Pooh es un hermoso y delicado niño con piel de porcelana, el cual creció junto a sus dos hermanos mayores, muy distintos a él.
Su padre, un alfa ex militar y dueño de una academia de defensa y entrenamiento personal, decidió que en cuando estos lleg...
La sesión de fotos dio comienzo y individualmente o por parejas, los modelos fueron posando para la cámara, la cual Michael manejaba con gran destreza.
A pesar de no ser muy alto, el guapo fotógrafo tenía a las modelo omegas y algunos modelos hombre muy revolucionados, por lo que las feromonas en el ambiente no hicieron muy cómodo el trabajo para los modelos alfa como Pavel.
Sin embargo su notoria incomodidad, nada se comparó a cuando Pooh entró en el estudio, luego de haber hecho su habitual ronda por los alrededores, ya que el fotógrafo paró su trabajo para hacerle una seña y sonreírle con amplitud.
El joven alfa reparó con asombro en que su guardaespaldas sonría a este con gran confianza y eso hizo que su sangre hirviese en el interior de sus venas.
Tras un descanso para el cambio de vestuario, el fotógrafo aprovechó para acercarse al escolta y seguir así su charla, entonces el Pavel apretando sus puños, se acercó también.
....—¿Y cómo es qué te has enterado, precioso?, apenas acabo de llegar a la ciudad?—escuchó preguntar al fotógrafo.
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El modelo alfa miró con asombro a su escolta, el cual sonrojado respondía de lo más sonriente.
—Pues ventajas que tiene uno, la verdad
Pavel chasqueó la lengua y acto seguido cogió del brazo a este y lo arrastró hasta los vestuarios masculinos.
—Hey, ¿Qué demonios hace?, ¿Acaso se ha vuelto loco?
—Creí que estabas aquí para protegerme y no para coquetear descaradamente con ese tipo...además, ¿Desde cuándo te comportas como un vulgar omega?, ¿Dónde está mi rudo e indomable guardaespaldas?
Pooh frunció el ceño con molestia.
—Sigo siendo él mismo y por si no lo sabe, estoy cumpliendo con mi cometido. No entiendo a qué viene esto
El joven alfa quería gritarle que se moría de celos, ya que que había descubierto que empezaba a sentir cosas por él pero en lugar de eso, se apartó y golpeó la pared con el puño haciéndose daño en los nudillos.
Rápidamente el omega le agarró la mano y se la puso bajo el chorro del grifo de agua.
—¿Qué demonios le ocurre?, ¿Por qué hizo eso?
Lo cierto, era que el guardaespaldas no era consciente de los sentimientos que provocaba en su protegido y mucho menos, el que se le notase tanto su debilidad ante el nuevo alfa que había irrumpido en sus vidas.
Pavel negó mordiendose la lengua.
—No...no lo sé
El escolta entonces lo miró perplejo.
—¿No lo sabe?, ¿Qué clase de repuesta es esa?
—Está bien, olvídalo ya—habló el joven alfa apartando su mano y cogiendo una toalla para limpiarsela—…estoy bien, no es nada
