Los dedos de Sebaque se deslizaron con miedo e intimidación sobre la reliquia de tierra, pero el alivio lo hizo sucumbir cuando la gema se iluminó con una iluminación verdosa. Una sonrisa pequeña surcó sus labios al darse cuenta de que el sello de roca, el sello de Uro, no había sido destruido. Se giró hacia Bechter, quién agarraba con un poco más de calma el báculo que era una imitación de aquella reliquia tan importante.
- Tenía miedo de que Sharxor hubiera avanzado tanto tan rápido...- Bechter sonrió un poco.
- No te preocupes...- negó con la cabeza.- Aún podemos hacer algo para pararle los pie— Patas.../?- Sebaque se rio entre dientes, fue una risa bonita y casi rozando una ingenuidad inesperada.- No importa mucho...- desvió la mirada, intentando centrarse en otra cosa, el tacto del báculo metálico que tenía en sus manos se sintió frío de repente...
- Tu hermano y tú sois iguales...
- ¿Uhm?
- Ambos intentáis hacer sentir bien a todos a vuestro alrededor...- Bechter hizo una mueca con el labio.
- Clay nunca ha sido así... Ezequiel era el que nos animaba...
- ¿Quién es... él?
- Un amigo de la celda de enfrente cuando estábamos en Alca... Él... fue el que nos incentivó a escaparnos... Clay nos guió, nos protegió, no dejó que viéramos morir a Ezequiel devorado por Traz...
"¿Por qué estoy hablando de eso?"
- Entiendo...- apoyó una mano en su hombro.- ¿Era un amigo importante?
- El mejor amigo de Clay... Y estaba enamorado de Hearst...
- Oh, no...- susurró con pesar en su voz, encarnando las cejas y rodeó los hombros del Mowet para formar un abrazo, en aquellos momentos Sebaque lo consideró necesario.- No fue fácil... ¿No?
- No sé cómo sentirme al respecto...- admitió.- Hearst quiere liberar a todos los seres humanos de Alca a toda costa; Clay y yo también, pero no podemos tolerar que haya humanos que quieran y que estén dispuestos a repetir la historia... El mundo podría volver a ser erradicado... Habría personas que estarían dispuestas a aniquilar a los protectores del sello y a Libra por tal de volver a tomar el control del mundo... Habrá gente que incluso querría estar del lado de Sharxor genuinamente y sin necesidad de ser convencidos...
- Descuida, Bechter...- susurró de forma solemne.- No vamos a permitir que esas personas sean liberadas, y tampoco pienso permitir que algo como esto sea más grande que tú... Es cierto que no debes vivir en el pasado, tampoco en el futuro, sino en el presente, teniendo perspectiva de futuro... Eso es lo que debemos hacer... Seamos positivos con esto y pensemos en que conseguiremos detener a Sharxor...
Bechter sonrió casi radiante y asintió con la cabeza con un ademán lleno de motivación. Sebaque se vio mucho más calmado al verlo así de confiado, y tomó un poco de distancia para salir de aquella pequeña capilla integrada en la roca del precipicio.
- ¿Rostian y tú...?- hubo una breve pausa.- Rostian y tú también sois prácticamente iguales...
- ¿En qué sentido?
- Se os da bien animar y calmar a la gente...
Sebaque sintió un pequeño rubor cubrir sus mejillas y sonrió un poco.
- Gracias...- susurró apenas audible.- Me halagas...- admitió jugando nervioso con el mango del báculo.
Ambos regresaron hacia dónde se encontraban los demás. Fue un camino relativamente corto, pero se sintió incómodo en el sentido de que ninguno de los dos sabía bien cómo hablar o de qué hablar sin que resultase algo que pudiera terminar en un silencio incómodo... Bechter emitió un suspiro derrotado.
- Soy igual de indeciso que mi hermano a la hora de confesar su curiosidad por Clay.- admitió Sebaque en voz alta.
Acto seguido cubrió sus labios avergonzado. Bechter lo miró fascinado por aquellas palabras, y sus ojos ocre se abrieron en demasía, casi fue una exageración. Sebaque lo miró fijamente y negó lentamente con la cabeza.
- Olvida lo que acabas de escuchar, por favor...- suplicó.
- ¿Rostian está sintiendo algo por Clay?- murmuró sorprendido; en ese instante acabó de procesar las palabras del orco.- ¿Sientes algo por mí?- abrió la boca impresionado.
Sebaque apretó los labios evitando decir ninguna palabra y tampoco gesticular de ninguna manera, tampoco fácilmente, pero aparentemente no le salió bien, porque acabó apartando la mirada, apretó el báculo un poco y la gema se iluminó genuinamente, la talla dura irregular relució, tal vez por el sol, tal vez por algún atisbo de emoción descontrolada mágicamente.
- No es el mejor momento para hablar de eso.
- ¿No lo es?- alzó una ceja.- Te estás ruborizando mucho...
Sebaque apartó la cabeza.
- Lo siento por no estar reaccionando como se supone que debo hacerlo...- murmuró Bechter apoyando el báculo de metal en el suelo y deslizando su mano por las punzantes hendiduras sin hacerse daño.- Todo esto se me hace complicado, y los dieciocho años de vida que tengo los he pasado en una celda con mis hermanos y mis padres, siento que debería aprender a responder a ciertos estímulos de otra manera que no sea objetiva...- sus dos manos sujetaban el báculo, como si buscase algún entretenimiento para desviar su mente o tal vez no se atrevía a mirar a Sebaque.
- Hearst no ha parecido tener ningún problema a la hora de enamorarse de Sharxor como si nada...- carraspeó.- Y Clay parece más centrado en vosotros dos que no en los estímulos externos...
- Somos un par de raritos...
- No, eso no es cierto. Simplemente no tenéis esa... curiosidad, supongo...- meneó la cabeza.- Mi curiosidad es también fruto de la admiración que siento por tu facilidad a la hora de conjurar o aprender a usar la magia...- hizo silencio durante unos segundos.- Desde los diez años he estado aprendiendo, y tú en menos de, no sé... En menos de algunas semanas ya eres capaz de manipular la magia como si hubieras nacido para ello... Y hace dos meses ni siquiera sabías lo que era la magia...
- Cierto...
- Eso es lo que admiro de ti... No tanto la habilidad de pelea de tu hermano o el potencial de tu hermana; es... simplemente... Eres la primera persona que tiene el mismo tipo de magia que yo, y se siente bien... Se siente bien saber que no soy el único con un tipo de magia que solo sirve para curar y proteger a los demás...
- Esa es una habilidad admirable, Seb...- el orco notó sus mejillas ruborizarse una vez más.- Perdón, me salió solo.
Los dos apartaron la mirada evitando el contacto visual y sentirse más avergonzados de lo que ya estaban en esos momentos.
- D-Deberíamos volver a Mesina.
- S-Sí. Definitivamente.
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Aquí las opiniones ---------------->
Espero que os haya gustado, hacédmelo saber con un voto y nos vemos en el próximo capítulo
Bye~
By Silvia Line
[1118 Palabras]
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67.- Protección, ingenuidad y confianza (Medieval - Fantasy)
FantasyLa humanidad fue castigada en la cárcel de Alca por sus pecados después de haber destruido el mundo en una guerra biológica mundial. Custodiada por el monstruo Traz, y malditos por la Diosa del fin del mundo Dealine; la humanidad se vio castigada co...