Cinco

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Pooh soltó un nuevo resoplido, mientras apoyado en la pared del pasillo de la planta trece, esperaba a que su caprichoso y excéntrico protegido le abriera la puerta, tras haberlo echado fuera del apartamento pues lo hizo culpable de distraer a sus amigos mientras jugaban a videojuegos.

Cuando ya llevaban como dos horas, el móvil sonó en su bolsillo y luego de cogerlo y ver que era Sailub, su hermano mayor, chasqueó la lengua con fastidio.

...-¿Qué pasa?, estoy trabajando

-Joder, hermanito cada vez que hablamos eres incluso más agradable- escuchó decir a este con molestia.

-¿Qué quieres?, no puedo atenderte ahora

-Espera...es mamá

-¿Qué le ocurre?

-Ella quiere que vengas el domingo a comer a casa. Sabes que es su cumpleaños ¿verdad?

El omega hizo una mueca.

-No voy a ir. Cada año me llamas y siempre te digo lo mismo. No pienso volver a esa casa, ni por el cumpleaños de mamá, ni por nada

-No puedo decirle eso, ¿Sabes lo mucho que llora por ti?, eres un desagradecido. Ella no tiene la culpa de tus rollos con nuestro padre

-Dile que no podré, que estoy muy ocupado y ya está

-No, no está Pooh. Estará rompiéndome la cabeza toda esta semana y luego se pasará la otra llorando

-Oye debo colgar, lo siento... adiós

Al otro lado de la cuidad, el mayor de los Krittin se quedó un tiempo aún con el móvil en su oreja, sin poder entender porqué su hermano se empeñaba en ser de ese modo.

Finalmente resopló muy molesto pues a sus problemas con su pequeña empresa de telecomunicaciones, se sumaba la incesante preocupación por su desestructurada familia.

Finalmente resopló muy molesto pues a sus problemas con su pequeña empresa de telecomunicaciones, se sumaba la incesante preocupación por su desestructurada familia

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-Maldita sea... maldita... maldita sea

De repente se levantó y tras coger su chaqueta en el perchero salió de su despacho rumbo al primer bar que encontrara.

Necesitaba desestresarse de los problemas, olvidarse por un tiempo de los lloros y ruegos de su madre por no poder ver a su hermano pequeño, del cual apenas sabían nada, así que tiempo después y tras entrar en un local al azar, pidió una copa y recorrió el lugar, dando un repaso a todos los presentes

Éste no estaba muy acostumbrado a beber pero luego de una copa, vino otra y a continuación salió y siguió caminando hasta entrar en otro lugar donde había más gente pues quería frecuentar lugares de marcha, ya que esa noche necesitaba evadirse.

...-Hola...Wow, eres un alfa realmente impresionante. Nunca te había visto por aquí-le habló enseguida un beta totalmente ebrio.

-No, lo cierto es que no suelo venir pero gracias, no me interesas -respondió haciendo una mueca pues el olor de este le era bastante desagradable.

1. Soy tu dueño - PavelPooh TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora