Veinticinco

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Pooh abrió los ojos y soltando un gran quejido, se levantó mientras se sujetaba la cabeza, en la cual tenía un buen chichón

Este abrió la puerta de su habitación, a la par que recordó el golpe que rápidamente que el delta le había propinado al darse la vuelta.

...-Joder, maldito cobarde hijo de puta-maldijo.

Decidió no ir al médico, tan solo se fue al baño donde se echó abundante agua fría, luego volvió a salir de su habitación para coger un poco de hielo de la máquina del motel y así bajar mejor la inflamación.

Estuvo dudando si llamar a Pavel y contarle lo que el empleado de su padre había hecho pero finalmente había decidido no hacerlo pues eso sería como poner sobre alerta a su agresor, además de que estaba demasiado enfadado consigo mismo por ser tan confiado y no haber visto lo que se le había venido encima.

Luego de eso, se tumbó y mientras permanecía allí tumbado en la cama, comenzó a atar cabos, hasta que de pronto se le ocurrió la idea de que quizás el tal Nut podía estar detrás de los intentos de secuestro del viejo alfa.

No estaba muy seguro del porqué, ya que hasta donde él sabía, el viejo empresario y el delta se llevaban muy bien pues lo quería como yerno.

El guardaespaldas intentó dormirse pero luego de un buen tiempo dando vueltas, volvió a levantarse pues su furia había aumentado y tenía unas tremendas ganas de golpear algo, aunque finalmente optó por salir a correr.

El guardaespaldas intentó dormirse pero luego de un buen tiempo dando vueltas, volvió a levantarse pues su furia había aumentado y tenía unas tremendas ganas de golpear algo, aunque finalmente optó por salir a correr

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Eran casi las cuatro de la madrugada y apenas había gente por las calles, sin embargo el ambiente estaba pesado y a este se le hacía muy difícil dejar de pensar nuevamente en una y mil cosas a la vez.

Los últimos días de su padre fueron una de esas cosas, también la vida de sus hermanos y la próxima e irremediable tristeza y soledad de su madre.

Esos temas ocupaban su mente todo el tiempo pero además se le había sumado el beso que su protegido le había dado y que no había pedido.

A todo eso se le añadía ahora también, el delta y sus enfermizos celos, los cuales al parecer eran aún más peligrosos de lo que había podido pensar, ya que el día en el que Pavel y él habían ido a buscar el número de teléfono al despacho del empresario, este se había comportado sospechosamente.

Luego de una hora y media corriendo, el omega regresó al motel dónde se dio una larga y placentera ducha y a continuación se tumbó de nuevo esperando dormir al menos un par de horas, antes de volver a ver a su protegido y que siguiera atosigandole con su celos por su amistad con Michael.

Mientras, en su mansión, tampoco el joven alfa podía dormirse, ya que luego de haber visto a su guapo guardaespaldas irse con el fotógrafo en el coche de este, desde ventana, su interior rugía retorciéndose de la rabia.

La furia por verlos juntos lo tenían muerto y el pensarlos revolcandose le hacía sentir náuseas y ganas de matar a alguien.

Igualmente, para colmo estaba el beso que se habían dado y el cual no paraba de repetirse una y otra vez en su mente.

1. Soy tu dueño - PavelPooh TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora