Los Secretos de Dumbledore

"No siempre fui así"

-No siempre fui así, Elphias- dijo entonces Dumbledore con un suspiro y le dio la la espalda para apoyarse en el escritorio - Las palabras siempre han sido capaz de unir, o sanar, así como también separar aún más o causar destrucción. Todo dependerá del cuidado en que se manejen.

Elphias estuvo de acuerdo por un momento, pero volvió a refutar. - Pero yo siempre te he conocido como alguien paciente, incluso con humor te he visto dar frente a otras personas, Albus. Que digas lo contrario demuestra lo modesto que eres.

-Gracias, Elphias. Aunque la perfección, y esa imagen de admiración cegada que tienes hacía mi no te permite aceptar que soy alguien común- lo miró sobre sus anteojos de medialuna- Aun así, siempre estamos en la búsqueda de ser mejor persona que el día anterior. Somos luz y oscuridad, pero lo importante es qué lado elegimos potenciar.

-Eso es lo que me agrada de ti. Por eso mismo no entiendo por qué no hablas con Abeforth. Está actuando...-

-Sé como es, pero no puedo hacer nada. Tú bien sabes que nunca nuestra relación fue buena. Ya le he lastimado demasiado para pedirle algo más- negó continuamente con la cabeza, y se levantó del escritorio.

-Dile al Ministerio de Magia que no puedo hacer nada, pero que me mantenga al tanto si lo piensa llevar a Azkaban por su conducta. La atmósfera se tensó entre ambos, y a su amigo no le quedó más remedio que aceptar las indicaciones.

Albus no siempre había sido esa persona bondadosa que todos describían, de niño había sido bastante arrogante cuando lo quiso, aprovechándose a veces del poder que tenía al ser el hermano mayor o el más brillante de la familia, con sus méritos escolares había sabido utilizarlos para ejercer autoridad con su hermano descarriado, pero cuando quiso mejorar, su relación se había tomado otro matiz.
Dejarse llevar por aquellos sentimientos como la cólera, el enojo, el poder, tampoco le había llevado a ninguna parte, y fue con el pasar del tiempo en que consideró que debía sustituir su manera de lidiar con ciertas cosas y que la manera más sensata de enfrentar una situación era mediante la calma.

Ojalá esto lo hubiese pensado antes, pero aún era un pequeño inmaduro.