No puedo detenerme. || Satoru Gojo.

Parte 14.

-Por tu rostro -me quedó mirando- quisiera no saber quién es ella.

-¿Qué? -le miré perplejo, una parte de mí estaba aliviada con cierto remordimiento-.

-Que lo mejor será ignorar esto e irnos a dormir, estoy cansada -se giró para caminar al baño con su pijama en mano, no sabía cómo sentirme, le seguí el paso, seguro me veía ridiculo por no llevar absolutamente nada de ropa-.

-Araki pero... -negó con la cabeza-.

-No te preocupes -posó su mano en mi pecho con sutileza pero aquella mirada me carcomía por dentro, ¿era decepción, enojo, tristeza, molestia? o tal vez todo junto- tu mirada me demostró dudar en contarme, está bien, ¿supongo? -frunció el ceño mirando el suelo- solo esperaba que no mintieras.

-No iba a hacerlo, es solo que -traté de explicarme pero ella volvió a negar con la cabeza- lo siento.

Ella sonrió levemente para meterse en el baño y cerrar la puerta en mi cara, bufé molesto pero conmigo mismo, supongo no quise hacerlo para no arruinar esta "relación" pero al final me salió el tiro por la culata. Volví a la habitación para ponerme el pijama y ordenar la cama, probablemente no comeríamos nada ni tampoco veríamos la película, por lo que bajé a la cocina para dejar todo en cada lugar, así tampoco se desperdiciaba la comida.

-Voy a dormir -dijo Araki entrando al cuarto con su pijama puesto y la lencería en mano- buenas noches Gojo.

-Buenas noches Araki.

Y el silencio por primera vez se me hizo incómodo, costó dormir, solo miraba el techo pensando en todo lo que había pasado, no sabía que hacer y tampoco sabía si era buena idea bombardearla con tanta información que lamentablemente, me hacía vomitar.

.

-Lamento lo de anoche -me disculpé con ella afuera de su casa-.

-No importa -sonrió, tomó su mochila para bajarse del auto- nos vemos.

-Nos vemos, Araki -murmuré viendo cómo partía a su casa-.

Y así fue como el finde semana se arruinó, solo esperaba que la situación mejorase, por primera vez sentía tanta impotencia conmigo mismo y más por saber que estaba dañando a una persona importante para mí.

Araki.

Nobara me escuchaba atenta a cada palabra que salía de mi boca, el finde semana fue intenso por tantas emociones, Gojo me escondía algo y es que aunque no tuviera el derecho de reclamarle me sentía una estúpida, tal vez sólo estaba haciendo un mediático show y exigiéndole al albino a contarme todo como si fuera su obligación, ¿debería pedir disculpas por aquella situación? ¿por haber exagerado mi actuar?

-Bueno amiga -Nobara jugaba débilmente con su lápiz- creo que al ser tu primera relación, puede que hayas esperado toda la información de su vida de golpe.

-Tienes razón -tapé mi rostro- soy una tonta, creo que fui una intensa.

-Pero estoy segura que Gojo debió sentirse mal por no haberte contado desde un principio -me miró sonriendo- podrías ir por él para que conversen, poner límites, conocerse aún más, solo llevan unas semanas "saliendo".

-Gracias Nobara -le abracé con fuerza- iré por él hoy, de sorpresa.

-Solo procura llevar un paraguas -dijo mirando por la ventana- probablemente se ponga a llover.

-Si -también miré por la ventana, el cielo estaba nublado-.

-¡Hola! -Itadori apareció sonriendo- ¿cómo están mis mujeres?