En un reencuentro teñido de nostalgia, dos almas se entrelazan una vez más después de una larga separación. Los recuerdos resurgen vívidamente, pero para Hana, este retorno aviva un amor no correspondido. En este nuevo capítulo, el anhelo se entrela...
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Hana recuperó la conciencia y se separó del chico, quien mostraba una sonrisa. Mientras tanto, ella evitaba su mirada, buscando refugio en los alrededores.
—¿Ahora me recuerdas?— preguntó el chico con una sonrisa, esperando una respuesta afirmativa por parte de Hana.
Sin embargo, ella simplemente le dio una mirada con una sonrisa forzada, indicándole que su comentario no le había hecho gracia en absoluto.
Hana se encontraba en un dilema interno, sintiendo el peso abrumador de la situación. Sabía que no podía escapar de la realidad, ni tampoco fingir ignorancia, era evidente que había reconocido a Seojun.
Sin embargo, enfrentar la verdad significaba abrir una puerta hacia un mundo de emociones que preferiría evitar.
La expresión de Seojun era serena, mientras esperaba pacientemente la respuesta de Hana.
—¿Vamos a quedarnos callados toda la noche?— Su voz, suave como una brisa nocturna, rompió el silencio, llenando el aire con una pregunta cargada de expectación. —¿No vas a hablar?— agregó.
Hana rompió finalmente el silencio, sus palabras fluyendo con una melodía delicada pero firme. —Sí, te he reconocido—, admitió con sinceridad, su voz, resonando con una calidez que reflejaba la complejidad de sus sentimientos en ese momento.
—Y lo he ocultado por algún motivo que ni siquiera yo sé—, continuó.
El chico mantuvo una sonrisa cautivadora en su rostro mientras escuchaba atentamente las palabras de Hana.
—Esa es la respuesta que esperaba— dijo finalmente, con un suspiro de alivio apenas perceptible. —Es genial verte de nuevo. Por alguna razón, has capturado mi interés de una manera que nunca imaginé. Estos dos años... Han sido una eternidad. Me di cuenta de que no era Joo Kyung quien ocupaba mis pensamientos, eras tú. El problema era que me gustabas tanto, que me empañe en creer que era a ella quien necesitaba. Pero el tiempo, estos dos años, me han llevado a una profunda reflexión.
Hana lo escuchaba con atención, su corazón latiendo con fuerza en su pecho mientras procesaba las revelaciones de él.
—Hana—, continuó él, su voz resonando con sinceridad, —me he enamorado de ti. Es como si al abrir un libro, descubriera un capítulo que nunca supe que estaba escrito, pero que ahora, sin duda, se ha convertido en mi favorito.
Las palabras del chico flotaban en el aire, impregnando el espacio entre ellos con una intensidad palpable. Hana estaba abrumada por la sinceridad de sus palabras, por la valentía que había mostrado al abrir su corazón de esa manera.
Pero después de todo, Hana no pudo evitar dejar escapar una risa sarcástica ante las palabras del chico. Su sonrisa era una mezcla de diversión, mientras evaluaba la situación con una ceja arqueada y los labios curvados en una mueca de ironía.
—Abrir un libro y descubrir un nuevo capítulo... Vaya, eso es original.— comentó Hana apenas conteniendo la risa.
El chico parpadeó, evidentemente desconcertado por la respuesta de Hana, pero ella continuó con su postura burlona sin mostrar señales de suavizar su tono.
—Así que ¿todo este tiempo he sido tu plan B después de desechar a la primera opción?— continuó, con una sonrisa juguetona bailando en sus labios. —Qué honor. Debo admitir que la comparación con un libro es halagadora, aunque no estoy segura de si debería considerarlo un cumplido o una señal de que necesitas expandir tu repertorio literario.
Las palabras de Hana resonaron en el aire, dejando un eco de sorpresa y confusión en el corazón del chico. Su expresión se suavizó mientras intentaba procesar lo que acababa de escuchar, sus pensamientos girando en un torbellino de emociones y recuerdos.
—Hana va en serio.— comenzó, su voz cargada de sinceridad. —Nunca has sido mi plan B. Desde el momento en que te conocí, supe que eras diferente, especial de una manera que desafiaba toda lógica y expectativa.
Sus palabras brotaban con una intensidad que sorprendió incluso al chico mismo, su corazón hablando antes que su mente pudiera detenerlo.
—Es cierto que en algún momento pensé que tal vez debería buscar, en otra parte, tratar de convencerme de que mis sentimientos por ti eran solo una ilusión pasajera—, continuó, sus ojos buscando desesperadamente los de Hana en busca de comprensión.
—Pero cada vez que intentaba alejarme, era como si el universo conspirara para recordarme que tú eras la única que ocupaba mi mente y mi corazón.— Una pausa tensa llenó el espacio entre ellos, el chico luchando por encontrar las palabras adecuadas para expresar la profundidad de sus sentimientos.
El chico mantuvo una sonrisa suave en su rostro mientras hablaba, pero sus palabras resonaron con una sinceridad que no pasó desapercibida por Hana.
—Aunque si Doyun es la elección, me rendiré y te dejaré ser feliz, porque tu felicidad es mi prioridad—, dijo el chico con calma, su tono sereno pero cargado de determinación.
Sus labios se curvaron en una sonrisa comprensiva mientras miraba a Hana, sus ojos reflejando una mezcla de resignación y amor incondicional.
Hana simplemente lo miraba, sus ojos encontrando los del chico en un silencio cargado de emociones. Cada palabra pesaba en el aire, creando una atmósfera tensa, pero llena de significado.
—Pero si no es Doyun, ¿me podrías dar una oportunidad?—, preguntó con un tono de voz cargado de expectativa, mientras Hana estaba a punto de articular una respuesta.
—¿Acaso esperas que yo te brinde una oportunidad, la cual tú nunca me diste antes? En tu corazón aún reside un espacio dedicado a Joo Kyung, y aunque poco a poco estoy logrando superarlo, creo que ya no es necesario buscar esa oportunidad, ni tampoco quiero que me vuelvas a besar—, expresó Hana con un tono sereno, pero lleno de determinación. A medida que hablaba, sentía cómo su mente se aclaraba, despejando la neblina de emociones y confusiones que la habían envuelto anteriormente.
Ahora, más que nunca, era consciente de la realidad que la rodeaba y de las decisiones que debía tomar.
El chico, al escuchar esas palabras, vio cómo su sonrisa desapareció sorprendentemente.
—Realmente ya no siento nada por Joo Kyung. Tal vez podríamos intentarlo poco a poco, con citas. No tiene que ser de inmediato—, dijo mientras Hana bajaba la mirada, sintiéndose atrapada en un dilema.
—Los sentimientos no se desvenden de un día para otro. Son complejos, arraigados y no es justo esperar que desaparezcan de la noche a la mañana.— comenzó Hana, sus palabras resonando con una mezcla de empatía y sinceridad.
—Pero tal vez, solo tal vez, pueda esperar. Puedo estar aquí, a tu lado, mientras navegas por el laberinto de tus emociones. Porque sé que amar a alguien no es algo que se pueda controlar fácilmente—, continuó, su tono suave pero firme.
—No estoy aquí para juzgarte por tus sentimientos. Puedo esperar hasta que estés listo, hasta que ya no sientas nada por ella—, añadió, con una determinación palpable en sus palabras.
Con una sonrisa sincera, el chico soltó un ''gracias'', dejando que su expresión transmitiera su gratitud.
Sus ojos brillaban con aprecio mientras miraba a Hana, reconociendo el gesto de comprensión y apoyo que ella le había brindado.
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¡Hola a todos! Lamento mucho la tardanza en actualizar, he tenido una semana de exámenes. Pido disculpas por este capítulo tan breve, pero sinceramente creo que solo queda uno más. Quiero agradecerles de corazón por todo su apoyo. ¡Gracias infinitas!💗💓
