Un rugido resonó por todo Mesina. Fue tan o incluso más fuerte que el rugido de Traz, o que el rugido de Sharxor. Antes de ser capaz de alzar la cabeza para ver lo que era, la sombra que reflejaba aquella criatura sobrevoló su cabeza... Un dragón...
Otro dragón... Esta vez rojo... Una criatura de escamas escarlatas, con una cola que tenía un aguijón que le recordaba en forma a la cola de Traz, y era altamente peligrosa, tanto que parecía inyectar alguna clase de veneno a sus víctimas por la forma que tenía.
- ¡TUSKDEUS! ¡TUSKDEUS! ¡TUSKDEUS!
Nuevamente la llamada se repitió, aquel nombre era una de las protecciones que Maeva, Sebaque y Rostian le habían entregado, y un nuevo alarido desolador y ensordecedor resonó por todo Mesina.
Clay sintió su cuerpo estremecerse y su corazón dejó de latir momentáneamente por el horror que le provocó ver aquella criatura alada, no tenía nada que ver con lo que sintió cuando Sharxor lo atrapó entre sus patas... El dragón abrió su boca, Clay cubrió sus oídos pensando que volvería a soltar un alarido, pero lejos de eso, una enorme llamarada inundó la ciudad y se expandió tan rápido que Clay comprendió en ese momento porque gran parte de las ciudades eran de piedra con solo los interiores de madera. La paja de los tejados empezaron a arder. Clay no podía quedarse allí, así que empezó a moverse antes de que el fuego lo atrapase.
Los aleteos pasaron por encima de su cabeza, aquello le hizo cubrirse la cabeza por inercia. No sabía cómo podía sentirse seguro solo por hacer este gesto. Tragó saliva lentamente. Las escamas y la forma del dragón era diferente de Sharxor. Las patas traseras tenían membranas escamadas que se unían a la cola, tal vez el dragón era más bien bípedo, porque sus patas delanteras eran considerablemente más largas y sus garras eran bastante afiladas. Tenía escamas mucho más afiladas y brillantes, no tenía orificios para refrigerarse como Sharxor. Asumía que por ello su fuego era tan peligroso y ardiente.
Definitivamente tenía que encontrar a sus hermanos, si es que no habían sido víctimas de aquel infierno. Se negaba a creer eso.
- ¡BECHTER! ¡HEARST!- gritó al ver el movimiento de dos cuerpos escuálidos entre los tejados de piedra.
Ambos se detuvieron en seco al escuchar aquellos dos gritos, y se giraron lentamente, pero no eran sus dos hermanos. Clay palideció. Aquellos debían ser "malditos", no tenían cara, era puro músculo sin expresión, aunque tenían dos cuencas negras sin siquiera pupilas u orbes... Clay retrocedió un par de pasos. Ambos cuerpos escuálidos y sin piel, lo señalaron, tenían un objeto en la mano, no podía identificarlo por la distancia.
- ¡TUSKDEUS! ¡TUSKDEUS! ¡TUSKDEUS!
Eran ellos los que estaban gritando por todo el pueblo con aquel eco ensordecedor y sus bocas ni siquiera se movían.
El dragón apareció en su visión panorámica, y se dirigía directamente hacia él. Clay comprendió lo que estaba pasando en ese momento... Aquellas dos entidades tal vez no eran "malditos", sino que tal vez eran simplemente un par de especies sin identificación que tenían control sobre el dragón rojo y cómo este erradicaba a todo los seres vivientes. Clay vio como el dragón volaba en su dirección y abría la boca. Desde su garganta una llama emergió, su garganta se tiñó en amarillo, naranja, rojo, finalmente volvió a ser naranja y el fuego apareció.
Clay tal vez tuvo suerte o los suficientes buenos reflejos para poder saltar fuera del alcance, o tal vez porque algo o alguien se movilizó y desvió este ataque.
No quería sentirse bendecido, no quería sentirse como que todo sorprendemente le estaba saliendo bien, tal vez le parecía algo impresionante, pero al mismo tiempo le irritaba que hubiera algo que le empujaba a seguir con vida cuando siguiera era capaz de actuar en su mayoría de veces. Sus reacciones eran lentas. El movimiento de su cabeza fue a cámara superlenta y aquello le provocó una gran ansiedad, porque todo ocurría muy rápido y su cuerpo se movía muy lento. Sentía que iba a morir, y su corazón no dejaba de golpear su pecho, y eso dolía demasiado. Su cabeza daba vueltas.
- ¡CLAY!- gritó una voz.- ¡CLAY, VÁMONOS!
Se giró hacia la derecha. Bechter...
- ¿B-Bechter?- susurró confundido, creyendo por un momento que era una alucinación.- ¿Dónde está Hearst?- rogó saber, su voz sonaba desesperada.
Bechter vaciló unos segundos antes de responder, porque el dragón volvió a cargar el ataque. Bechter lo agarró de su brazo y tiró de él. Ambos cayeron por el borde del tejado. Clay abrió los ojos en shock, pero su hermano estaba totalmente confiado en esto. Ambos cayeron durante el precipicio hasta llegar al agua. Era un río sucio y asqueroso, putrefacto y con movilización prácticamente nula, el agua era verde, estaba sucia y todo a su alrededor estaba lleno de juncos, algas, musgo y... Cadáveres...
Clay abrió los ojos en shock, pero su hermano tiró de él y lo sacó del agua. Ambos salieron del río. Más bien estanque.
- ¿¡Dónde está Hearst!?
- ¡No hay tiempo para hablar!- tiró de su brazo.
Clay se estaba desesperando por momentos. Su hermano lo guiaba a través de sucias y desoladas callejuelas, pudo ver cenizas y cadáveres calcinados y humeantes a lado y lado de la ciudad. Clay abrió los ojos en shock ante la impasibilidad de su hermano. La calle era angosta, si extendiera los brazos a lado y lado, sus codos chocarían con los muros. Aun así los cadáveres se acumulaban, se calcinaban y pudrían lentamente, estaba todo lleno de gusanos, ratas, insectos y animales carroñeros. Clay sentía que iba a vomitar.
Salieron de aquella angosta calle, se encontraban frente a un puente de arco que unía un lado de la calle con otro, era un puente de piedra, con una cuerda de cadena oxidada y partida por un lado. Atravesaron el puente... Había un precipicio bajo sus pies, aquello asombró a Clay. Miró a su hermano Bechter, este empezó a subir unas escaleras de piedra tallada, subía los escalones de dos en dos, tenían que acelerar... Clay trató de seguirle el ritmo. Inconscientemente subió los ojos hacia el cielo, el dragón rojo había desaparecido de su vista, pero seguía escuchando sus aleteos constantemente, eso lo ponía muy nervioso.
- ¿Dónde vamos?
- Al palacio.- respondió.
- ¿Dónde está Hearst?
- No lo sé.- Clay palideció.- La seguí, ella se fue, se metió en la ciudad...- sacudió su cabeza de lado a lado, estaba frustrado, preocupado igual que él.- No sé qué es lo que quiere, no entiendo por qué se fue.
- ¿Pero sabes a dónde ha ido?
- Se supone que al palacio... Sharxor le dijo que fuera ahí...
- ¿¡Qué!?- exclamó.
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Aquí las opiniones ---------------->
Espero que os haya gustado, hacédmelo saber con un voto y nos vemos en el próximo capítulo
Bye~
By Silvia Line
[1146 Palabras]
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67.- Protección, ingenuidad y confianza (Medieval - Fantasy)
FantasyLa humanidad fue castigada en la cárcel de Alca por sus pecados después de haber destruido el mundo en una guerra biológica mundial. Custodiada por el monstruo Traz, y malditos por la Diosa del fin del mundo Dealine; la humanidad se vio castigada co...