Al día siguiente, Luke se encargó de hablar con Chris antes de la hora de almuerzo. Por otro lado, Ollympia solo quería evitar el momento lo más posible. Había rogado a Luke que hablaran con sus hermanos lo antes posible, pero en cuanto acordaron hablarles, el miedo y la ansiedad no tardaron en aparecer su cabeza. Hace tan solo un día había estado segura de que Silena la apoyaría en su decisión, pero ahora las miles de posibilidades rondaban su cabeza como pesadillas. ¿Qué tan segura podía estar de ello? ¿Qué garantía tenía de que su hermana se uniría a sus ideas? ¿Y si se negaba a ayudarla y la delataba? No ella jamás haría algo así... ¿o si?
Cuando cayó la noche más temprano que de costumbre, supo que no podía seguir aplazando lo inevitable. Había pasado todo el día en su cama, pretendía ocuparse con su cámara o algún libro prestado de la cabaña de Atenea, y cuando se encontraba por fin sola, se dejaba vencer por las miles de ideas que bombardeaban su cabeza.
Silena apareció en la cabaña y se puso a peinar su largo cabello pelinegro mientras tarareaba una canción. Ollympia seguía esperanzada en que la conversación podría no llegar jamás.
Llegó la hora de la cena, los campistas de la misma cabaña comenzaron a salir hasta dejarlas a las dos solas. Silena se levantó de su cama y comenzó a caminar hasta la puerta para continuar su camino junto a los demás hijos de Afrodita.
Ollympia supo entonces que no podía seguir evitándolo, en algún momento tendría que contarle todo a su mejor amiga. Una punzada de aviso le hizo llamarla antes de que cruzara el umbral.
—¡Silena! —la llamó. La nombrada se dio la vuelta con una ceja alzada —. Espera.
—¿Quieres que te espere para que vayamos juntas a cenar?
—No, no es eso —intentó tragar saliva pero su garganta ya estaba totalmente seca —. Necesito hablar contigo.
Silena soltó un suspiro y corrió hasta la cama de su hermana. Había estado sospechando que algo raro le pasaba aquel día, pero no había querido presionarla en contarle lo que le ocurría. Quería que fuera ella misma quien se lo contara. Aun así, no pudo evitar preguntar inmediatamente:
—Peleaste con Luke, ¿no es así?
—No... Quiero decir, si. Peleamos. Pero no es eso de lo que quiero hablar contigo.
—¿Y quieres desahogarte?
—Si, pero para poder hacerlo —tomó una enorme bocanada de aire —... para poder hacerlo debo hablarte sobre otra cosa que he querido contarte desde hace muchísimo tiempo. No te imaginas la clase de tortura que he estado viviendo al no poder confesarte esto, Silena.
Ollympia tomó las manos de la otra en busca del apoyo que tanto le había hecho falta aquel día. Incluso había pensado en buscar a Luke para hablar, pero lo que había hecho el día anterior la había decepcionado enormemente. No podía ser ella quien fuera corriendo a buscarlo luego de una traición como esa.
Al sentir el tacto cariñoso de su hermana, el corazón se le calentó y respirar se convirtió en una tarea mucho más fácil.
—Cuéntame —dijo Silena —. Yo te escucharé.
—No quiero que me juzgues.
—No lo haré.
—Quiero que escuches todo lo que tengo para decirte.
—Bien.
—Bien —repitió ella. Tomó aire e intentó ordenar todas sus ideas en su mente. Todo le parecía tan complicado. Tan difícil de decir. Que, incluso cuando abrió la boca para comenzar, las palabras se enredaron en el camino hasta sus labios y siquiera un sonido pudo escapar de ellos —. Hace mucho tiempo... Luke y yo...
ESTÁS LEYENDO
game of perfect betrayals [Luke Castellan]
Fanfiction"Todo se vale en el amor y la guerra" Bienvenidos. Somos la Vida y la Muerte, los encargados de narrarles esta trágica historia de como Ollympia Farrel lo dio todo por amor, de como estuvo dispuesta a hacer al Olimpo arder y de como incluso en los ú...