En un reencuentro teñido de nostalgia, dos almas se entrelazan una vez más después de una larga separación. Los recuerdos resurgen vívidamente, pero para Hana, este retorno aviva un amor no correspondido. En este nuevo capítulo, el anhelo se entrela...
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A la mañana siguiente, Hana caminaba junto a Minho hacia la preparatoria. Al llegar, los dos se separaron y Hana no pudo evitar sonreír al presenciar una escena reconfortante.
Joo Kyung enfrentándose valientemente a unas chicas que se burlaban de ella por estar sin maquillaje, mientras Suho aparecía a su lado, orgulloso de ella, y los dos entraban al salón tomados de la mano.
A pesar de la sorpresa de todos, incluida Soojin, y la clara decepción reflejada en Seojun, Hana se mantuvo concentrada en su libro, sintiendo una mezcla de admiración por su amiga.
En ese momento, el profesor Han entró en el salón, con un tono de voz algo triste. —Quiero daros un anuncio matutino—, comenzó el profesor, captando la atención de todos los presentes.
—La estudiante que no es parte de la clase debería irse ahora—, continuó, dirigiendo su mirada hacia Joo Kyung, quien al principio no fue reconocida por el profesor debido a su apariencia sin maquillaje.
Sin embargo, los murmullos de los demás estudiantes pronto confirmaron su identidad, y el profesor expresó su alegría al reconocerla, incluso llegando a derramar algunas lágrimas de emoción.
Cuando la primera lección terminó, Hana se encaminaba hacia el baño, sumida en sus propios pensamientos.
Sin embargo, su atención se vio repentinamente atrapada por una voz conocida: era Soojin, hablando con alguien. Intrigada, Hana se detuvo y escuchó las palabras de Soojin con una mezcla de sorpresa y consternación.
—¿Cómo pudiste pensar en venir viéndote así?—, dijo Soojin con frialdad, sus palabras cortantes como cuchillas. —No es como si estuvieras montando un espectáculo para toda la escuela. ¿Querías recibir atención de esta forma? Parece que desde que estás con Lee Suho, ganaste el valor que antes no tenías.
El tono despectivo y condescendiente de Soojin resonó en el aire, dejando a Hana con una sensación incómoda en el estómago.
Decidida a intervenir, Hana entró en el baño, encontrándose con la mirada de Soojin que se posaba sobre ella.
—Soojin, tu comportamiento es inexcusable, no puedes seguir lastimando a las personas que te rodean y esperar que todo siga igual. Algún día, tendrás que enfrentar las consecuencias de tus acciones, y solo espero que cuando eso suceda, sea lo suficientemente tarde para darte cuenta del daño que has causado.— Hana empezó diciendo, su voz quebrándose ligeramente, sorprendiendo a Joo Kyung.
—¡Kang Soojin!— Esta vez fue Soo Ah quien entró, sorprendiendo tanto a Hana como a Joo Kyung. —Eres realmente lo peor. ¿No habría sido suficiente para ti arrodillarte ante Joo Kyung y suplicar? Pero, ¿qué has dicho? ¿Lo has dicho todo?— Soo Ah miró fijamente a Soojin, mientras esta la miraba sin rastro de arrepentimiento en su expresión.
