El amor más allá de la fama (Katie McGrath, Melissa Benoist & Tú)

CAPÍTULO 31

NARRAS TÚ

TRES AÑOS DESPUÉS...

Me desperté con una sonrisa en mi rostro. Hoy era un día muy especial para mí y la familia. Si, es el primer día de escuela de mi pequeña Elizabeth y estaba emocionada por verla empezar una nueva etapa. Me levanté de la cama y me dirigí al baño, donde me lavé la cara y me cepillé los dientes. Luego me vestí con un traje elegante ya que la ocasión lo amerita. Me miré al espejo y me recogí el pelo.

- ¡Estoy lista! - exclamé, saliendo del baño.

En el comedor, mis esposas y mi hija me esperaban con un desayuno delicioso: tostadas, huevos, tocino, jugo de naranja, café y leche. Me senté en mi silla con una sonrisa enorme en la cara.

- Buenos días, amor - me saludó Melissa, dándome un beso en los labios.

- Buenos días, mi vida - respondí, devolviéndole el beso.

- ¿Cómo te sientes hoy? - me preguntó Katie, acariciándome el brazo.

- Muy bien, mi cielo. Estoy muy feliz - dije, sonriendo.

- Nosotras también, cariño. Estamos muy orgullosas de nuestra hija - me dijo Katie, abrazándome por el cuello.

- Gracias, mamis. Les quiero mucho - nos dijo, abrazándonos también.

- Y nosotras a ti, mi amor - le dijimos mis esposas y yo al unísono.

Después de terminar el desayuno, Elizabeth recogió su mochila, donde guardaba sus útiles escolares, y se dirigió a la puerta. Mis esposas y yo la seguimos y la ayudamos a subir al auto, donde nos esperaba Lauren.

- Buenos días, señoras. Buenos días, señorita Elizabeth - nos saludó Lauren, con una sonrisa, aunque nosotras siempre le dijimos que no sea formal ella en horas de trabajo nos llama de esa manera así que aceptamos resignadas.

- Buenos días, Lauren - le respondimos nosotras.

- ¿Lista para tu primer día de escuela, Elizabeth? - le preguntó Lauren, arrancando el motor.

- Sí, tía Lauren. Estoy muy emocionada - le dijo Elizabeth, mirando por la ventana.

- Me alegro, Elizabeth. Vas a ver que te va a ir muy bien - le dijo Lauren, conduciendo hacia la escuela.

Durante el camino, Elizabeth no dejó de hablar con nosotras sobre lo que esperaba de su primer día de escuela. Nos contó que quería hacer muchos amigos, aprender cosas nuevas y divertirse mucho. Nosotras la escuchamos con atención y le dimos consejos y ánimos. También le recordamos que siempre podía contar con nosotras para lo que necesitara y que la amábamos incondicionalmente.

- Ya llegamos, Elizabeth - anunció Lauren, deteniendo el auto frente a la escuela. Por cierto es la misma escuela donde está Huxley así que sabíamos que era una buena institución.

- ¡Wow! - exclamó Elizabeth, al ver el gran edificio que se alzaba ante sus ojos. Era una escuela privada, muy hermosa y elegante, con un amplio patio y un jardín lleno de flores.

- ¿Te gusta, Elizabeth? - le preguntó Melissa, bajando del auto.

- Me encanta, mami - le dijo Elizabeth, bajando también.

- Es una de las mejores escuelas de la ciudad, Elizabeth. Estamos seguras de que te va a gustar mucho - le dije, tomándola de la mano.

- Vamos, Elizabeth. Te vamos a acompañar a tu salón - le dijo Katie, agarrándole la otra mano.

Las cuatro entramos a la escuela y nos dirigimos a la oficina de la directora, donde nos recibió una señora mayor, muy amable y sonriente.

- Buenos días, señoras. Buenos días, Elizabeth. Bienvenidas a la escuela - nos dijo la directora, estrechándonos la mano.