CAPÍTULO 36

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NARRAS TÚ

Estaba abrazada a mis dos esposas, es decir, Melissa y Katie, las tres sentadas en la orilla de la cama nerviosas y ansiosas por saber el resultado de la prueba de embarazo.

Si, Melissa acababa de hacerse una prueba de esos que se compran de la farmacia y nos había pedido que esperemos con ella el resultado.

No sabía qué pensar. Por un lado, me encantaría tener otro hijo o hija con ellas, ya que nuestra hija Elizabeth es la luz de nuestras vidas. Por otro lado, tenía miedo de que fuera negativo y que Melissa en esta ocasión no soportara y se sintiera más decepcionada o triste que nunca.

Mel siempre había expresado que su mayor deseo en la vida es de darle un hermanito o hermanita a Elizabeth y desde hace un tiempo que lo había intentado con mucho amor y paciencia a pesar de las desilusiones.

El reloj marcó los cinco minutos y Melissa nos miró a ambas con una mezcla de nerviosismo y esperanza. Respiró hondo y dijo:

- Quiero que... ____, ¿puedes ver el resultado? Tú eres la más valiente de las tres y la que me dió una oportunidad más para poder estar así en estos momentos.

La verdad me sorprendió su petición, pero asentí con una sonrisa nerviosa. Me levanté de la cama y caminé hacia donde estaba la prueba.

Mel había dejado el test sobre la cama. Sentí el corazón latir muy fuerte y las manos sudandome. Me acerqué y miré el test con temor. Lo tomé con cuidado y lo acerqué a mis ojos. Lo que vi me dejó sin aliento.

Había dos rayitas rosas. Melissa estaba embarazada.

No podía creerlo. Era un sueño hecho realidad. Melissa estaba embarazada de nuestro segundo bebé. Un bebé que habíamos, esperado con ansias durante todo estos meses y que sería tan querido y bienvenido por nosotras. Un bebé que tendría tres mamás y una hermana que lo van a adorar. Un bebé que haría crecer nuestra familia y nuestra felicidad.

Sentí una oleada de emoción y alegría que me inundó el cuerpo y el alma. Quise gritar, llorar, reír, saltar, todo al mismo tiempo. Pero lo único que hice fue correr con la prueba en la mano y abrazar a mis esposas con fuerza. Ellas me miraron con expectación y ansiedad, esperando mi respuesta.

- ¡Es positivo! -exclamé con una sonrisa enorme- ¡Mel, Está embarazada! ¡Vamos a tener otro bebé!

Ellas no tardaron en reaccionar y se unieron a mi abrazo, besándome y acariciándome con amor.

Melissa soltó un grito de felicidad y me besó con pasión, mientras que Katie me susurró al oído lo orgullosa que estaba de mí idea y de nuestra familia.

Lloramos y reímos juntas, sintiendo el calor y el latido de nuestros corazones. Nos miramos a los ojos y nos dijimos te amo, una y otra vez.

Fue el momento más feliz de nuestras vidas. Estuvimos así por unos minutos hasta que se nos pasó la euforia del momento.

- ¿Cómo te sientes, Melissa? -le preguntó Katie con ternura, acariciando su vientre- ¿Tienes algún síntoma o malestar?

- La verdad es que me siento muy bien, Katie. No tengo náuseas ni mareos, solo un poco de sueño y hambre. -respondió Melissa con una sonrisa. -Y también siento una conexión muy especial con el bebé. Es como si pudiera sentir su presencia y su amor.

- Yo también lo siento, Melissa. -dije, besando su mejilla- Y estoy segura de que Elizabeth también estará muy emocionada cuando se entere que va a ser hermana mayor. Siempre me pregunta cuándo va a llegar su hermanito o hermanita y qué nombre le vamos a poner.

- ¿Y qué le dices? -quiso saber Melissa, curiosa.

- Le digo que el bebé nacerá cuando esté listo y que le pondremos el nombre que más nos guste a las cuatros. -expliqué.

El amor más allá de la fama (Katie McGrath, Melissa Benoist & Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora