Satoru.
Araki me miraba sorprendida por aquella declaración un tanto como una orden pero era el deseo que quería cumplir el día de hoy, desde hace un tiempo ya tenía claro mis sentimientos respecto a ella, me gustaba y muchísimo, nunca pensé en verme emparejado con una persona durante este tiempo y mucho menos con la hermana de mi mejor amigo. Ahora la tenía aquí, conmigo, en la misma cama, compartiendo intimidad y haciéndole experimentar cosas que seguramente nunca experimentó (y me alegraba que fuera solo conmigo), no pensaba perder esta oportunidad de atarla a mi lado por más feo que se escuchase. La quiero solamente para mí.
Acaricié su rostro sonrojado y el cabello desordenado, ella se calmó durante unos minutos para acurrucarse a mi lado, mi corazón latía con una fuerza bruta por las palabras que saldrían de mi boca y es que me sentía un poco avergonzado.
-Araki, recuerdo que estabas esperando el momento indicado para formalizar esta relación y creo que hoy es el mejor momento -suspiré acongojado- creo que siempre estuve seguro pero en esta oportunidad seré franco con mis sentimientos hacia ti, seré sincero -me acomodé de costado para verle mejor ese rostro que se dedicaba a mirar el techo por, seguramente, los nervios del momento- nunca me vi en esta situación, demostrando mis sentimientos a la persona que me gusta, porque Araki -tomé su rostro- me gustas y mucho.
-Satoru -ella susurró envolviéndome entre sus brazos pero antes de recibir un beso que ansiaba, necesitaba sacar todo lo que sentía por ella-.
-Espera, aún no termino -dije entre pequeñas risas- realmente tengo atorado todo esto aquí -apunté mi garganta- y es que me resulta un poco difícil porque sinceramente, nunca he sentido esto con otra chica... quiero estar contigo Araki, quiero que seas mi novia, quiero que seas solamente mía.
Y luego de soltar la respiración acumulada, de sudar como un enfermo de gripe y hasta de sentirme como un inexperto en tratar con mujeres, atrapé el rostro de mi chica que me miraba entre lágrimas, para besar sus labios con suavidad.
-Realmente gustas de mi -susurró en mi oído, provocando un escalofrío en mi nuca-.
-Me gustas, Araki -besé su boca nuevamente- ahora necesito saber si es correspondido.
-Yo... -murmuró buscando mi mirada- no tengo nada que aclarar, ya soy tuya Satoru -me dijo enredando sus brazos alrededor de mi cuello- ¿eso sirve para dejarte claro que también me gustas?
-Bastante -me subí encima de ella sin hacerle daño, ambos seguíamos desnudos entre las sábanas- ¿quieres ser mi novia?
-Satoru, ¿no pensaste en un momento más romántico? -preguntó alzando la ceja-.
-Oye, es el momento más íntimo que hemos tenido -me excusé- además, no podía esperar otro día más.
-Bueno, si ese es el caso -sonrió levemente, nuestras miradas se encontraron en escasos segundos- si quiero ser tu novia.
Sonreí volviendo a besar ahora a mi chica, a mi novia, me sentía pleno y satisfecho con el día de hoy, todo iba bien, ella parecía no creerlo pero le haría saber que todo esto realmente estaba pasando entre ella y yo. Nos besamos nuevamente, casi en desesperación, entre leves gemidos y caricias.
-Nunca pensé que tendría novio -rió acostada sobre mi pecho- y menos tú.
-Oye -me hice el ofendido- ¿tan mala tenía mi reputación?
-¿Quieres saber? -preguntó obvia-.
-No, gracias -reí suavemente- ya me sé los rumores, solo espero que confíes en mi.
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No puedo detenerme. || Satoru Gojo.
أدب الهواةSer la hermana ''menor'' de Suguru Geto, significaba ser ignorada por los amigos de éste, pudo haber sido una excusa perfecta para no sociabilizar, pero desde que comenzó a sentir e imaginar escenarios falsos con el amigo albino, todo cambió. Pues...