El amor más allá de la fama (Katie McGrath, Melissa Benoist & Tú)

CAPÍTULO 47

NARRAS TÚ

Les digo que sí, que ese era uno de mis antojos especiales. Que quería comprarle algo a nuestro bebé, pero que no quería hacerlo sola. Que quería que ambas fueran participes de este momento así que les pedí para que me acompañaran y me ayudaran a elegir. Que quería que se pusieran sus mejores atuendos para que el bebé supiera que sus mamás eran unas bellas y unas elegantes mujeres además de la travesura que haríamos mas adelante, lo último lo dije de manera pícara.

Ellas se emocionaron y se sonrojaron. También entienden mi gesto y lo aprecian mucho por incluirlas ya que en los primeros meses la pasaron mal por dejarlas de lado, pero por suerte esa etapa ya pasó.

Ambas me dicen que me aman y que están felices de estar conmigo y con el bebé. Me dicen que les encanta mi idea y que están dispuestas a ayudarme en lo que sea necesario. También me dicen que soy una esposa y una madre maravillosa.

Las abrazo y las beso. Les digo que las amo y que son lo mejor que me ha pasado en la vida. Les digo que estoy orgullosa de que sean las madres de nuestros hijos y que soy muy feliz con ellas.

Dicho eso nos ponemos a mirar los artículos de la tienda. Hay de todo: ropa, juguetes, muebles, accesorios, etc. Nos divertimos y nos ilusionamos con cada una de ellas imaginando como se vería con ellos puestos. Escogemos lo que más nos gusta y lo que creemos que le gustará al bebé, cargamos muchos gorritos y baberos. También elegimos las cunas y las mecedoras íbamos a decorar así como lo habíamos hecho con los gemelos una mezcla de nuestros gustos, por cierto ambos son fans de todos ellos y aunque pensé que cambiarían algún momento de opinión no fue así, pero en uno de mis cumpleaños Katie, Mel, Huxley, Elizabeth, Max y Heidi me regalaron para mí propio cuarto especial donde está todo lo que amo, ese día fue maravilloso y único.

En fin, una vez listas pagamos y pedimos para que nos llevara a la casa, literalmente compramos todo para equipar, era la primera vez que lo hacíamos antes de tiempo, pero nos sentimos bien poder hacerlo de esa manera, en vista que no íbamos a irnos todavía, avisamos a las Camren para que los puedan recibir ya que en este preciso momento lo harían y como no solo vamos a comprar cosas para el bebé. También vamos a buscar cosas para los chicos y para mí además de  hacer otras cositas más decidimos hacerlo de esa manera. La verdad es que necesito ropa nueva, porque la que tengo me está quedando todo pequeña.

Por cierto, mi barriga ha crecido mucho y ya no me entran mis pantalones ni mis playeras y mucho menos mis camisas. Quiero verme bien y sentirme cómoda. Quiero que mis esposas me vean bien y se sientan orgullosas de mí.

Así que nos dirigimos a nuestra tienda que tenemos en el comercial, si, las tres hace años decidimos invertir nuestros dineros así que era un ingreso extra además de dar oportunidades laborales a las personas que necesitan el famoso primer empleo.

En fin, apenas llegamos saludamos, obviamente las empleadas nos reconocieron inmediatamente así que tendríamos la libertad de estar el tiempo necesario y más para poder cumplir mi pequeño “antojito”, pero primero nos dirigimos a la sección de ropa premamá y elijo algunas prendas que me gustan. Hay de todo: jeans, faldas, vestidos, blusas, suéteres, etc. Todos con diseños bonitos y colores vivos. Todos con telas suaves y elásticas. Todos con espacio para mi barriga y para mi bebé, pero yo elijo varios pantalones y playeras de un solo color.

Me llevo algunas prendas al probador y me las voy probando. Me gusta lo que veo en el espejo. Me veo hermosa y radiante. Me veo feliz y plena. Me veo como una madre.

Katie y Mel me acompañan de forma intercalada al probador para poder ayudarme. Ellas me dan su opinión y sugerencias, me halagaban y animaban, me abrazan y me besan, me hacen sentir querida y deseada.