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Pedri González

Cuando algunos rayos de la venta se colaron por su persiana sonrió aún adormilado, y así por inercia busco el cuerpo de su novio a su lado, pero encontró la cama vacía.

Se sintió un poco triste por eso, pero ya estarían juntos de nuevo, su vuelo había llegado a las 9:00 a Canarias y ya había saludado a su padre quien lo encontró subiendo sus maletas.

Se levantó de la cama y vio su despertador a su lado: 8:00 am.

Supuso que su madre y padre estarían en el restaurante así que bajó a la cocina y se hizo un café, subió a su habitación y se postró en el balcón que habían en su cuarto, disfrutando la brisa en su rostro.

—buenos días— brinco en su lugar, estaba tan concentrado que olvidó que Fer seguía en casa.

—buenos días— también respondió Pedri y su hermano se rio un poco. —me has asustado— su hermano mayor negó y sacudió su cabeza.

—¿que quieres hacer?— el canario pensó, podría ir al restaurante de su familia y luego una pequeña reunión de amigos en casa.

—no lo sé— hizo una pausa. —¿tu ya te reuniste con tus amigos?— su hermano asintio.

—si, pero yo los veo seguido, tú hace mucho que no ves a los tuyos— Fer tenía razón, no había visto a sus amigos por lo menos desde las vacaciones de verano.

—arréglate y podemos salir con nuestros amigos pero antes ir a comer con mamá y papá— el canario asintio y su hermano Fer abando el cuarto y el canario se sentó en el sofá ende suspiró.

Alcanzó su teléfono que descansaba en su cama y lo primero que reviso fue whatsapp, y sonrió al ver el mensaje de su novio.

Mi amor 💖💕
Buenos días al más guapo de todos, cómo amaneciste?
(7:45 pm)

Sonrió ante el detalle y llamo a su novio, quien tardo en responder pero poco después apareció la cara sonriente de su novio en la pantalla de su celular.

—hola mi amor— saludo el canario con una sonrisa.

—hola mi vida ¿como dormiste?— pregunto el sevillano quien parecía que se cepillaba los dientes.

—bien, pero te extraño mucho— el sevillano lo miro con una sonrisa.

—yo igual— le miró con una mirada triste, el ya sabía que apenas estaban 2 días separados pero el se moría por verle ya.

—¿como te pasaste ayer con tus amigos?— el sevillano rio.

—muy bien, fuimos a los go-karts y después de eso fuimos a una fiesta— el canario le miró sorprendido.

—¿si?— el sevillano asintió del otro lado de la pantalla.

—fuimos a la casa se un amigo y pues me gusto mucho, ojalá poder presentarte a mis amigos, se mueren por conocerte— Pedri sonrió y le miró.

—¿que más hiciste?— el sevillano se quedó pensando y luego hablo.

—¿recuerdas a Armando y también a Daniela?— el canario asintió. —pues se terminaron peleando con unas chicas de la fiesta y se hizo un desorden, al final tuvieron que llamar a la policía— el canario abrió la boca sorprendido.

—¿enserio?— pregunto incrédulo el canario y Pablo solo movió la cabeza como signo de asentimiento.  —¿viste todo?— el sevillano negó.

—me fui temprano porque tenía sueño, vino Aurora por mi— el canario río.

EfímeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora