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Estaba soñando plácidamente cuando de un momento a otro siento unas pequeñas cosquillas por todo mi rostro junto con una suave y angelical voz. Abro los ojos despacio y veo a Asha acostada sobre mi mientras me mira fijamente con una sonrisa.
- 10 minutos más. - Pido volviendo a cerrar los ojos y rodeando mis brazos sobre su cuerpo acercándola hacia mi.
- Mi amor, tenemos muchas cosas que hacer hoy. - Me dice mientras peina mi cabello con su mano. - Tenemos que llevar las invitaciones de la boda a casa de tus padres y luego ir a Jeju.
Aún con los ojos cerrados me aferro a su pequeño cuerpo. - Solo déjame dormir 10 minutos más y luego haré todo lo que me pidas. - Pido besando su cuello a la vez que escucho su risa.
- Esta bien. Te dejaré dormir un rato más, pero luego vendré a despertarte y no quiero quejas de tu parte, cielo. - Simplemente emito un leve "Hm" mientras siento como se baja de la cama y cierra la puerta de la habitación.
Tenía la esperanza de seguir durmiendo pero, oh sorpresa, escucho los gritos de los chicos afuera. De mala gana me levanto de mi preciada cama y salgo de la habitación un poco molesto.
- ¡Pero es que ustedes no pueden estar 10 minutos sin hacer ruido! - Les grito a los 6 monos que tengo como compañeros de grupo.
- ¡Jay empezó! - Se excusa Heeseung.
- ¡Yo que culpa tengo de que seas mal perdedor! - Responde frustrado Jay.
- ¡Ya cállense los 2! - Asha sale de la cocina con una espátula en la mano. - Les dije claramente que no gritaran porque Jungwon estaba durmiendo, ¿y que es lo primero que hacen? Ahora ustedes 2 van a terminar de hacer SU desayuno. - Los dos se quejan. - ¿Dije que podían quejarse?
- No, Asha. - Murmuran los dos.
- Vayan a preparar el desayuno para los demás entonces. - Dice extendiéndole la espátula a Jay, quien lo acepta sin decir nada. Se gira a mi y me sonríe. - Perdón Wonie. Les dije que no gritaran.
- No te preocupes. - Digo besando su mejilla.
- Tu desayuno está preparado. - Murmura suave.
- ¿Waffles y café? - Asiente leve. - Tengo la mejor prometida del mundo... - Susurro antes de acercarla a mi y besarla suavemente. Una de sus manos se posa en mi mejilla acariciándola.
- Qué asco. - Nos separamos debido a la voz de Niki, quién nos miraba asqueados.
- Mira, niño. Ven aquí Nishimura. - Y en menos de 2 segundo teníamos a los dos maknaes corriendo por todo el departamento.
Niego riendo y me voy a desayunar, escuchando los gritos de fondo. Luego de unos 10 minutos en lo que desayunaba y me cambiaba de ropa, ya estaba listo. Solo me faltaba mi mochila. - Mi amor, ¿estás lista? ¿Tienes las invitaciones?
