CAPÍTULO 44

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NARRAS TÚ

MESES DESPUÉS...

Hoy es un día muy especial para nuestra familia. Los gemelos Heidi y Max van a su primer día de clases en el jardín de infantes. Estoy muy orgullosa de ellos, pero también un poco nerviosa. No sé cómo se van a adaptar al nuevo ambiente, si se van a llevar bien con los otros niños, si van a extrañarnos ya que ambos son muy apegados a nosotras.

Katie, Melissa y yo los acompañamos al colegio. Las tres estamos vestidas con ropa casual, pero elegante. Queremos dar una buena impresión, la Sophie va a ser la maestra de los gemelos así que estamos por un lado un poco tranquilas porque van a estar en buenas manos.

Llegamos al colegio y nos reciben con una sonrisa. Los gemelos se bajan del auto y corren hacia la puerta. Nosotras los seguimos con las mochilas y los útiles escolares. Entramos al salón y vemos que hay muchos niños y niñas de la misma edad que Heidi y Max. Algunos están jugando, otros están dibujando, otros están hablando con sus padres.

Sophie se acerca a nosotros y nos saluda con un abrazo. Nos dice que está muy contenta de tener a los gemelos en su clase.

Heidi y Max le dicen que también lo están así que ellas les da la bienvenida correspondiente luego les muestra sus pupitres y sus casilleros. Les dice que pueden elegir el juguete que quieran y que se diviertan. Los gemelos se ven felices y emocionados. Se despiden de nosotras con un beso y se van a explorar el salón.

Katie, Melissa y yo nos quedamos mirándolos con una mezcla de alegría y nostalgia. Es la primera vez que los dejamos solos en un lugar desconocido. Sé que están en buenas manos, pero no puedo evitar sentir un vacío en el pecho. Me doy cuenta de que ellas también se sienten así. Las veo con los ojos vidriosos y las mejillas sonrojadas. Las abrazo y les digo que todo va a estar bien. Que los gemelos van a aprender muchas cosas y a hacer nuevos amigos. Que nosotras vamos a estar siempre para ellos. Que los amamos mucho.

Ellas me devuelven el abrazo y me dicen que me aman, que soy la mejor esposa y madre del mundo. Que no saben qué harían sin mí. Que soy su vida.

Saber eso me hacer sentir muy afortunada de tenerlas a mi lado. Son las mujeres más hermosas y maravillosas que he conocido. Las beso con ternura y pasión. Siento que se relajan y se entregan a mis caricias.

Sophie nos interrumpe con una tos discreta. Nos dice que ya es hora de irnos. Que los padres no pueden quedarse en el salón. Que los gemelos estarán bien. Que podemos volver a buscarlos a las doce. Nos disculpamos por nuestra efusividad y le agradecemos por su comprensión. Ella nos dice que no hay problema. Que ella también sabe lo que se siente, niego y ella suelta una carcajada ante mi reacción. Luego de eso nos desea lo mejor. Nos despedimos de ella y salimos del colegio.

En vista que hoy dimos el día libre a las Camren para que puedan pasar un momento familiar nos fuimos en mi auto, así que decido llevarlas a un lugar para distraerlas. Un lugar que sé que les va a gustar. Un lugar que tiene un significado especial para nosotras.

Nos subimos en el auto y arranco rumbo al destino que tengo planeado para nosotras, ambas estaban tristes podia notar en sus miradas así que decidí empezar a romper el silencio y les pregunté si quieren desahogarse un poco.

Las dos negaron y miraron sorprendidas así que Katie me preguntó hacia donde estoy conduciendo exactamente, sonreí y le dije que era una sorpresa.

El amor más allá de la fama (Katie McGrath, Melissa Benoist & Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora