Parte 17.

2.4K 170 105
                                    

El albino silenciosamente tomó asiento al borde de la ducha, terminamos en el baño del segundo piso ya que aquí teníamos un pequeño botiquín en caso de emergencia (como ahora), la presión que ejercía su mirada en mi, me hacía sentir torpe en cada movimiento que realizaban mis manos, mientras buscaba el alcohol y gaza, para limpiarle aquella herida que no dejaba de sangrar.

Mis manos temblorosas por el revoltijo de nervios que se formaban en cada fibra de mi cuerpo, fueron directamente a su rostro, aquel rostro que incontables veces tuve el privilegio de ver por las mañanas y de besarle con tanta devoción, ahora, con heridas y moretones provocados por mi mejor amigo, suspiré por la conmoción del momento. Me parecía increíble como la ironía de la vida, nos hacía volver a vernos después de tantas semanas, en esta situación un poco inusual.

-Pido disculpas en el nombre de Itadori -susurré depositando la gaza en su ceja para limpiar aquella herida que lentamente dejaba de sangrar- él es igual a Geto -sonreí tristemente- un poco harto sobre protector, aunque le entiendo, crecimos juntos.

-Lo tenía merecido -respondió con un tono de voz apagado, casi inaudible, nunca se me pasó por la cabeza escucharle de aquella forma y claramente me dolía eso- soy un imbécil.

Y lo era, pero aún así le quería y me gustaba tanto.

Le seguía limpiando su herida, logrando detener por completo el sangrado que estaba secándose en su rostro por el costado derecho, coloqué un parche curita en ese corte pequeño y ahora me dediqué a limpiar esa sangre seca con un paño húmedo. Sus facciones estaban tensas pero su mirada miraba fijamente un punto muerto en el baño.

-Estás listo -respondí lavando mis manos para quitar un poco la sangre y el olor a alcohol que era bastante fuerte-.

-Yo realmente lo siento -su voz sonaba temblorosa- siento que esta situación se me haya salido de las manos, siento el haberme alejado de ti de forma tan abrupta -le miré a través del espejo y el panorama que reflejaba su rostro hacía sufrir a mi corazón- siento no haber sido un hombre para ti, lamento el haberte ignorado durante estas semanas, solo necesitaba un poco de tiempo para arreglar el caos que había en esa casa, con esa chica.

Sus ojos se acumularon de lágrimas, que en algún momento comenzaron a salir una tras otra, dejando esas mejillas húmedas y sonrojadas, quería abrazarlo, quería besarlo, quería decirle que no me importaba nada, porque lo seguía queriendo, que lo esperaría el tiempo necesario pero, también merecía explicaciones, necesitaba saber que sucedía realmente, el por qué me dejó.

-Gojo -susurré parándome frente a él- hablemos en otro momento.

-No he dejado de pensar en ti, ni un segundo -me miró con aquellos ojos azules que esta vez, estaban acumulados de lágrimas- no puedo dejar de pensar en ti y en cómo te extraño, ¡maldita sea Araki! te necesito, necesito que esta porquería sea un mal sueño y despertar a tu lado.

-Gojo -repetí aguantando las incontables ganas de lanzarme a llorar sobre su pecho- podemos hablar luego, ahora estoy cansada.

-Solo prométeme una cosa -sus manos buscaron tímidamente las mías para aprisionarlas con delicadeza en su pecho- que no dejarás de pensar en mí.

-No hagas este momento más difícil de lo que es -pedí cabizbaja-.

-Me tienes a tu merced, quien habría pensado que una mujer me tendría así -sonrío débilmente- solo tú evocas que te necesite.

-Hablemos mañana -asentí quitando mis manos sobre las suyas-.

-Está bien -murmuró saliendo del baño buscando las escaleras-.

Le seguí el paso hasta la puerta principal, cada detalle de su espalda, su forma de caminar, su cabello desordenado, ¡dios como extrañaba eso! como extrañaba tenerlo deambulando por aquí con algún pretexto tonto para colarse a mi habitación sin que nadie se diese cuenta.
Recordando aquello, mi mente por alguna razón trajo el momento exacto donde Choso me besó, hace unas horas y fruncí el ceño. Me sentía fatal, ¿será bueno decirle?

No puedo detenerme. || Satoru Gojo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora