Hace varios minutos atrás Vegeta hizo presente en el cielo azulado una luna artificial, debido a las potentes ondas que emanaba esta misma, el príncipe de la raza guerrera se entregó por completo a los deseos que le pedía su naturaleza saiyajin.
Esto para Zac era lo peor que le pudiese pasar, ya que, él nunca ha sufrido la dicha transformación de la raza que ahora pertenece, jamás había pensado en la posibilidad de usar esa forma o incluso tratar de controlarla como debería ser. Su respiración fue acelerando a unos niveles alarmantes, su vista seguía sobre aquella esfera blanca, su cuerpo aclamaba que se dejara llevar por su verdadera naturaleza.
Como era de esperar, Vegeta cuarto ya había iniciado con su transformación. Y el joven saiyajin trataba de controlarse, pero le era imposible, esa sensación, el instinto de los saiyajins no le permitía controlar su propio cuerpo. Asimismo, el muchacho se dejó llevar por aquella sensación. Pudo sentir como sus extremidades iban creciendo a la par que iba perdiendo conciencia propia, sus vestimentas al no ser adecuadas para dicha transformación sólo terminaron por hacerse añicos.
Zac en sus últimos momentos de conciencia, no puede evitar recordar las palabras del hermano mayor de Goku...
Ambos saiyajins intercambian patadas tras patadas, después de un largo tiempo así. Zac se detuvo al darse cuenta que ese día iba a ser luna llena. Raditz lo miró extrañado al ver como aquel sujeto aterriza y desaparece entre los árboles evitando así la luz lunar.
El primogénito de Bardock se percató de que la luna estaba poniéndose en su posición, pero al parecer no había tanta luz como para generar un cambio en el cuerpo de ambos. Se acercó de manera apresurada al joven y detuvo su paso al hablar:
- ¿No me digas que no te has transformado en ozaru? - Indagó en un tono burlón. Zac solo chasqueó la lengua ante esa pregunta, para él quizás era humillante no saber controlar aún su transformación ozaru, pero aún así no quería hacerlo... su mente aún no aceptaba que pertenecía a esa raza.
-Eso no te incumbe. - Se ofendió. Zac cabizbajo y desvió la mirada. - Solo quiero descansar y tengo hambre. - Excuso.
Pero Raditz no se comió el cuento de aquel chico. -Sé que no es mi asunto, pero deberías controlarlo. Tomará algo de tiempo, pero llegarás a hacerlo. - Explicó Raditz. Zac se mostró asombrado ante el consejo del saiyajin nunca se imaginó que aquel hombre le diera un consejo, más aún sabiendo como son los saiyajins. - En mi caso tardé varios años para tratar de entrar en razón. Siendo de clase alta no se te dificultará. Es un desperdició que un guerrero de clase alta no acepte su transformación. - Zac volvió a mirarlo, pero esta vez le frunció el ceño indicando su molestia por la conversación.
-No me interesa transformarme en algo que terminará destruyendo el planeta en que vivo. - Alegó Zac con los dientes apretados y se limitó a irse.
Raditz frunció el ceño y se acercó de manera agresiva al joven lo volteó de manera brusca y le dio un golpe en rostro. Zac ni lo vio venir, el joven saiyajin cayó al suelo mientras miraba atónito al hombre de cabello largo.
- ¡No puedes dudar de tu poder! ¡ERES UN SAIYAJIN! ¡Deberías estar orgulloso de serlo! Y !Más aún siendo un guerrero de clase alta! - Declaró Radit en un tono irritado. El muchacho se sorprendió ante los reclamos de aquel hombre, y solo bajo la mirada, cosa que molestó aún más al hermano mayor de Kakaroto. Lo tomó del cuello de su sudadera y lo elevó hasta su rostro. - ¡CUANDO TU MALDITA TRANSFORMACIÓN TE CAUSE PROBLEMAS, ESPERO QUE NO LLORES COMO UN MALDITO COBARDE POR ESTE PLANETA! - Espetó el saiyajin, seguido lo lanzó al suelo, le dio una mirada de desagrado y terminó retirándose del lugar para luego perderse entre los árboles de la zona.
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Ahora esta es mi nueva vida.
FanficUn chico común y corriente de la gran ciudad sufre un accidente que lo llevó casi al borde de la muerte. Su madre quien temía que su hijo se culpara por todo lo sucedido en el accidente, decide tomar la decisión más fuerte de su vida, en la cual es...