Queria tratar de explicarle cuánto lamentaba no poder seguir la aventura, que antes, habían prometido llevar a cabo juntos antes y que desistiera de la idea para no tener que enfrentarse. Pero se sintió tan abrumado por la presencia del otro hombre que vaciló, y no dejaba de interrumpirlo. Su coquetería inicial se desintegró cuando él, comenzó a interrogarlo como si fuera un traidor:
-Es lo que dijimos que haríamos, ¿no? - cuestionó él.
-Cuando era joven-respondió Dumbledore dificultad, tratando de continuar la frase-cuando estábamos...
-¿Comprometidos? -inquirió Gellert, curvando una pequeña sonrisa-¿A mí, a nosotros?
-No. Lo acepté porque...
- ¿Por qué?
-...porque estaba enamorado de ti.
-Sí. Pero no es por eso que fuiste. Fuiste tú quien dijo que remodelaríamos el mundo. Que era nuestro derecho de nacimiento.
Y él no había sido capaz de responder. No había sido capaz de decir nada después de eso, y Gellert había comenzado a despotricar y decir cosas odiosas y aterradoras, y se había quedado allí sentado, paralizado por la conmoción y mirándolo en silencio.
Gellert se detuvo por un momento, después de lanzar su amenaza final, esperando su reacción, lo sabía, o incluso una respuesta, pero Albus solo pudo mirarlo fijamente, como si Gellert hubiera agitado su varita y murmurado Immobulus en su lugar.
-Disfruta de tu taza de té-había dicho Gellert abruptamente, y luego se fue y Albus se quedó sentado allí durante mucho tiempo, perfectamente quieto. Fue solo más tarde en su oficina que se dio cuenta de que lo último que había dicho era porque estaba enamorado de ti.
Más tarde
OST: https://youtu.be/VgEoN90u-98
Albus dejó de doblar sus bufandas y se quedó inmóvil, mirando su maleta mientras recordaba ese día, justo antes de los eventos de Bután. Cerró los ojos con fuerza por un momento, manteniéndolo a raya y pensó de nuevo en 1899, y en cómo algunas de esas palabras, pronunciadas con alegría, habían sembrado más tarde el dolor. Porque cuando Gellert había dicho en broma:
-¿Eres Vidente ahora?
-Oh, no necesito serlo. Simplemente estoy extrapolando-. Respondió él. Y luego, sintiéndose descarado y casi rebosante de amor, había pronunciado una vez más las palabras que lo perseguirían más tarde; las palabras que le serían lanzadas en un café en 1931, atravesándolo tan profundamente que se encontraría inmovilizado:"y no solo cambiaremos el mundo, lo remodelaremos por completo".
Pero había tanto amor y tanta ternura en Gellert que ni una sola persona en su línea de tiempo actual probablemente creería, una línea de tiempo donde palabras como villano y vil se estaban convirtiendo cada vez más en sinónimos del nombre de Grindelwald.
-Recuerdo muy bien cuando pronunciaste esas palabras por primera vez- había respondido Gellert, con ojos brillantes.
-Me hizo darme cuenta de que tenía que tenerte de inmediato. Y nunca me canso de escucharlo- Se giró y agarró la cara de Albus, sus libros cayeron al borde del camino mientras lo besaba ardientemente.
-Pero dije eso desde el principio- había dicho Albus sin aliento, apartándose para mirarlo. -No me tuviste hasta mucho más tarde que eso
Gellert lo había mirado, una sonrisa jugando en sus labios, su sangre colgando de su cuello mientras sujetaba a Albus contra él.
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Los Secretos de Dumbledore
Ficción GeneralTodos los escritos son de mi propiedad. No copie o se inspire en ellos.