En un reencuentro teñido de nostalgia, dos almas se entrelazan una vez más después de una larga separación. Los recuerdos resurgen vívidamente, pero para Hana, este retorno aviva un amor no correspondido. En este nuevo capítulo, el anhelo se entrela...
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La chica lanzó una mirada cargada de molestia hacia Seojun antes de ponerse de pie. Mientras se dirigía hacia Joo Kyung, se dio cuenta de que todos la rodeaban, quedando atrapada en el centro de una multitud con pastel en la cara.
Hana observaba la angustia en el rostro de Joo Kyung mientras intentaba abrirse paso entre la gente, pero era imposible debido a la cantidad de personas.
En ese instante, un inesperado giro ocurrió. Lee Suho irrumpió en el círculo, luciendo su chaqueta de uniforme, y con un gesto rápido y decidido, tapó a Joo Kyung, sacándola de aquel caótico escenario.
La sorpresa se reflejaba en los rostros de todos, quienes quedaron boquiabiertos al presenciar esta acción. No obstante, Hana mantenía una sonrisa en su rostro al ver esa escena.
Cuando Hana vio al subdirector acercarse para reprenderlos, se apresuró a alejarse del lugar con los polvos aún en la mano.
La chica se dirigió al baño, al llegar a la puerta, notó a Suho esperando junto a ella, posiblemente aguardando a que Joo Kyung saliera. Hana, sin prestarle atención, intentó entrar, pero fue detenida por él.
—No puedes entrar—, dijo Suho, creando perplejidad en Hana.
—¿Perdona? ¿No puedo entrar?— preguntó ella incrédula. El chico la observó durante un largo momento, probablemente extrañado de verla después de tanto tiempo. Hana intentó avanzar, pero Suho la detuvo en seco.
—Joo Kyung está dentro— explicó Suho.
—Por eso mismo quiero entrar, para darle esto— dijo Hana, señalando los polvos en su mano.
—Deberás esperar— soltó Suho, su tono firme y desafiante. Hana dejó escapar un profundo suspiro antes de hablar.
—¿Ves este baño? ¿No es obvio que es para chicas?—, comenzó, desconcertando al chico. —Lo que intento decir es que yo también soy una chica y tengo derecho a entrar.
—Te estoy diciendo que Joo Kyung está usando el baño en este momento— contradijo Suho desafiando a la chica.
—Lo que te estoy diciendo es que un baño no debería ser monopolizado por una sola persona—, continuó Hana, sin ceder terreno.
—Lo entiendo, pero en este momento Joo Kyung lo está ocupando—, replicó Suho.
—Sí, pero todo lo que quiero hacer es entregarle esto, ¿sabes? No cuesta nada—, dijo Hana, manteniendo su determinación.
—Por favor, comprende lo que te estoy diciendo—, Suho imploró con un atisbo de desesperación en su voz, sus manos extendidas como buscando detener a Hana. —Joo Kyung está dentro. No puedes simplemente irrumpir.
