Parte 1.

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Ser la hermana menor de Suguru Geto era un poco complicado. Todos me veían como niña pequeña, pero la verdad es que solo me llevaba tres años con Geto, no entendía la gran diferencia pero los demás se empeñaban en recordarme que estaba por debajo de mi hermano.
Geto es buen hermano pero es un poco sobreprotector, especialmente con mi mejor amigo: Yuji Itadori.

-¡Araki! -Geto gritó desde el primer piso-.

Dios, que no pueda descansar un sábado en paz, en especial esta semana sabiendo la cantidad de proyectos y manualidades que he tenido que hacer. Quisiera pronto terminar los estudios y no preocuparme hasta la universidad.

-¿Es necesario gritar como desquiciado? -le miré bajando las escaleras-.

-Sí, porque hoy tendremos fiesta y si estarás con ese rostro, mejor ni bajes.

-No te preocupes, ni me interesa compartir con tus amigos, de hecho, ni estaré.

-¿Dónde estarás? -me miró alzando la ceja-.

-Bah -le musité sin querer contarle-.

-Araki, ¿Dónde irás? -Geto se puso en el umbral de la cocina-.

-Mamá, Geto me está molestando.

Mamá solo río, seguramente nos veíamos demasiado infantiles en esa posición. Bufé cruzándome de brazos, ignorando a mi hermano, a veces solía ser un dolor de trasero especialmente cuando estaba programando una fiesta.

-Araki irá a una fiesta con sus amigos, en casa de Itadori, deja que tome desayuno -mamá respondió apagando la tetera que había hervido-.

-¿Y la dejaste? -Geto le respondió molesto-.

-Pues si, ella también tiene derecho de salir.

-Ya deja de comportarte como si fueras mi papá.

-Y que bueno que no lo soy -musitó dejándome entrar a la cocina-.

Papá nos había abandonado y la última información que teníamos de él, es que había fallecido.
La verdad no fue una noticia que nos haya sacudido la vida, obvio no era algo que esperáramos pero tampoco fue un acontecimiento traumante, Geto al contrario, no se mutó a decir nada, de hecho se hizo más molestoso que antes.

La tarde fue lenta, mamá estuvo ayudando a Geto con las preparaciones, en especial con el tema de comida, decoración y dejarle en claro que no estropearan el patio.
Yo en mi caso, estuve avanzando unos trabajos, sobre todo en la maqueta que debía entregar el lunes a primera hora, solo quedaban unos meses para graduarme y finalizar la etapa más aberrante de mi vida.

-¿Alo? -me pegué el celular al oído-.

-¿Cómo estás corazón? -Itadori río de fondo-.

-¿Qué pasó? -reí ante el apodo, a veces era muuuuuy empalagoso-.

-Adivina, de hecho, te demorarás en hacerlo, hoy no tendremos fiesta en mi casa.

-¿Qué? oh, que mal -musité- ¿y qué haremos?

-No te vayas a desmayar, pero hablé con tu hermano.

-Dios, que acabas de hacer, ¿es que eres suicida?

-No, pero no me creerías que aceptó mi petición.

-¿Qué cosa? -estaba ansiosa por saber que brillante idea, había congeniado-.

-Geto nos dejó ir a tu casa, tuvimos unos problemas en casa, con la electricidad, estoy en casa de Megumi cargando mi celular -río- así que, prácticamente le pedí, le supliqué, le lloré a Geto y funcionó -dijo orgulloso-.

No puedo detenerme. || Satoru Gojo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora