Parte 20.

2.4K 131 35
                                    

Contenido explícito, favor de discreción, si no te gusta el contenido, puedes dejar de leer y esperar el próximo capítulo (no hate xfi UWU).



Sus dedos jugueteaban con mi intimidad como si de aquello dependiera su vida y yo ni tonta ni loca, aprovechaba verlo en esa faceta suya, un tanto posesivo como también delicado, aunque quisiera verle tomar más el control sobre mi y hacerme lo que quisiera pero me asustaba un poco el encontrarme con cosas que tal vez, no me gustasen.
Gojo sonreía metiéndose entre mis piernas para buscar con su lengua mi clitoris, esperando esa sensación cálida, pero al contrario me giró con fuerza dejándome a espaldas descubiertas privándome el movimiento de mis brazos, no reaccioné desesperada, porque me gustaba verme sometida a él y pensando en tantas cosas, gemí de dolor al sentir su miembro haciendo presión en otro agujero, mi ceño se frunció con fuerza, me sorprendía aquello, más aún sintiendo algo pegajoso, frío y escurridizo en la zona de atrás.

-¿Gojo? -pregunté en un gran suspiro ocasionado por tal presión que ejercía él en mí, mi puño se aferraba a mi almohada para apaciguar ese mal estar-.

-Silencio -exigió en tono serio y concentrado-.

-Me duele -dije en un leve sollozo, nunca pensé que en aquel agujero se podía meter algo (¿un miembro tal vez?)- por favor...

-Dije silencio -susurró tomando mi cuello haciéndole ver su rostro, un poco incómodo, mi espalda estaba encorvada- vas a cerrar esa boca, si no es para gemir, entonces cállate.

Aquella demanda sonó como obligación, asentí lentamente sorprendida por esa petición, aunque muy dentro mío, le excitaba escuchar palabras tan sucias salir de su boca, a penas soltó mi cuello me penetró y gimoteé como un demonio por aquel dolor, claro que dolía y como el infierno, pero no debía meter tanto bullicio si es que no queríamos tener a mi mamá detrás de la puerta preguntando si estábamos bien.

-Ese agujero me pide meterlo aún más -gimoteó grotescamente apretando sus dedos contra mi piel, mordí mi labio por sentirlo cada vez más adentro, me iba a desgarrar en cualquier momento- abre más las piernas.

Y accedí, corriendo un poco más mis rodillas a los costados, mi espalda estaba aún más encorvada, el sonido de su pelvis chocando con mi piel sudada, se notaban aún más en ese silencio dentro del cuarto, ni siquiera nuestras respiraciones eran tan escandalosas, comencé a acostumbrarme a tal tamaño dentro de mi ano, nunca pensé que me vería haciendo esto y mucho menos con el albino.

-Mira como te pones -susurraba tocando mis pezones ya totalmente complacidos por aquellas caricias- gime para mi, Araki, quiero oírte pedir mas.

De tan solo pensar en decir cosas como él en estas situaciones, me hacía sentir avergonzada y hasta patética pero quería complacerle.

-Me gusta cuando me tocas -gemí tímidamente, escondiéndome entre mis almohadas-.

Sus labios besaban mi espalda dejando un camino de saliva para posarse en mi cuello, ejerciendo presión en esa zona, seguramente tendría alguna marca y será problema esconderla pero ahora me daba igual, quería que dejara marcas en todo mi cuerpo, le pertenecía a él y no temía verme repleta de sus marcas.
Las caderas del albino se movían con un poco de lentitud y cuidado, a pesar de que era un poco doloroso, quería sentirlo más dentro mío, moví mis caderas en círculos haciéndole entender que podía moverse más rápido y él entendió aquel movimiento por lo que comenzó a moverse aún más rápido, mis ojos lagrimeaban pero mi entrepierna también y no de dolor.

-Parece que te gusta que te de por atrás -sus manos palmeaban mis glúteos con fuerza, se afirmaba de mis caderas para profundizar cada estocada y yo sentía que iba a desmayarme en cualquier momento- ¿te gusta, bebé? ¿te gusta como Gojo te da por detrás?

No puedo detenerme. || Satoru Gojo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora