía, él quería que Jungkook se quedara con ese artefacto que no tenía ningún valor para él, pero accedió a sus señas y regresó el reloj a la grieta.
―Mamá 🫷🫴🤘🖖🫱
―Lo entiendo Jimin, sí, mamá.
―Chi…Chimin
―Jimin si, tú eres Jimin.
Y con un gruñido le dió a entender que esperaba escuchar algo más.
―¿Qué? No entiendo Jimin.
El rubio se puso la mano en el pecho y habló
-Chimi…
Y después puso la mano en el pecho de Jungkook y con sus ojos celestes lo observó.
―ok, entiendo, entiendo, yo soy Jungkook
―Koo
―Así es Kook
Jimin sonrió muy contento por saber el nombre del chico que tenía enfrente, Jungkook le correspondió con una sonrisa y algo cálido se instaló en su interior; de repente un fuerte trueno en el cielo los hizo salir de su estupor, Jimin reaccionó encogiendose, temeroso y afligido, el castaño nunca lo había visto en esa faceta, otro trueno más fuerte que el anterior volvió a sonar y Jimin se encogió sobre sus rodillas y se tapó los oídos, Jungkook lo abrazó por impulso, y el pequeño se apresuró a refugiarse en el pecho y cuello del arqueólogo.
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