Ahora esta es mi nueva vida.

🎄Especial: Feliz navidad🎄

Es algo temprano para este especial, pero espero lo disfruten 🎉.

Esta historia transcurre antes de la llegada de Vegeta y Nappa al planeta tierra, precisamente en el mes de diciembre...

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Zac se encontraba reflexionando sobre su vida en el pico de una montaña en donde tenía la vista de la ciudad que estaba cercana de aquella zona montañosa. El joven saiyajin dio un suspiro al recordar qué día del mes era. A pesar de que ya se empezaba a notar el cielo de color violeta, naranaja y rojiso. Las luces de la ciudad eran las que relucían aun màs y sobre todo la alegría de los seres de ese planeta rebosaba.

Zac apoyó su cabeza con su mano y murmuró para sí mismo: -Tampoco es la primera vez que he pasado navidad solo, pero... aun así extraño pasar la navidad con mis amigos y familia. Antes pensaba que era fastidioso estar reunidos cenar y todo eso, pero ahora me doy cuenta de la falta que me hace... - El chico pensaba que tenía sus pensamientos en voz alta para él solo, pero en ese instante alguien aterrizó detrás de Zac. El joven saiyajin no tuvo la necesidad de girar su cabeza, ya tenía en cuenta de quién se trataba con solo percibir su ki. -Veo que tú también estás solo este día. - Indico el chico sin dejar de observar la ciudad.

-Pensé que estarías entrenando en vez de estar perdiendo el tiempo aquí viendo a los humanos. - Alegó el saiyajin de melena larga que había estado buscando al chico para poder entrenar un poco.

El chico rió suavemente ante el comentario del saiyajin y se decidió por mirarlo cara a cara, Zac se le dibujó una sonrisa burlesca. - Creí que Lunch te había atrapado. - Fastidio.

Raditz arrugó la nariz al comentario burlesco del chico. -Tks, la verdad es que me costó escaparme de esa mujer loca. - Refunfuño el saiyajin mientras se cruzó de brazos y siguió hablando: - Al parecer hay una costumbre humana extraña, y esa mujer no se cansa de exigir cosas que ni se que quiere. - Expuso Raditz en un tono fastidiado casi que rueda los ojos.

-Es porque estamos en la festividad que la gran mayoría de los seres humanos dan regalos, cenan con sus familiares, parejas o amigos. - Explicó el saiyajin reencarnado. - Lo más seguro es que ella quiere que le regales hoy algo especial. - Revelo. Raditz chasqueó la lengua ante ese comentario y caminó unos pocos pasos hacia el chico.

Sin embargo, se centró en las primeras palabras del chico para cambiar el tema sobre la loca que lo persigue. -Veo que estás muy familiarizado con las costumbres humanas para ser un saiyajin. - Aclaro.

Zac se sobresaltó un poco y se aclaró la garganta. - Bueno para el tiempo que he estado observando a los humanos, termine por aprender sus costumbres jajaja. - Mintió.

-Bueno da igual, tampoco me interesa lo que hagas. Solo vine a entrenar. - Hizo un ademán de indiferencia. - ¡Esta vez si te ganaré! - Exclama con fuego en sus ojos y con una sonrisa.

Zac se levantó y seguido habló: -Lo siento Raditz, pero pasó esta vez. Tengo algo importante que hacer. - Comunicó Zac.

El saiyajin de melena larga quedó impactado ante eso, era la primera vez que escuchaba ese comentario por parte de Zac. - ¡¿Cómo que no pelearas?! - Pregunto incrédulo. -He veni...

Cuando Raditz iba a reclamar el hecho de que no quiera pelear, se escuchó de fondo el grito sonoro de una mujer cosa que hizo sobresaltar a ambos saiyajins por el repentino tono y sobre todo de quien era la voz.

- ¡RADITZ! - El mencionado volteo con ojos de miedo hacia atrás y se encontró con Lunch malvada quien llevaba un vestido color rojo elegante, se aproximó a Raditz de manera tranquila y se pegó a su brazo derecho con una gran sonrisa. - Raditz, te dije que hoy tenemos nuestra cena navideña. - Anunció la mujer con una ligera sonrisa y con un leve sonrojo mientras se pegaba aún más al hombre. Raditz trata de quitársela de encima, pero no puede.