Parte 7.

6.5K 432 115
                                    

Aún no estaba lista, solo me había dado una ducha corta porque inconscientemente la actitud de Gojo hizo que dependiera mi estado anímico, aún sabiendo que esta relación ni siquiera era formal, más bien un juego que al menos yo siempre lo intuí, me había hecho depender en cierto punto mi ánimo, mi día a día.

Itadori había venido varías veces a cerciorarse de que ya estuviera lista pero ni siquiera quería bajar, aunque ya la fiesta había empezado, me sequé el cabello con tranquilidad mientras escuchaba la música de fondo, nuevamente volví a sentir golpecitos en la puerta que en algún momento me estresaron al ser tan insistentes, apagué la secadora y amarré mi bata antes de abrir.

-¿Aún no estás lista? -el albino ladeó la cabeza-.

-¿Qué haces aquí? -le pregunté tapando la entrada de mi habitación- vete, necesito cambiarme.

-¿Puedo pasar? -preguntó mirando mi habitación por encima de mi cabeza-.

-No, mamá te puede ver husmeando por aquí -le empujé despacio- por favor, si necesitas decir algo, hazlo ahora.

-Lo siento -me miró, fruncí el ceño sin entender el porque se disculpaba-.

-¿Por qué? -me crucé de brazos inspeccionándolo de arriba abajo, se veía muy bien ciertamente-.

-Por lo de la tarde -se encogió de hombros pero luego su cuerpo se tensó alzando las manos hacia mi provocando un movimiento extraño- o sea, no me disculpo por que si nada más, la verdad fue algo muy repentino mi actitud, ya sabes, el irme así sin más, solo quería cerciorarme de que, ¿te gusto? -¿Gojo estaba nervioso? reí en una mueca por como se miraba el albino, tan imponente que se ve y ahora lo tengo jugando con sus dedos-.

-No, tranquilo -bajé sus manos con una serenidad que hasta a mí me sorprendió- no me gustas en lo absoluto y ni siquiera deberías disculparte, no pasó nada.

-¿En serio no te gusto? -hizo una mueca mirando hacia las escaleras, le seguí con la mirada y luego sentí sus brazos atraparme para meterme en mi habitación y cerrar con fuerza la puerta, fruncí el ceño con la respiración agitada- ¿y ahora tampoco? -sus labios se estrellaron contra los míos en un beso desesperado, yo intenté zafarme pero me rendí al sentir sus manos aprisionarme contra él, mi cuerpo respondía a sus caricias por más que quisiera alejarme no podía detenerme ante sus encantos- dices que no te gusto, pero tú cuerpo dice lo contrario, ¿a quién debo creerle?

-Gojo, por favor, vete -pedí- nos podrían pillar y no quiero tener problemas.

-A mi me encantaría que nos vieran haciendo esto.

Me tomó con fuerza para sentarme en la cama, sus manos desataron el nudo de mi bata para verme como una presa frente a él, su mirada inspeccionaba cada detalle de mi cuerpo, me tapé el rostro de lo avergonzada que estaba pero este quitó las manos con una sonrisa generosa, volví a sentir sus manos sobre mi piel para buscar mi espalda y acariciarla con suavidad antes de recostarse en la cama con él a su lado, estaba esperando que atacase pero creo haberle juzgado una vez más porque solo se dedicaba a trazar mi espalda con sus dedos sin despegar la mirada de mí, sentía a mi tonto corazón latir con fuerza y probablemente mis mejillas estuvieran rojas, mordí mi labio ignorando todo lo que demostraba mi cuerpo con cada toque que me daba él.

-Creo que este imbécil, idiota, mujeriego, estúpido -contaba con sus dedos- adicto a follar donde sea, está sintiendo algo por esta chica y no, no son náuseas -bromeó, le pegué en el brazo-.

-¿Qué dices? -pregunté desviando mi mirada al techo-.

-Lo que oíste, ni yo lo creo realmente -rió dulcemente- solo quiero confirmar eso mas adelante, aún debes conocerme mejor y eso implica involucrarte a mis gustos personales.

No puedo detenerme. || Satoru Gojo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora