En un reencuentro teñido de nostalgia, dos almas se entrelazan una vez más después de una larga separación. Los recuerdos resurgen vívidamente, pero para Hana, este retorno aviva un amor no correspondido. En este nuevo capítulo, el anhelo se entrela...
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La mañana siguiente, Hana despertó un poco temprano, con tiempo de sobra para prepararse antes del tan esperado día del festival. Decidió comenzar con una ducha. Mientras el agua caía, podía escuchar los gritos provenientes de abajo, donde sus padres parecían estar inmersos en una discusión.
—¡Te estoy diciendo que no me copies!— Resonaba la voz de su madre, Woo-ri, luchando por hacerse oír entre el tumulto. La tensión se podía sentir en el ambiente, ya que ambos padres compartían el espacio de la casa en lo que parecía ser un día libre.
Sin embargo, en lugar de colaborar, el padre, Dong-sun, parecía estar llevando a cabo una copia literal de las acciones de la madre, como si estuviera completamente ajeno a sus protestas.
Woo-ri suspiraba con frustración ante la aparente falta de atención de su esposo. —Te he dicho que no me copies—, repetía en vano, mientras él continuaba imitándola. La escena pintaba un cuadro de caos y falta de comunicación en el hogar de Hana.
Hana, acostumbrada a estos episodios familiares, rodó los ojos con una expresión resignada mientras se sentaba al lado de Minho.
La relación de sus padres, a veces, parecía un idilio romántico, donde ambos estaban profundamente enamorados y sus corazones latían al unísono.
Sin embargo, en otras ocasiones, la dinámica entre ellos sugería lo contrario, como si preferirían, no cruzarse ni verse ni en pintura. La dualidad de su conexión dejaba entrever una montaña rusa de emociones, donde el amor y la distancia coexistían en un equilibrio precario.
Hana miró su desayuno, deleitándose con los crepes que decoraban la mesa con su aspecto apetitoso, junto con algunas frutas. Tomó una fresa con gracia y la saboreó mientras sus padres continuaban burlándose mutuamente.
Ignorando por completo el alboroto, Hana decidió retirarse a su habitación, sintiendo que sus padres, en ese momento, se comportaban más como niños pequeños que como adultos.
Mientras tanto, Hana abrió su armario en busca del atuendo. Sin dudarlo optó por el conjunto rosa pastel que Soo Ah le había regalado hace un tiempo. Soo Ah también tenía el mismo y Soo Ah le propuso que lo combinaran en el festival. Hana sonrió al recordar el gesto amable de su amiga mientras se vestía con el conjunto.
Con habilidad, peinó su cabello y le dio algunas ondulaciones. Aplicó un poco de perfume, eligiendo cuidadosamente. Y finalmente se calzó unas zapatillas blancas que complementaban. Antes de salir.
Hana finalmente llegó al festival en bus, mientras miraba a su alrededor y a las actividades que se llevaban a cabo. Con una sonrisa en el rostro, buscaba a sus amigas entre la multitud. Sin embargo, su atención se desvió cuando notó que Go-woon estaba siendo llevada lejos por Joo Kyung, y Hana, decidida a acercarse, fue detenida por alguien.
