El amor más allá de la fama (Katie McGrath, Melissa Benoist & Tú)

CAPÍTULO 40

CAPÍTULO ESPECIAL POR CUMPLEAÑOS DE KATIE

NARRAS TÚ

DOS DÍAS DESPUÉS...

Ayer armamos todo la habitación de los gemelos y por cierto quedó maravilloso, era una mezcla de los gustos de las tres, había varios juguetes, libros, cómodas con diseños, las cunas, los roperos, las mecedoras, las ropas y muchas cosas más que no recuerdo en este momento, sin dudas decoramos y ambientamos de acuerdo a las películas, videojuegos y series que más nos gustan como Star Wars, Indiana Jones, Harry Potter, Supergirl, Lena Luthor, póster de Messi/ CR7, Batman, Scooby Doo, Quicksilver, unicornio, osos, entre otros.

Quedó espectacular, Katie, Huxley, Elizabeth, Emma, Sophie y yo fuimos los encargados de hacerlo mientras Mel estaba con Gal y Chyler charlando animadamente en la habitación.

Cuando finalmente terminamos nos dirigimos hasta la habitación principal que por cierto también lo vamos a redecorar, le pedimos para que venga a verlo, Mel no dudó así que apenas llegó quedó completamente sorprendida porque hicimos mejor de lo imaginado.

Mel sonrió y nos llenó de besos diciendo que es maravilloso y sin dudas vamos a pasar más tiempo aquí que en nuestra habitación. Todas estuvimos de acuerdo con esa afirmación así que le dijimos que tenía razón.

En fin, básicamente eso fue lo que todo el día hicimos ayer, ahora Melissa, Katie y yo estábamos en el baño de nuestra casa, disfrutando de un baño relajante. Melissa estaba en la bañera, sumergida en el agua tibia y espumosa. Katie y yo estábamos a su lado, acariciando suavemente su cuerpo y su cabello. Le hablábamos con dulzura, diciéndole lo hermosa que estaba y lo mucho que la amamos. Melissa nos sonreía, agradecida y feliz.

- ¿Cómo se sienten los gemelos? - le preguntó Katie, poniendo su mano derecha sobre la enorme barriga de Melissa. - ¿Están tranquilos?

- Sí, están muy tranquilos - respondió Melissa, poniendo su mano sobre la de Katie. - Creo que les gusta mucho el agua. Y también les gusta escuchar sus voces.

- Nosotras también los amamos mucho - le dije, besando su mejilla. - Estamos deseando conocerlos.

- Pues, según la Dra. Taylor, falta poco para que nazcan solo tenemos que esperar dos semanas - dijo Melissa, mirándonos con ilusión. - Pero ya saben, los bebés son impredecibles. Pueden nacer antes o después.

- Bueno, lo importante es que nazcan sanos y felices - le dije, abrazándola. - Y que tú estés bien. Sabes que nosotras vamos a estar contigo en todo momento, ¿verdad?

- Claro que lo sé - dijo Melissa, abrazándome también. - Y se los agradezco mucho. No sé qué haría sin ustedes. Son lo mejor que me han pasado en la vida.

- Nosotras también te agradecemos a ti - dijo Katie, uniéndose al abrazo. - Eres una mujer increíble, y una madre maravillosa. Te admiramos y te respetamos mucho.

- Las amo - dijo Melissa, con lágrimas en los ojos.

- Nosotras también te amamos - le dijimos, con lágrimas también.

Nos quedamos así, abrazadas y emocionadas, durante unos minutos. Luego, decidimos que era hora de salir del baño, secarnos y vestirnos. Katie y yo ayudamos a Melissa a salir de la bañera, con cuidado y delicadeza.

Le envolvimos en una toalla, y la llevamos al dormitorio. Allí, le pusimos una ropa cómoda y holgada, luego le peinamos el cabello. Melissa nos agradeció nuestra ayuda, nos dijo que se sentía muy bien y que tenía ganas de hacer algo mas.

- ¿Qué les parece si bajamos a la cocina, y les preparo con la ayuda de Camila algo rico para comer? - nos propuso Melissa, con una sonrisa. - Tengo antojo de unas pizzas.