En un reencuentro teñido de nostalgia, dos almas se entrelazan una vez más después de una larga separación. Los recuerdos resurgen vívidamente, pero para Hana, este retorno aviva un amor no correspondido. En este nuevo capítulo, el anhelo se entrela...
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Cuando Hana se adentró más en el bosque, encontró a Seojun, y este no parecía estar feliz, más bien algo triste, tal vez. Hana pensó mientras fijaba más la mirada en él.
—Seojun, ¿pasa algo?— preguntó la chica, haciendo que el chico se detuviera.
—Supongo, que puedo hacer cuando la chica que me gusta le gusta alguien más, ¿cómo puedo confesarme sin que se me rompa el corazón?— preguntó Seojun a la chica. Mientras tanto, ella se hacía una idea de quién era, y apartaba la mirada de él, bajando la cabeza. La pregunta revelaba una vulnerabilidad.
—¿Cómo puedo yo, de la misma manera, confesarme ante el chico que me gusta, sabiendo que ya hay alguien en su corazón, y hacerlo sin temor al rechazo?— Hana preguntó al chico, tejiendo sus palabras con una mezcla de determinación de la pregunta.
—¿A Deyun le gusta alguien más?— indagó el chico con una mirada intensa, buscando respuestas en los ojos de la chica. Su pregunta quedó suspendida en el aire, creando una expectación palpable mientras aguardaban el momento de la revelación.
—¿Qué? ¿Qué tiene que ver él? Olvídalo— pronunció Hana con un tono de voz que dejaba entrever un intento de desviar la conversación.
—Estáis saliendo, ¿o me equivoco? No voy a esconderlo. Vi el otro día cómo te besó, pero pareció que no te gustó. No pude evitar-lo, lo escuché todo, — confesó Seojun sus palabras resonando en el aire.
—Eso fue un error, no volverá a pasar—, dijo Hana, bajando la cabeza con cierta vergüenza.
—Ya veo— Seojun la miró con atención, y con un tono tranquilo, respondió.
—Además, se llama Doyun, no Deyun— Hana, queriendo corregir el detalle, añadió.
—No me importa cómo se llame, me da totalmente igual. De ahora en adelante, se llama Deyun— declaró el chico con simpleza. —Oye, por cierto, ¿no crees que este es el momento perfecto para que me cuentes qué pasó ese día? Claro, si estás preparada—, susurró Seojun con una paciencia que parecía abarcar el tiempo mismo.
Su voz, suave y tranquilizadora, flotaba en el aire, creando una pausa cargada de anticipación. Hana sopesaba sus pensamientos, y en ese silencio, las palabras de Seojun se convertían en una invitación para desvelar los secretos que yacían ocultos en aquel día pasado.
Y en un parpadeo, los dos se encontraban sentados, con Hana lista para relatarle todo desde el principio.
—Ese día, me encontraba en el hospital debido a que llevaba unos días que no me iba del todo bien. El estrés y la preocupación se habían apoderado de mí, afectando mi bienestar físico y emocional. Pasé unos días sin comer adecuadamente, y esa falta de alimentación comenzó a tener un impacto en mi salud. La debilidad se apoderó de mi cuerpo, y la preocupación constante empeoró la situación.
