un juicio para Sirius

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Fue en cuestión de días para que Dumbledore hiciera una nueva reunión con el nuevo profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras. Su intuición no estaba tan lejos de que Severus desconfiaba del ex merodeador por asperezas del pasado, a pesar de colaborar a Dumbledore con la poción para su Licantropia y así se lo había hecho saber en varias ocasiones. Es por ello, que el anciano mago creyó sensato compartir un poco de la información que manejaba. Sin embargo, a nadie explicaría sus razones para "confiar" en un agente de Voldemort.

Remus le siguió esa noche sin saber hacia donde se dirigían, hasta que bajaron hacia las mazmorras.

—Cuando me dijo que conversariamos, no creí que vendriamos aqui. —Dijo Remus— ¿Esta seguro de lo que hace? — preguntó dudoso, aunque nadie contradecía a Dumbledore. No comprendía el motivo por el que debían hablar con Snape.

—Completamente — afirmó Dumbledore y se hizo a un lado para que Remus fuera el primero en ingresar.
Albus llamó a la puerta y de adentro de oyeron unos pasos. El director dio un paso atrás y la puerta se abrió:

—No tengo idea de qué te poseyó para venir aquí de todos los lugares, pero no tengo ningún deseo de ayudarte a resolver cualquier problema personal que estés teniendo. Buenas noches— dijo, cerrando la puerta en seco.

—Se trata de Harry— dijo Remus rápidamente.

Severus hizo una pausa por un momento. Eventualmente abrió la puerta de par en par

—Buenas noches, Severus — saludó cordialmente Dumbledore. Aparentemente recién lo habia visto.

Snape luego de verlo se alejó y se deslizó de regreso a su escritorio. No era precisamente una invitación, pero ambos magos asumieron que era lo más cercano que iba a encontrar a una. Siguieron a Snape, cerrando cuidadosamente la puerta detrás de él antes de tomar una silla en el lado opuesto del escritorio. Severus lo miró con una expresión que dejaba en claro que esperaba que Remus le explicara lo que fuera lo más rápido y con la menor cantidad de palabras posible y luego miró a Dumbledore.

—Hay un asunto en el que he estado trabajando en conjunto con el Señor Lupin.  —dijo Dumbledore —Por el momento este asunto debe permanecer lo más silencioso posible, sin embargo, como tendrá un impacto en Harry, yo siento que merece que se lo digan, y deseaba que lo discutieramos contigo primero. Lo estuve investigando recientemente y descubrí que Sirius Black nunca recibió ningún tipo de juicio.

Snape guardó silencio por respeto hacia el mayor, pero no hizo lo mismo cuando Albus animó a Remus a hablar, mientras él caminaba por la habitación en silencio.

—Creo Potter ya está al tanto de Black y su historia con James Potter y las acciones exactas que Black emprendió para que lo arrojaran a Azkaban. —dijo Snape. — No veo cómo las complejidades del proceso judicial deberían ser de interés o preocupación para Potter.

—Creemos que es necesario procesar un nuevo juicio para Sirius. — dijo Remus.

—Absolutamente no—dijo Severus.

—Me temo que no está sujeto a debate— dijo Remus.

—Tienes razón, no está en debate. Black entregó a Lily y Potter a la muerte y mató a Pettigrew y a una docena de muggles además, y lo único que lograría un juicio es darle a un asesino comprobado la oportunidad de salir libre.

—Aún no se ha demostrado que sea nada; ese es el propósito del juicio— señaló Remus con calma.

—¿Los cadáveres de tus amigos y el testimonio de más de veinte personas diferentes no son pruebas suficientes para ti? —Bramó Snape— ¿Debes verlo usar la Maldición Asesina justo en frente de ti para creerlo culpable?

Los Secretos de DumbledoreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora