☙ Amazonas 35❧

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☙ Jungkook un poco desanimado después de la discusión, se acercó a él, y cuando conectaron miradas, lo tomó de la muñeca y lo jaló junto con él para que caminaran por unos minutos alejándose de todos, al poco tiempo llegaron a un riachuelo, y Jungkook se sintió feliz necesitaba asearse, urgentemente, y después de pensarlo unos segundos se quitó las botas, las calcetas, el pantalón y la camisa, quedando en ropa interior solamente, Jimin lo miraba extrañado pero le gustaba lo que veía, inocentemente extendió su mano hasta tocar una de las marcas en el cuerpo de Jungkook, y éste respingó pues no lo esperaba, Jimin retrajo la mano velozmente porqué pensó que lo lastimaba.

—Tranquilo, no me duele tanto, sólo que estás helado y me asusté un poco.

Jungkook comenzó a meterse en el riachuelo, el agua estába ñ helada pero necesitaba una ducha con urgencia, era la primera vez en mucho tiempo que estaba cien por ciento consciente y aprovecharía eso, Jimin por otro lado estaba al borde del riachuelo, sentado aún con su pierna entablillada, observando a Jungkook como disfrutaba el agua, ansiaba estar con él, pero tenía miedo, su última experiencia en el agua fue un poco traumática, y aunque era poco profunda permanecía al borde.

Jungkook se giró y observó a Jimin, lo invitó un par de veces a entrar en el agua, pero evidentemente Jimin tenía miedo, pero las ansias de estar con Jungkook lo impulsaron a acercarse lentamente, teniendo espasmos por la temperatura del agua que lo hacían jadear, hasta que se acostumbró un poco, el pequeño rubio llegó donde Jungkook y le sonrió en grande, se sentía orgulloso de haberse metido al agua y alcanzarlo.

Jungkook lo contempló embelesado, y es que Jimin era una criatura extraordinaria, rubio su cabello contrastando con su piel tostada, y esos ojos tan claros como el cielo pero tan profundos como el mar, su anatomía menuda pero en excelentes proporciones, sus brazos y piernas fuertes, su abdomen tas exquisitamente marcado y ese hermoso cinturón de adonis que desciende perfectamente hasta ocultarse en su taparrabo, era fácil de arrancar suspiros y Jungkook no podría negarlo.

Cuando estuvo cerca de Jungkook se aventó a sus brazos provocando que ambos cayeran al agua, no era profunda pero no evitó que terminaran empapados, los espasmos de Jimin por lo helada del agua, comenzaron a asustarlo un poco haciendo que se pescara de Jungkook como sanguijuela, el arqueólogo se quedó unos segundos inmovil, pues estaban piel con piel, y aunque las intenciones del rubio eran meramente inocentes, Jungkook no pudo evitar ver a Jimin de otra manera, sus manos apenas rozaban su espalda sosteniéndolo muy suavemente, y en un instante ambos cruzaron miradas, el rubio era un poco más bajo, por lo que tenía que alzar un poco su rostro y Jungkook lo contrario, definitivamente dejaron de sentir el frío, y las manos de Jimin comenzaron a recorrer el cuerpo del castaño curioso, recorriendo las marcas de picaduras, y quemaduras que tenia en todo el pecho y brazos, sin desconectar sus miradas, era un acercamiento tan intimo.

—¿Qué me has hecho Jimin?, quizas despues de todo si eres un demonio y me tienes embrujado…

Y sin más acortó la distancia y se apoderó de los labios de Jimin, el gemido de ambos, resonó en su caja torácica, habían ansiado tanto sentir esa cercanía con el otro, tanto que parecía mágico lo que ambos sentían, Jungkook acercó más a Jimin a su cuerpo, el rubio había comenzado a tiritar por el frío, y Jungkook no pudo evitar sonreír en medio del beso, el rubio era fuerte, ágil, en extremo valiente y aguerrido, pero por otro lado era una ternura de chiquillo, vulnerable y delicado, en medio de los brazos de Jungkook.

A lo lejos escucharon un silbido, que quizás era un aviso de que estaban por partir, Jungkook lo tomó de la mano y lo dirigió a la orilla del río, él se vistió rápidamente, mientras Jimin se abrazaba a él mismo y tiritaba de frío.

—Espérame aquí iré por ropa para ti, no tardo — Le hablaba dulcemente Jungkook a su pequeño rubio.

El arqueólogo lo llevó a una enorme roca y lo hizo sentarse sobre ella, Jungkook se alejó de prisa para llegar por alguna camisa o ropa para que Jimin pudiera usar, además de querer que se acostumbrara a usarla, ya que se se adentraría a la vida citadina. 

Jungkook llegó al campamento pero solo estaban Jin, Nam, Yoongi, Wang y Lee, solo faltaba MonBun, el arqueólogo se sintió extraño al no verlo alrededor, por lo que se apresuró a tomar una camisa de la mochila de su tío Jin y salió corriendo de regreso, con el corazón palpitando en los oídos,  muy cerca de él iba Nam, que se había dado cuenta del faltante en el grupo, cuando se acercaba al riachuelo se escuchaba un alboroto, y cuando llegó encontró a MonBun con los pantalones en los tobillos intentando someter a Jimin, el cambio en el gesto de Jungkook fue increíble, sus ojos brillaron en cólera y su cuerpo se ensanchó dándole una apariencia temible, se aproximó a ellos velozmente y arrancó a MonBun de encima de Jimin, y lo aventó al suelo cayendo sobre él, y proporcionando un sin fin de golpes, estaba furioso propinando golpes sin descanso, hasta que alguien lo levantó de la cintura, mientras él aún seguía luchando y furioso, sacudiendose violentamente.

—REACCIONA, ve a revisar a Jimin,— le decía Namjoon enérgicamente para lograr sacarlo de ese estado.

Jungkook al escuchar el nombre de su rubio, volvió en sí y se dirigió a toda prisa a Jimin, que estaba paralizado por lo vivido, estaba sentado echó bolita, abrazando sus piernas fuertemente y temblando de miedo.

Jungkook se acercó lentamente e intentó tocarlo para ayudar a levantarlo pero Jimin se alejó, acto que le dolió al castaño.

―Shh, Jimin Soy yo, Koo, mírame aquí estoy — le hablaba en susurros para no alterarlo más, pero el rubio no quería reaccionar, Jungkook lo intentó de nuevo, tomando la camisa de Jin y poniéndola sobre los hombros del rubio, haciendo que éste al sentirla levantara la vista y encontrarse con los ojos bonitos de su Koo, y repentinamente Jimin se lanzó a sus brazos, temblando y sollozando.

— Estoy aquí Chim —Lo recibió entre sus brazos, tomó la mano del rubio y la dirigió a su pecho en donde se sentía el palpitar de su corazón, y Jimin comenzó a estar en calma.

Le acomodó de mejor forma la camisa, el rubio sonrió divertido por cómo se sentía con eso puesto y a Jungkook se le ensanchó el corazón de ver a su hermoso rubio sonriendo, lo tomó de la mano y caminaron de regreso donde los demás.

Namjoon tenía a Monbun atado a un árbol, definitivamente necesitaban vigilarlo, no era un chico de fiar, cuando Jimin lo vió atado ahí tomó un cuchillo que estaba en la mochila de Jungkook y se aproximó ágilmente a MonBun.

—Jimin NOOOOOO !! — Gritó un Jin muy alterado, no entendía el proceder del rubio.

Todos voltearon a ver la escena Jimin se detuvo en seco, con la respiración agitada y la mirada clavada en el hombre atado al árbol.

—Jimin, no, ven con Jungkook.

El rubio no se movía y le gruñía a MonBun, mostrando sus dientes como felino, quería lastimarlo, estaba furioso y aún tenía toda la intención de lastimarlo —Jimin — le habló Jungkook esta vez y el rubio solo atinó a lanzar el cuchillo a MonBun que cayó en el hombro del prisionero.

Jimin regresó a Jungkook y se refugió entre sus brazos, ahí los demás se pudieron dar cuenta de lo letal que era el rubio, la expedición partió momentos después, llevaban a MonBun con las manos atadas a la espalda, y lo vigilaban, mientras Jimin caminaba a lado de Jungkook, y Jin los observaba a lo lejos.









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