Ahora esta es mi nueva vida.

◽️ Capítulo 2 ◽️

Tras partir de aquel planeta desolado, me dediqué a trabajar duramente en el accesorio que me pidió mi usuario, trabaje día y noche sin cansancio todo por cumplir con mi título de Princesa Sagrada. Le demostraré a ese tonto que podré crear el mejor accesorio de todos. Hasta me dará méritos y recomendaciones de películas por esta gran hazaña. Claro también me tomaba mi tiempo de meditación y ver detenidamente mis novelas y lecturas de libros sumamente interesantes, libros que solo un guardián como yo podría leer. Creo que el gran guardián estaría orgulloso de mi por ser tan eficiente, pero el idiota que me tocó por usuario solo es un estúpido que me insulta. No sabe ser delicado con las damas en especial conmigo que soy muy hermosa.

Pero de igual forma me agrada mi usuario. De hecho, se me olvido comentarle que si el muere ambos podemos morir. Bah, después le digo eso. Lo más seguro ni me escucho. Salí de mi espacio personal creado por mí misma en una dimensión vacía lo llamé: "El paraíso de Faila". Es buen nombre la verdad me costó mucho escogerlo hasta el Gran guardián me dio mérito a eso. Ahí paso la mayoría del tiempo, cuando mi usuario solo está inactivo.

Miré el rostro de Zac por unos segundos y debo decir que es algo lindo cuando duerme, aunque es muy joven para mí, en su vida pasada debió tener más edad, pero aquí es solo un adolecente: Su cabello era puntiagudo de hecho ni se cómo se mantenía así, su piel es bronceada y si mal no recuerdo sus ojos eran negros. Creo que cumple con las características de los Sayajins, según mis bases de datos. También se me hizo curioso que hay pocos de ellos, la información decía que su planeta fue destruido y están extintos. No entiendo porque quiso agarrar una raza extinta, es raro. Bueno la selección de razas y rasgos van según a las peticiones del usuario. Tendrá sus razones para agarrar ese aspecto de todos modos no me importa cómo se vea, soy su guardiana al fin y al cabo.

Lo observé por unos segundos y era raro de la forma en que duerme ¿Esa posición no debería dolerle cuando se levante? Verlo así sentado con sus brazos cruzados por su pecho y cabeza reposada contra el muro de la nave ¿No debería molestarle? Cuando despierte le dará dolor en su cuello, pobrecito. Y ahora que veo su ropa me parece rara, no me gusta. Según mis datos esa es la vestimenta común que usan los saiyajins, pero al parecer a él no le ha molestado en usarla.

- ¡Bien! ¡Ya se! – Exclamó. – Le confeccionare un nuevo traje. Creo que le encantará tener una nueva vestimenta nueva. Me basaré en la ropa que usan en este mundo para las batallas. – Dije en voz alta. Ni me preocupaba que despertará. Consiguiente, abrí una ventana de búsqueda de las vestimentas de combates que se usan en Dragón ball. Mi sonrisa se mostró de oreja a oreja. – Ya se lo que haré jajaja. Le va encantar.

━━━━━━✧❂✧━━━━━━

Meses después...

Escuche el sonido de la nave indicando que ya finalizó con la reanimación. Abrí mis ojos lentamente y empecé a parpadear para poder quitar aquella visión borrosa. Me dolía un poco el cuerpo como si hubiese dormido en una mala posición todo este tiempo.

- ¡Ya despertaste! – Dice la voz animada de mi guardián, quien se encontraba flotando cerca de mi rostro mirándome directamente a mis ojos. – Vaya que te diste una vida entera. Hasta me termine de leer un manga de 3.000 páginas y cinco series de 200 capítulos. – Reclama.

Yo solo estaba callado escuchándola hablar. Aún me sentía cansado, estaba aturdido, como acabo de levantarme después de casi un año completo me siento del asco la verdad.

- ¿Cuánto falta para llegar? – Pregunte, mientras me acomodaba en aquella silla y me masajeaba la sien, el dolor seguía presente.

-Estaremos aterrizando en dos horas, como dije: en cinco meses llegaría Raditz a la tierra. Ya te apliqué el encantamiento, ya estoy finalizando el accesorio que me pediste que estará listo el día de mañana al medio día y te hice un regalo. – Dijo con emoción. ¿Un regalo? Bueno viniendo de ella a lo mejor sería una estatua miniatura de ella o un pañuelo con su cara encima. Todo con ella puede pasar.