No puedo detenerme. || Satoru Gojo.

Parte 16.

Los días han pasado con una lentitud agobiante, al parecer así se siente cuando intentas olvidar a una persona y todos aquellos momentos que alguna vez pensé que serían recordados con satisfacción y calidez, se convirtieron en solo hacerme sentir nostálgica y deprimida.
Últimos días del año, evitando el contacto con mis amistades, con Itadori sobre todo que ha querido colarse en casa pero siempre tengo una excusa (la mayoría poco convincentes) para no verle y tener que fingir que realmente lo de Gojo nunca me hizo sentir mal, pero supondría que era obvio con solo verme el rostro o el escucharme y en como he estado quejándome absolutamente de cada detalle.

Geto no ha querido nombrarlo en ninguna conversación, mucho menos mamá porque le resumí un poco lo qué pasó, también con mentiras porque sabía el cariño inmenso que ella le tenía al albino. Me sentía en un agujero, ahogándome tal vez en un vaso de agua, esta persona no era realmente la verdadera yo, me asustaba olvidar lo que alguna vez fui antes de conocer más a profundidad al mejor amigo de mi hermano.

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-¿Como estás? -Itadori logró colarse a mi habitación, gracias a mamá quién también quería verme compartir con otra persona-.

-Bien -respondí prestando atención al libro que pillé entre mis cosas para despejar la mente-.

-Ya, no te creo nada, me has evitado estos días, no quieres salir con nosotros -hizo una enumeración con sus dedos- ya sé que Gojo tiene algo que ver pero más allá de eso, no sé qué pasó.

-Yuji, estoy bien -volví a responder-.

-No se nota -respondió soltando un suspiro- solo quiero que no te encierres aquí, por un imbécil.

-Gojo se va a casar.

-¿Ah? -alzó la ceja-.

-Gojo se va a casar a causa de sus padres, me contó todo eso hace unas semanas, su futura esposa está en Japón, en la misma universidad que él, terminando sus estudios -dejé de lado el libro- ¿sabes como me siento? le pedí que aclarara todo eso, que lo hablara con ella porque no estaría con él sabiendo que todo aquello estaba en curso.

-Araki -susurró preocupado-.

-Le pedí lo más simple, solo se disculpó y pidió que confiara en él, ¿sabes que hizo? ignorarme, todos estos días, me bloqueó, ignoró mis primeras llamadas y mensajes, he tenido que mentir diciendo que todo terminó porque no estaba lista para emparejarme.

-Ese imbécil -frunció el ceño-.

-Lo es pero no hay porqué molestarse, ahora agradezco que las cosas hayan pasado así, me evité estar con un idiota que se esconde y no arregla sus problemas como el "hombre" que dice ser, me sentí humillada pero ahora estoy bien, creo -reí débilmente- así que no hay necesidad de ir tras él y querer golpearlo como una bestia.

-Pero -le interrumpí-.

-No es necesario -repetí- él quiso las cosas así y así se quedarán.

-Está bien -se posicionó a mi lado- pero no quiero verte aquí encerrada, vamos a casa de Choso, es su cumpleaños.

-¿Y no me dijiste? -le golpee el brazo-.

-Intenté hacerlo hace una semana pero me ignoraste los mensajes.

-Lo lamento -apoyé mi cabeza en su hombro- gracias por venir.

-Siempre te molestaré -besó mi cabeza- ahora vete a bañar, te esperaré abajo, Geto está jugando play.

-Bueno -me levanté de la cama- bajaré en veinte.

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-Hola chicos -Choso sonrío dándonos espacio para entrar a su casa-.