Capítulo 15: Ollympia has a new boyfriend.

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No se alarmen lectores, el titulo de este capítulo no es lo que parece.

Durante las ultimas semanas de agosto pasaron muchas cosas interesantes. Primero, Ollympia notó como Clarisse solía mirar a su amigo, el hijo de Hermes, de forma distinta a como miraba a los demás chicos. Segundo, Silena parecía tener mucha conexión con el líder de la cabaña de Hefesto. Cuando le tocaba hacer la revisión de las cabañas a alguno de los dos, se quedaban conversando durante mucho tiempo, y de vez en cuando los pillaban charlando antes de entrar al comedor. Tercero, Luke había comenzado a cansarse de su situación con Ollympia, la quería mucho, pero era desmotivante saber que jamás lograrían algo, pues sabía que ella iba en serio cuando dijo que renunciaba a cualquier tipo de romance. Y cuarto, Ollympia y Annabeth parecían hacer muy buenas amigas, ahora más que nunca.

Ollympia trataba a Annabeth como a una hermana pequeña. Siempre que la niña estaba dispuesta, pasaban las tardes en su cabaña ayudándola con el cuidado de su cabello. La hija de Afrodita había pasado varias horas conversando con una de sus hermanastras para tomar apuntes de todo el tipo de cuidados que se tenía que tener con aquel tipo de cabello para luego poder ayudar a la pequeña Annabeth con sus trenzas.

Al mismo tiempo, la hija de Atenea le prestaba toda clase de libros y explicaba todo lo que la mestiza no lograba entender. También le hablaba todo tipo de cosas sobre arquitectura, una materia que le fascinaba. Ollympia no entendía mucho de eso, pero era feliz escuchándola hablar horas y horas sobre formas de pilares y tipos de materiales.

Cuando Ollympia volvió de una misión a la que había sido enviada junto a su amigo Luke, no pudo evitar notar como su amiga, la dura Clarisse La Rue, parecía observar todo el tiempo a su otro mejor amigo: Chris. Ya ni siquiera era difícil darse cuenta de que ella estaba interesada en él, se ría de cada uno de sus chistes, se acercaba a ella cuando estaba con él solo con la excusa de verle, y se ponía nerviosa cuando alguien nombraba el nombre del hijo de Hermes.

Incluso la ciega Ollympia se había dado cuenta de ello.

Silena le dijo que había intentado hacerle aceptar que se sentía atraída por él, pero no había logrado nada. Por suerte, Ollympia podía llegar a ser muy persuasiva, y luego de engañarla para que lo admitiera, Clarisse dijo estar levemente interesada en aquel chico hispano.

Desde entonces Ollympia se propuso juntarlos antes de que se acabara el verano. No podía dejar que una oportunidad así pasara frente a ella, sabía muy bien que ella misma no podía enamorarse así que utilizaría aquel romance floreciente para transformarse en cupido. Al menos aquella vez.

En cada momento que charlaba con Chris intentaba sacar el tema de Clarisse y lo graciosa, bonita, increíblemente leal y gran luchadora que era. También intentaba convencer a la chica de Ares para que hiciera algo al respecto, pero siempre se negaba. 

—Debemos hacer algo —dijo una noche a su hermana, mientras se pintaban las uñas mutuamente.

Ambas descansaban sobre sus camas mientras los demás miembros de la cabaña se encontraban fuera. Ollympia le estaba aplicando un color rosa sobre sus uñas mientras esperaba que el rojo cereza de las suyas se secara por completo.

—¿Con Clarisse? Sin duda.

—Pero ¿qué? —preguntó pintando la uña del dedo anular de su amiga —. Clarisse no aceptará que nos entrometamos en eso. 

—Y solo queda... una semana y media para que termine el verano. Chris y tú se irán a sus hogares.

—Ese es otro punto.

—¿Chris no te ha dicho nada al respecto?

Negó con la cabeza. Silena soltó un suspiro.

—¿Qué podemos hacer?

game of perfect betrayals [Luke Castellan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora