𝐂𝐚𝐩𝐢́𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟔𝟓

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Clayton fue quien tomó en brazos a su hermano menor y lo pegó contra su pecho. Sus pasos solemnes recorrieron el páramo después de que todos se decidieran por regresar a Mesina para descansar después del enfrentamiento. Sharxor no se veía con el derecho de seguirlos, y Hearst tuvo que tomar su mano para llevárselo arrastrando hacia el interior de la muralla, donde parte de la aldea lo miraron horrorizados. Scarfire Tuskdeus no estaba satisfecho con su presencia, pero tuvo la suficiente decencia para calmar a todos los habitantes y dracomantes para que supieran que Sharxor había sido sellado una vez más.

- Hearst y tú estaréis juntos, solos y apartados en una casa en la que nadie corra peligro.

- Sharxor ha sido sellado...- se quejó Hearst.- No es necesario, podemos dormir con mis hermanos en el mismo lugar.

- No.- negó Rostian.- Clay duerme en la misma habitación de Bechter, pero ahora que está herido, él estará en la habitación grande hasta que se recupere de su estado de limbo...- Hearst entrecerró los ojos.- Sebaque seguramente querrá estar a su lado.- este asintió con la cabeza casi de inmediato.- Clay, Scarfire y yo dormiremos en otra habitación; eso ocupa todas las habitaciones de la casa...

- ¿Por qué no podemos dormir en la casa del lado?

- No confío en él.- entrecerró los ojos el dragón de escamas rojas.

- No puedo hacer nada...- chasqueó los dedos de una mano varias veces, nada sucedió.- ¿Ves?- rodó los ojos y se cruzó de brazos.- Me volví tan inútil como tú.

- Bueno, al menos somos DOS inútiles.

- Scarfire tiene un mínimo de magia...- defendió Rostian.

- ¿Podemos no hacer una discusión de todo, por favor?- rogó Clay.- Voy a dejar a Bechter, cuando vuelva, más os vale no haberos matado a puñetazos.- amenazó sarcásticamente y se dirigió hacia su hogar compartido.

Sebaque lo siguió de inmediato, no quería separarse un solo momento de Bechter; quería estar cerca del colchón en el que él descansase para asegurarse de que estuviera bien y poder usar su magia en caso de que las cosas se agravasen...

- No voy a calmarme hasta que no vea sus ojos abrirse otra vez...- Clay suspiró pesadamente y asintió con la cabeza.- Si tuviera fuerza, me hubiera ofrecido voluntario para llevarlo.

- No es necesario ser fuerte. Es suficiente con estar con él... De verdad que cada día que estás presente y con cada acción que tomas demuestra el cariño que le tienes...- Sebaque se sintió avergonzado por esas palabras y desvió la mirada.

- Gracias...- carraspeó.

Sebaque le abrió la puerta al humano y este pasó cuidadosamente hasta la habitación con la cama de matrimonio. A peso muerto, dejó a su hermano recostado en el colchón y entre Sebaque y él lo arroparon para que descansase adecuadamente.

- ¿Quién iba a decir que todo iba a terminar así?- Sebaque se rio entre dientes por las palabras de Clay.- Pero no me arrepiento de nada.

- Yo tampoco...- negó con la cabeza.- Creo que el único que se arrepiente de lo que ha hecho, o al menos de una parte de lo que ha hecho, es Sharxor...

Clay asintió con la cabeza para darle la razón y soltó un suspiro.

- Voy con Rostian y Scarfire; son capaces de haberse matado con Sharxor a estas alturas...- una risilla del orco menor le provocó una sonrisa a él también. Se movió lentamente hacia la puerta.- Nos vemos más tarde.

- Igualmente...- asintió sentándose en el borde del colchón.

El mayor de los Mowet salió de la casa y se dirigió de inmediato a la plaza en la que estaban reunidos hasta hacía unos minutos. Sharxor y Hearst no estaban, Maeva y Rostian lo esperaban, Scarfire y Evaría se retiraban hacia la plaza central, tenían una conversación seria pendiente, seguramente tenía que ver con algún tipo de protección para la ciudad o algo por el estilo.

67.- Protección, ingenuidad y confianza (Medieval - Fantasy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora