Zac después de presenciar lo sucedido en Kame House, usó la teletransportación para poder seguir a Raditz y al pequeño con algo de cautela. Mientras él planificaba aquello, una mujer de cabello naranja se encontraba preparando pequeños frascos de medicamentos naturales para ser mostrados en su proyecto universitario final.
Se levantó de la silla en que había estado por horas preparando dichosas medicinas y empezó a caminar a hacía la pequeña vitrina que almacenaba los medicamentos con gran tranquilidad, cuando de pronto una figura se divisó frente a ella al instante la asustó y haciendo que la bandeja que tenía en mano saliera disparada al aire, pero antes de que ella cayera al suelo aquella figura la tomó del brazo y la jalo con sumo cuidado para incorporar la nuevamente. Ella miró confundida a su espanto y después se dio cuenta de quién era.
- ¿Zac? - Dijo de manera atónita ante la presencia del pelinegro frente a ella. El chico rió nervioso ante el asunto y lo que provocó solo por el hecho de no teletransportarse con cuidado. Ella desvió su mirada a los pequeños frascos que contenían medicina y luego volteó su mirada molesta al joven, acto seguido se colocó las manos en su cadera y frunció el ceño. No hizo pregunta alguna ante la aparición repentina de él, pero si lo regañaría por lo que hizo. - !Mira lo que ocasionastes, tonto! ¿Ahora quién limpiará esto? Y tengo que entregar esto en tres días. - Refunfuñó la mujer mientras golpeaba su dedo índice en el pecho del chico. Eso intimidó un poco al joven.
-L-Lo siento, Haru, pero...- No le dejaron terminar la oración porque Faila los interrumpió.
-Siento arruinar su momento, pero Zac necesita irse en estos momentos. - Regaño la pequeña mujer mientras miraba con celos a Haru. Él dirigió su mirada hacia su compañera que estaba en su hombro y luego a la mujer que tenía al frente de él.
-Luego... te explicaré, Haru. - Informó, mientras corría a la puerta. La mujer le reclamó sobre las medicinas, pero al parecer el chico se había ido antes de oírla y desapareció al cerrar la puerta. Haru miró al suelo con molestia.
-Ese idiota me las va a pagar. ¿Cómo puede aparecer de la nada y arruinar mi proyecto? - Susurro Haru. - Pero se notaba preocupado. ¿Habrá pasado algo? - Indagó mientras empezaba a recoger los frascos rotos. - Bueno qué importa. Él me dirá cuando esté listo. - Finalizó la mujer mientras se levantaba del suelo y desecha los frascos rotos.
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De vuelta con Zac
Creo que he asustado a Haru. Quizás tenga que darle una explicación de porqué aparecí de la nada frente a ella, conociéndola sé lo tomará normal. Dejaré eso para después, lo importante es ir a ver qué pasará con la pelea. Miré a mi compañera que al parecer aún no quitaba su cara arrugada y decidí preguntarle la dirección.
-Faila, en donde se encuentra Raditz ahora mismo. - Creo que escuché como chasqueo su lengua con molestia.
-Se encuentra en aquella dirección. - Respondió a regañadientes y señalando al frente. Si, está molesta, pero no comprendo el porqué. Será mejor que no le diga nada o empeorare las cosas.
- ¡Bien! ¡Vamos! - Comunicó, y emprendía vuelo a la dirección señalada.
No sé cuántos minutos habrá pasado desde que me fui de la cabaña de Haru con el paso que vamos, imaginó que Goku ya debe de estar llegando junto a Piccolo para detener a Raditz. No sé por qué ahora me siento arrepentido, se supone que así debería ser la historia no puedo interferir en la historia de este mundo, si lo hago, puedo dañar el futuro. Pero porque me siento de esta manera como un inútil e idiota. Me coloqué la mano en mi corazón y acto seguido apreté fuerte el dogi, cosa que notó Faila.
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Ahora esta es mi nueva vida.
FanfictionUn chico común y corriente de la gran ciudad sufre un accidente que lo llevó casi al borde de la muerte. Su madre quien temía que su hijo se culpara por todo lo sucedido en el accidente, decide tomar la decisión más fuerte de su vida, en la cual es...