Clay y Bechter avanzaron por el pasillo evitando ver a aquellos dracomantes a toda costa, a pesar de que los dos hermanos sí los veían, estos seres con ropajes similares a los que los orcos Medi tenían, pero con la intensidad sangrienta roja que tenían los estandartes y las escamas del dragón, estos vestían con una elegancia cínica; no los veían.
Alcanzaron el torreón más alto del palacio casi sin ser interceptados, si no hubiera sido porque estuvieron a punto de verlos cuando giraron una esquina imprudentemente, y si no hubiera sido porque aquellos dracomantes estaban de espaldas, tal vez los hubieran visto. Accedieron a una sala por pánico, porque escucharon pasos a lado y lado del pasillo y no querían ser vistos por ambas partes. La habitación en cuestión parecía ser una enorme librería, pero no parecía más que un fiel reflejo a la prisión de Alca, porque estaba abandonada, solitaria, y la decoración afilada y punzante con metal negro profundo y obsidiana brillante que relucía como las escamas de Sharxor. Solo de pensarlo Clay sentía escalofríos, y no quería pensar en ello. Todas las paredes estaban llenas de libros desde el suelo hasta el techo, aunque los libros que estaban en el nivel que tocaba el suelo estaban deteriorados y llenos de moho dado a que aquella sala no parecía tener una correcta ventilación, porque el ambiente se sentía denso y húmedo, y hacía una temperatura relativamente más baja que en el exterior.
El centro de la biblioteca tenía un altar elegante, decorado por librerías que circundaban este centro con una forma diagonal en el espiran que generaba una especie de onda a ser un círculo perfecto con espirales desde la parte superior, casi como si de una rueda en movimiento se tratase. Las estanterías eran de madera oscura e igual que las estanterías pegadas a la pared, estas también tenían moho en la parte del suelo. En el centro, donde se encontraba el altar, había una pequeña escalera en la que se encontraba un atril de madera con un libro abierto, las hojas de este libro eran negras como el carbón y podían verlo desde aquella distancia porque la letra era luminiscente, casi como si se tratase de bioluminiscencia. La habitación estaba pobremente iluminada por antorchas cuyo fuego era azul y daba una luz considerablemente tétrica y retorcida al lugar.
- Hearst...- susurró Clay acelerando el paso hacia ella al verla subir los escalones del atril central.
- ¿Clay?- preguntó ella confundida.
- ¿¡Se puede saber en qué estabas pensando!?- exclamó su hermano mayor totalmente preocupado y molesto con ella, Hearst se lo quedó mirando con sorpresa, no esperaba aquellos jalones en su brazo para bajarla del atril, tampoco que su hermano le gritase.- ¡Me tenías muy preocupado! ¡Pensaba que los malditos, el dragón o esos dracomantes te habían matado! ¿¡Cómo se te ocurre escaparte solo porque Sharxor te lo dijo!? Dije que no hablaríamos con Libra y que no mataríamos a los protectores del sello, ¿Quién eres tú para desobedecer mis órdenes?
Bechter observaba la escena tan sorprendido como Hearst, ninguno de los dos hermanos esperaría nunca ver a su hermano mayor tan desesperado y con los papeles totalmente perdidos, y sin duda estaba claro que estaba enormemente preocupado por sus dos hermanos, sobre todo por su hermana pequeña, y tenía su motivo de ser, después de todo, el hecho de desaparecer por completo de la noche a la mañana era cuanto menos algo de lo que preocuparse.
- Clay... Quiero salvar a nuestros padres y a nuestra hermana. Los humanos no merecemos esto. Es injusto.
- Masacramos a todos los seres vivos no animados del planeta, dejamos sin alimentación a todos los seres, destruimos el mundo ¿Y tienes el descaro de decir que no merecemos estar encerrados por ello?
- Los que lo hicieron son los deberían ser enterrados.
- En efecto, ellos fueron encerrados. Pero como todas las especies, nos reproducimos... Y por eso todos y cada uno de los seres humanos que han nacido, que nacerán o que existían hasta ese momento, están ahí... No van a hacer una excepción con nadie... Traz era el recuerdo de nuestros pecados y nuestro castigo.
- Te estás dejando llevar por lo que te han contado unos estúpidos humanoides que no saben nada.
- No desprestigies la sabiduría ajena...- amenazó.- Los ignorantes aquí somos nosotros.
- No lo seríamos si no nos hubieran encerrado.
Bechter se acercó un paso a su hermano. Apoyó una mano en su hombro para que este tomara distancia con Hearst. Clay vaciló unos segundos.
- ¿Qué te dijo Sharxor que hicieras?
- Me dijo que quemara ese libro...- señaló el libro de páginas negras que estaba sobre el atril.- Y que así podría conseguir una alternativa para hablar con Libra, porque podría llevarme con ella...
Clay entrecerró los ojos.
- Sharxor dijo claramente que no había otra forma que rompiendo el sello para ver a Libra.
- Eso es cierto...- dijo Bechter.- ¿Qué se supone que hace ese libro si lo quemamos...?
Clay se acercó al atril, pero al poner un pie sobre la escalera una corriente eléctrica le pasó por toda la columna y le hizo retroceder de inmediato, mirando a su alrededor totalmente confundido. Miró a sus hermanos, estos tenían la misma mirada de confusión que él.
- ¿Qué pasa?
- He notado algo... Ha sido raro...- carraspeó y volvió a apoyar un pie sobre la escalera hacia el atril, y al posicionarse frente a frente con el libro, letras bioluminiscentes moradas aparecieron con si fueran constelaciones escritas en todo el libro. Clay vaciló.- No entiendo...
- Ninguno de nosotros entiende, creo...- dijo Bechter posicionado a su lado izquierdo, Hearst estaba al derecho.- Pero no creo que tengamos que quemarlo...- negó con la cabeza.- Tengo una corazonada...
- Yo tengo un escalofrío.
- Yo no siento nada...- se quejó Hearst.- Sois un par de paranoicos.
- De verdad, no creo que debamos quemar este libro...- dijo Clay.- No sé lo que sean estos dibujos, pero no es de fiar...
- A mi me parece sospechoso que tenga los mismos colores que Sharxor...
Clay le dio la razón a Bechter. Hearst rodó los ojos y bajó los escalones del atril de forma indiferente. Los dos hermanos se quedaron mirando unos segundos, volvieron a poner sus ojos en el libro y se giraron hacia su hermana.
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Aquí las opiniones ---------------->
Espero que os haya gustado, hacédmelo saber con un voto y nos vemos en el próximo capítulo
Bye~
By Silvia Line
[1071 Palabras]
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67.- Protección, ingenuidad y confianza (Medieval - Fantasy)
FantasyLa humanidad fue castigada en la cárcel de Alca por sus pecados después de haber destruido el mundo en una guerra biológica mundial. Custodiada por el monstruo Traz, y malditos por la Diosa del fin del mundo Dealine; la humanidad se vio castigada co...