Krypton (supercorp)

35

En el lado derecho había bosque y en el lado izquierdo, campo y no había nadie.

Narrador Pv

Los chicos japoneses, habían conseguido instalarse en una posada y después de comer, fueron al gremio de aventureros.

—Hola ¿en que puedo serviros?—preguntó la recepcionista.
—Quisiéramos inscribirnos.—dijo un chico.
—De acuerdo.— sacó cuatro hojas y las dejó en el mostrador.—escriban sus nombres, sus profesiones y si quieren su habilidades también, pero no es obligatorio.
—Muy bien.—cogieron las plumas y escribieron.—También queremos inscribir nuestro grupo.

Sacó otra hoja y escribieron el nombre del grupo, los nombres de los miembros y quién iba a ser el líder.

Poco después apareció la chica con las cuatro tarjetas.

—Como sois novatos, empezáis por el rango F, si completáis pedidos llegarais al rango E y así sucesivamente. Solo podéis aceptar misión con vuestro rango y uno superior, en esta caso F y E, pero no más lejos. Si no lo completáis, se os penalizará con rebajada de rango o pagar una multa, en vuestro caso que sois rango F, podrías dejar de ser aventureros, tened eso en cuenta.
—Entendido, gracias por la explicación.
—De nada.

Los cuatro se acercaron a la pared de las peticiones y miraron los de rango que les toca.

—Mmm, buscar hierbas medicinales.—dijo uno.
—Cazar conejos cornudos.—dijo una de las chicas.
—Podemos coger las dos, son de nuestro rango.
—Sí.—cogieron la hojas y fueron a la recepcionista.
—¿Estas dos?
—Sí.
—Muy bien.—puso un sello y se las devolvió, después los cuatro se fueron.

Salieron por la puerta del norte y se adentraron un poco en el bosque, buscaron las hierbas con la ayuda de la habilidad de evaluación que tenía el espadachín.

Cuando ya tenían las hierbas necesarias y un poco más, fueron a cumplir la segunda misión, cazar conejos.

Mientras tanto en el mundo divino, el dios de la creación, Zor-El, los observaba desde la bola.

—No son los héroes que esperaba ese estúpido Rey, pero pueden defenderse bien en este mundo como aventureros, espero que no sean avariciosos y creídos, porque sino encontraran la muerte muy rápido, pero creo que puedo estar tranquilo, ese comandante les ha enseñado bien.
Podemos estar tranquilos, los cuatro adolescentes se pueden valer solos, y las chicas les va muy bien en su viaje para enfrentarse al rey demonio, ahora bien, tengo que hablar con el resto de la familia para pensar que hacer con ese Rey humano, si su antepasado, el héroe, levantara cabeza, lo mataría rápidamente porque es el rey demonio mismo.

Se los encontró a todos en el jardín.

—Hola.—dijo Zor-El.
—Hola.—dijeron los tres.
—¿Que pasa hermano?—preguntó Jor-El.
—Tenemos que hablar sobre el rey humano. Está fuera de sí.
—Mmm, ¿Crees que está siendo controlado por el rey demonio?—preguntó Astra.
—No, solamente que está loco. Obsesionado con controlar el mundo.—dijo Zor-El.
—Podemos echarle una maldición.—dijo Alura, los tres se la quedaron mirando.—¿Que?
—Somos dioses, no podemos hacer eso. Bueno si, pero no debemos.—dijo Astra.
—Ya pensaremos en algo hermano. ¿Como van las chicas?
—Avanzando, ya han acabado con tres generales.
—Bien, esperemos que acaben con el rey demonio y podremos tener un poco de paz.

Mientras tanto en el reino demoniaco, las chicas encontraron unas ruinas.

—¿Que es esto?—preguntó Lena.
—Parece una mazmorra.—dijo Winn.
—¿Es la entrada del castillo?—preguntó Lena a Winn.
—No lo creo. Este lugar puede que lo dirija un demonio, pero es algo normal en este mundo. Si hay aventureros hay mazmorras. En ellas hay monstruos como en cualquier parte pero están catalogados por fuerza y niveles, los débiles arriba y los más fuertes abajo.
—Mmm, ¿entramos?—preguntó.
—¿No nos desviaría de nuestro destino?—preguntó Kara.
—No lo sé.
—"Puede que sea una prueba del rey demonio".—dijo Eragón.
—Mi padre me contó que hace siglos, el rey demonio de esa época le gustaban mucho las mazmorras que aparecían en el resto del mundo, lo encontraba interesante y divertido ver a los aventureros sudar para llegar a conseguir tesoros. Él construyó una mazmorra cerca de su castillo, pero nunca me dijeron el por que.—dijo Lori.
—Mmm.
—Es desafiante.—dijo Alex.
—Eragón, investiga por los alrededores, si hay un camino que lleve al castillo.—dijo Lena.
—"Entendido".—se marchó.
—¿Por que lo has enviado?—preguntó Sam.
—Porque tengo la sensación que el rey demonio del que habla Lori, no lo le gustaba ver sufrir a los aventureros. Construyó esta mazmorra por una razón, porque los aventureros no vienen aquí. Creo que es posible que esta mazmorra, la parte más profunda, nos lleve alguna parte del castillo, porque puedo verlo desde aquí, no está muy lejos.—explicó Lena mirando el edificio lejano.
—¿Una entrada secreta?—preguntó Kara.
—Puede.
—Pues será mejor que nos preparemos, porque si vamos a entrar, tardaremos un tiempo en llegar al fondo, es una mazmorra inexplorada podemos encontrar de todo ahí dentro.—dijo Kara.
—Sí, será mejor hacer comida para la expedición.—dijo Lena.

Se alejaron de la puerta y acamparon. Lena compró snacks de su mundo y dulces. También compró ingredientes al por mayor para hacer la comida para varios días.

Sam se dispuso a prepararlo todo. Kara les dio agua y comida a los caballos. Lena hechizó los cubos para que se llenaran automáticamente e hizo lo mismo con la comida, ya que iban a tardar en reunirse con ellos.

—Después les pondré una barrera protectora para que no les ataque ningún monstruo.—dijo para si misma.

Eragón volvió y les dijo que había muchos soldados en la entrada que iba a ser imposible entrar.

—Entonces es una buena idea que lo hagamos por la mazmorra.—dijo Alex.
—El factor sorpresa.—dijo Lena.

Unas horas después ya tenían toda la comida lista, aprovecharon para comer, Lena guardó todo en su caja de artículos y después puso la barrera a los caballos.

—¿Listas?—preguntó Kara.
—Sí.—dijeron las tres.
—¿Listos chicos?—preguntó Lena
—"Sí."—dijeron los animales.
—¿Lori?
—Sí estoy con vosotras no tengo miedo.
—Bien.—dijo Lena, se agachó y la puso una mano en le hombro.—todo saldrá bien. No dejaré que te toquen.—la pequeña asintió.

Se levantó y miró la entrada seria.

—Vamos.

Todos entraron en la mazmorra.