En un reencuentro teñido de nostalgia, dos almas se entrelazan una vez más después de una larga separación. Los recuerdos resurgen vívidamente, pero para Hana, este retorno aviva un amor no correspondido. En este nuevo capítulo, el anhelo se entrela...
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Finalmente, tras ajustar la camiseta de Seojun, Joo Kyung y Hana ingresaron a la habitación. Joo Kyung se acomodó junto a Suho, y era evidente que ambos deseaban un momento a solas.
Hana, captando la atmósfera, amablemente propuso a Seojun salir un rato, sugiriendo un paseo para brindarles privacidad.
Mientras abandonaban la habitación, Suho, con un característico sentido del humor, soltó un comentario ingenioso dirigido a Seojun sobre el baño, provocando una pequeña sonrisa en Hana antes de cerrar suavemente la puerta, dejando a la pareja disfrutar de su tiempo a solas.
—¿Te sientes bien? Te veo algo afectada hoy. Si no estás bien, no deberías haber venido— expresó Seojun, interrumpiendo el silencio mientras dirigía su mirada preocupada hacia la chica.
—¿Yo? Estoy perfectamente bien, ¿no lo ves?— Hana respondió con una sonrisa que iluminaba su rostro, y para enfatizar su afirmación, hizo un gesto divertido que provocó una risa suave en el chico, disipando cualquier rastro de preocupación en el aire.
—Oye, esa no es Go Woon, ¿verdad? Y ese chico, ¿no es el hermano de Joo Kyung? — interrogó Seojun a Hana, señalando hacia la dirección indicada. Al mirar con atención, Hana confirmó la identidad de los dos y notó que el chico les dirigía unas palabras algo peculiares.
A medida que se acercaron, Joo-young le contaba a Go Woon sobre su supuesta enfermedad, añadiendo detalles sin sentido.
—Oh, pobrecito, estás muy enfermo. ¿Qué hacemos?— Seojun se unió a ellos, seguido de cerca por Hana.
Joo-Young al dirigir su mirada hacia el chico, este hizo un gesto de pelea, mostrando cierta sorpresa y temor, mientras Go Woon expresaba alegría al ver a Hana y a su hermano reunidos.
—¿Qué hacemos? Si es incurable, creo que morirás pronto... por mí—, soltó Seojun con sarcasmo hacia el chico, quien bajó sus puños, ahora aún más asustado.
En un momento y al otro, cambiaron de sala y Seojun, ahora en la silla, forzó al chico a prometer que dejaría de coquetear con su hermana. Joo-young, agachado, giraba en círculos agarrandose los oídos, entre risas y teatro exagerado.
—Park Han Go Woon, no voy a coquetear—, expresó Joo-young entre risas, tratando de calmar la situación.
—¿Cómo te atreves a coquetear con mi hermana? Ella dice que no está interesada—, exclamó Seojun hacia el chico, su tono mezcla de incredulidad y diversión.
—Hare que se interese—, respondió Joo-young, añadiendo un toque de humor, lo que provocó una mirada incrédula de Seojun.
—Han Go Woon es la que me gusta. ¡Me gusta Han Go Woon! Nos vemos de nuevo, hyung— Anunció el chico levantándose de repente, pronunciando sus palabras de manera cómica.
