Luke mentía si decía que no sentía cierto placer al llevarse a Ollympia con él en aquella misión, sin darle oportunidad a aquel hijo de Ares de pasar más tiempo intentando coquetear con ella.
Había pasado todo un día desde que habían dejado el campamento. Afrodita le había dicho a Luke que la manzana había desaparecido de sus propios aposentos y que debían ir a una zona de New York para comenzar la búsqueda. Luke, Ollympia y Chris se habían comenzado a mover por las calles de la enorme ciudad en busca de aquel dichoso lugar que, por orden de la diosa, debían visitar para comenzar con la búsqueda. Pero, o estaba muy oculto o ella los había engañado, porque no lograban encontrarlo. Ollympia ya había estado en New York años antes con su padre para unas vacaciones de verano, y a pesar de que recordaba muy bien donde estaban los mejores restaurantes, aquello no les servía de mucho.
—¿Estás seguro de que es por aquí? —preguntó Ollympia mientras se metían por un callejón sin salida cubierto por un olor horrible. Parecía que una manada de perros salvajes había muerto allí recientemente.
—Ya dije que si, Ollympia, eso dice el mapa —respondió Luke. Ya no le quedaba paciencia al pobre muchacho.
—Llevamos mucho tiempo buscando y no hemos logrado nada.
—Dame eso —la pelinegra le arrebató el mapa de las manos y lo extendió frente a ella. Tenía razón, era por allí. Pero aún así no lograban ver ninguna tienda como la que Luke le había dicho que debían buscar —. Debería estar aquí.
Ambos observaron una pared de piedra. No había siquiera una puerta que tocar, ni un letrero que leer. Luke le arrebató nuevamente el mapa de las manos y observó, convencido de que algo habían hecho mal. Ollympia caminó hasta la pared, se acercó a ella con cautela mientras pasaba sus dedos por las piedras que la componían. Debía haber algo mal con aquel mapa que Luke había llevado porque allí no había ninguna tienda. Deslizó su dedo por la pared con delicadeza mientras Chris y Luke intentaban encontrar el error en el mapa, fue entonces cuando una de las piedras cortó su dedo sin que ella pudiese alcanzar a quitarlo de las afiladas rocas.
—¡Mierda! —exclamó, quitando el dedo de la pared.
—Ollympia —se acercó Luke lanzándole el mapa a Chris—. ¿Estás bien?
Tomó el dedo de la mestiza en su mano y observó el corte, no era profundo pero sin duda sangraba mucho. Más de lo que debía sangrar un dedo normalmente.
—Si, solo es un corte, nada de que preocuparse.
En ese momento la pared que hace unos segundos era solida y firme, se partió en dos frente a ellos, abriendo un largo pasadizo secreto que llevaba a una gran habitación oscura a varios metros de distancia. Ollympia y Luke miraron al otro chico, que dejó caer el mapa al suelo a consecuencia de la sorpresa. Ninguno dijo ninguna palabra y se encaminaron por el pasillo. Aquel pasadizo era demasiado estrecho, solo podía avanzar uno a la vez, así que Luke entró primero. Con la mano a solo unos centímetros del mango de su espada en caso de que fuera necesario enfrentarse a algún monstruo con la intención de matarlos, Luke, Ollympia y Chris llegaron a la habitación en completo silencio. De inmediato unas luces se encendieron, dejando ver un despacho desordenado y con un suelo cubierto por una fina capa de agua estancada. El despacho estaba húmedo, y el techo estaba cubierto de hongos por humedad. Ollympia observó detenidamente cada una de las estanterías en donde descansaban muchas botellas con pergaminos dentro. El olor a pescado azotó la nariz de los visitantes, no sabían de donde provenía, pero era muy fuerte, como si estuvieran en una pescadería a las orillas de una playa. La pelinegra se percató de un extraño brillo que provenía del fondo de la habitación, donde la luz no llegaba a iluminar. Observó detenidamente en busca de aquello que provocaba ese brillo, y entonces comprendió a qué se debía el suelo mojado y la humedad.
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game of perfect betrayals [Luke Castellan]
Fanfiction"Todo se vale en el amor y la guerra" Bienvenidos. Somos la Vida y la Muerte, los encargados de narrarles esta trágica historia de como Ollympia Farrel lo dio todo por amor, de como estuvo dispuesta a hacer al Olimpo arder y de como incluso en los ú...