𝐂𝐚𝐩𝐢́𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟒𝟒

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Clay caminaba de lado a lado en la sala, estaba nervioso y no sabía explicar por qué, pero su hermano Bechter y Sebaque lo miraban descorazonados. Había pasado medio día desde que Rostian y Scarfire se encerraron en una de las salas del palacio.

- Creo que deberías calmarte...- recomendó su hermano tendiéndole una pieza de fruta para que al menos comiera algo, pues se había pasado todo el medio día y toda la tarde esperando a que Rostian y Scarfire salieran de la sala sin permitirse un solo segundo de descanso, sus hombros estaban tensos y la preocupación se tatuaba en su rostro.- Cuando sea el momento, saldrán.

- Bechter...- llamó el menor de los Medi.- En estos momentos lo que menos puedes pedirle es que se calme... Entiendo sus emociones...- se levantó del asiento, acercándose a ellos con cierta vacilación, se apoyaba en el báculo de piedra, sus manos temblaron un poco y para que esto no se notase, apretó el mango del báculo.- Lo único que puedo recomendar ahora para que se calmen, es que intenten descansar, los dos... Pronto anochecerá, y os garantizo que lo mejor que pueden hacer es darles un respiro a vuestras propias mentes...- Clay apretó los dientes.- Insisto, Clay...

Toda la noche. Clay no pudo cumplir con la recomendación. Se pasó toda la noche al pie de la puerta sentado, y a la mañana siguiente, ante el crujido de las bisagras se levantó de un salto como si realmente no hubiera dormido, y en realidad no lo había hecho. Rostian salió en silencio, sorprendido de verlo allí, y parpadeó varias veces, después carraspeó para aclarar su garganta.

- ¿Has dormido?

- N-No...- admitió avergonzado.

Rostian sonrió un poco y negó lentamente.

- Scarfire tampoco... Ahora he conseguido que se quede dormido... Yo tampoco he dormido en realidad...- admitió pasándose una mano por la sien, parecía tener un ligero dolor, una migraña, o tql vez era del propio cansancio.- No consigo calmarme...- negó con la cabeza.- Hay... Hay una inseguridad tormentosa de la que no consigo deshacerme...- suspiró con pesadez y miró los ojos ocre de Clay.- Necesito descansar un poco...- suspiró.- Y tú también...- se rio un poco al ver al mayor de los Mowet bostezar disimuladamente.- Ven... Vamos a una de las alcobas cercanas, no quiero alejarme mucho de Scarfire...- el de cabellos marrón claro asintió con la cabeza, en un primer momento de forma inocente e ingenua...

Pero cuando vio que la alcoba a la que se refería era uno de los aposentos reales que estaba decorado con una inmensa cama de matrimonio que parecía ocupar tres celdas de las que él vivió toda su vida, le hizo abrir los ojos con sorpresa. Rostian se acercó cansado, sus pies se descalzaron y arrastraron hasta la cama. Se sentó en el borde de la cama. Movió su cabeza ante la inmovilidad de Clay.

- Ven...- movió los ojos hacia la cama.

- C-Casi prefiero irme a otra habitación.

- Tonterías.- sacudió la cabeza con una negativa.- Es una cama enorme, apenas notaremos la presencia ajena, y no me fio de que realmente vayas a ir a dormir...- Clay hizo una mueca con el labio, tragó saliva inquieto.

Rostian se recostó en la cama, en el borde, el colchón seguía impecable y por más que se recostó en él, no hubo en ningún momento una sola arruga perceptible en aquella cama de sábanas rojas carmín. Los almohadones color vino y el cabecero color ladrillo... Las elegantes decoraciones en rojo cereza y la sábana interior de la cama en un blanco polvo provocó que el Mowet se estremeciera.

Clay vaciló cuando se sentó en el borde de la cama, y algo en su interior le dijo que estaba haciendo algo mal. Estaba en el otro extremo de la cama, y mover las sábanas le hicieron vacilar. Inspiró profundamente y se adentró en la sábana, estaba helada, era suave, como seda, la sábana era terciopelo, suave e hipnotizante. Movió su cabeza hacia la derecha, inquieto y nervioso. Apenas se había arropado adecuadamente, y ver a Rostian quedarse dormido tan fácilmente le hizo sentir envidia.

Tragó saliva lentamente y trató de relajarse en aquel colchón, su cuerpo se enterraba suavemente en aquella blandura, la almohada se acomodaba a su cuello y cabeza, sus ojos veían la luz del amanecer adentrándose en la habitación. El movimiento repentino de la mano de Rostian lo hizo sobresaltarse y despertarse del aturdimiento consciente de estar a punto de entrar en el sueño profundo. Las cortinas se cerraron. La habitación quedó a oscuras, casi totalmente oscura. Rostian dejó caer el brazo y movió su cabeza hacia la izquierda, conectando sus ojos marrones con sus ojos ocre. Dibujó una sonrisa ante su confusión.

- No estás relajándote...- evaluó al ver la tensión de su cuerpo.- ¿Te pongo nervioso?- se rio entre dientes, sus colmillos inferiores fueron visibles por un momento, Clay desvió la mirada, cerrando los ojos momentáneamente.

- Yo también tengo algo rondándome la cabeza y que no me deja dormir, ni descansar...- giró la cabeza hacia Rostian.

El clérigo se giró en el colchón y acomodó un brazo para apoyar la cabeza, la quipa no cayó de su cabeza en ningún momento, de hecho, ni siquiera se movió.

- ¿Puedo saber el qué?- preguntó con genuino interés.

- ¿Es cierto lo que dicen todos? Tu curiosidad hacia mí...- murmuró incrédulo, aún no estaba seguro de creer en aquello o simplemente desconfiar.- Se me hace un poco confuso...

- Créeme... A mí también...- se rio un poco.- Tengo miedo de la curiosidad que siento por ti, por tu potencial y tu fuerza como guerrero y por las habilidades de tus hermanos... Realmente me siento acobardado a vuestro lado... Pero al mismo tiempo no puedo evitar sentirme confiado y con un sentimiento cálido a tu lado...- suspiró con pesadez y enterró la cabeza en la almohada, sonrió un poco.- Me enamoro de múltiples personas y temo a su potencial... Parece irónico...

- No entiendo cómo se relaciona la cuestión de enamorarse... Tal vez sea porque he vivido toda mi vida en una celda... Lo más cercano que he tenido a alguien ajeno a mi familia fue Ezequiel, y ni siquiera cuenta como tal, porque él estaba enamorado de mi hermana...- suspiró pesadamente.- ¿Cómo se supone que debo responder a eso?

- No te veas obligado a hacerlo... Me satisface saber que estás bien... Que estás sano y que sigues teniendo las mismas ganas de vivir que cuando te escapaste de Alca...

- Estaba dispuesto a sacrificarme por mis hermanos en ese momento, no estoy tan seguro de haber tenido muchas ganas de viv—

- No me rompas los argumentos, por favor...- entrecerró los ojos, riendo entre dientes casi de forma juguetona.

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Espero que os haya gustado, hacédmelo saber con un voto y nos vemos en el próximo capítulo

Bye~

By Silvia Line

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67.- Protección, ingenuidad y confianza (Medieval - Fantasy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora